Capítulo 5

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Se abrió la puerta e hizo que mi hermana y yo saltáramos como si nos hubieran encontrado in fraganti.

-Terminaron chicas ¿nos vamos? -mi mamá comenzó a recoger unas cosas y luego dijo-: Eric, entren y me ayudan con las maletas de Alejandra.

Entró mi papá con André y Chris. Ayudaron a mi mamá con mis maletas. Que si alguien me viera llegar con esta cantidad de equipaje, seguro preguntaría "Oye ¿qué tal el viaje? ¿A qué parte del extranjero fuiste?" Qué pena.

Cuando todos estaban listos con una maleta y comenzaron a salir, me dirigí al sillón en donde estaba mi maletita de mano y en el acto pase cerca de Catherine casi susurrándole por si alguien podía oírnos.

-Necesito hablar contigo Catherine. Por favor.

Ella asintió y en el mismo tono dijo-: Tranquila, yo luego te cuento.

-Gracias...

-Vamos chicas. -la voz de mi mamá me hizo saltar. Pensé que no había nadie más en la habitación-. Nos tenemos que ir ya.

Metí todo a mi bolsita y mi hermana salió conmigo.

Pasé por recepción e hice la cita para mi siguiente revisión.

Adele me atendió y al terminar de hacer me dijo-: Bueno, Alejandra. Fue un gusto haber sido tu enfermera.

-Gracias, Adele. Fuiste muy amable.

-De nada. Espero que todo salga bien. Y espero verte en tu siguiente cita.

-Gracias.

Antes de salir y decir adiós, me detuvo y dijo-: Ale. Los milagros existen. No pierdas las esperanzas de volver a recuperar tu memoria.

Sonreí y dije-: Muchas gracias, Adele.

Salí del hospital.

Esperamos poco tiempo antes de que apareciera Chris conduciendo la más hermosa, encantadora y sexy camioneta... ¿Toyota RAV4?

Me quedé hipnotizada por esa monstruo de camioneta que manejaba. Sabía que era una Rav4 porque su marca lo decía, estaba en ella y... jamás puedo dejar de notar una RAV4 cuando está cerca. Pero, esta estaba... Wow.

-Ale, ¿estás bien? -era Chris acercándose.

-Eh, sí. -volví en sí. Ni siquiera había notado que me había quedado viendo como tonta hacia la camioneta-. Es que... siempre me han encantado ese tipo de camionetas y estoy admirándola.

Chris frunció el ceño y me vio como si estuviera hablando debilidades. Luego su frente se suavizó y vi en su mirada que comprendía algo.

-Ah. Entiendo. La amnesia-dijo él, casi para sí mismo. -Ale... Esta camioneta es tuya. Es una RAV4 2013. Tú la compraste. La tienes desde hace un buen tiempo, hasta la querías cambiar.

¿Compré esa camioneta? ¿Yo? ¿Con qué dinero?

- ¿Y dónde está mi Mazda?

-Sube a la camioneta y te contaré cuando vayamos de camino a tu casa.

-Está... bien.

-Christopher -lo llamó mi mamá-. Catherine y André se irán con nosotros, ¿O necesitas que te ayudemos en algo?

-No, Clarissa. Gracias

-Perfecto. Nos vemos en la casa. -todos subieron a la camioneta de mi papá.

Chris me ayudó a subir a la camioneta y cerró la puerta. Rodeó la camioneta y subió. Prendió el coche y salimos del parqueo.

Permanecimos veinte minutos sin decir nada. Hasta que me animé a romper el silencio.

Yo lo amaba. Él me amaba. ¿Qué pasó? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora