Capítulo 17

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Observé al tal Kevin con incredulidad.

—¿Qué? —dijo Chris—. ¿De qué hablas, Webber?

—Brooks, por favor —dijo Kevin, enviándole una mirada de "cállate"—. Lo que queremos es mejorar la situación. Solo se realizaría un cambio. Cambiar de posiciones a la licenciada Alejandra por la señorita Miranda Brown.

¿Quién diablos era Miranda Brown? Ni siquiera sabía a quién querían para mi remplazo.

Si. Entiendo que a mí no me simpatizaba mucho la idea de trabajar en la empresa de mi papá. Pero, oye, querían moverme de mi puesto y creo que eso no a todos nos gustaría. Lo querían hacer estando yo presente ¡En mi cara, por favor!

—No entiendo, Webber —habló mi hermano. MI HERMANO—. ¿Porqué ustedes están decidiendo todo esto? Eso no les compete a ustedes. Ustedes son de logística. NO Recursos Humanos.

—Mira, André —dijo Kevin un tanto frustrado—. Entendemos que no es nuestra área ¿Pero, entonces, quién lo hará?

—¿Los Directivos? —preguntó Chris, omitiendo el "Duh".

—Pero estamos ayudando. Además solo serán unos cambios, no se despedirá a nadie, ni nada.

—Yo creo, si me permiten decirlo, que se están precipitando —replicó Chris

—Pero hay que hacer algo —exigió Kevin.

—No creo necesario el cambio y tampoco....

—¡¿Y tú qué?! —explotó Kevin, señalando a Chris.

Todos en la habitación parecían pasmados por la reacción de Kevin, incluyéndome.

—¿Quieres calmarte, Kevin? —dijo Frank, con cara de sorpresa y frustración.

Kevin no prestó atención a su colega y se dirigió a Chris —Mira, ni siquiera sé por qué opinas. Eres del Departamento de los contratos, niño.

—¿Disculpa? —dijo Chris alzando las cejas.

—¿Quieres guardar silencio? —casi le escupió Kevin—. Esto es solo una idea...

—Y una idea muy mala, debo decir.

—Solo queremos darle nuestras propuestas...

—¡Pues ahórratelas! —replicó Chris.

—Señores —dijo una voz neutra pero con fuerza suficiente para callarlos.

Me giré. Mike había puesto orden.

—¿Podrían, por favor, mantener la compostura? —reprendió él.

Kevin bajó la mirada, pero Chris no le quitaba los ojos de encima. Luego se rindió y bajó la mirada a su libreta de apuntes.

—Esta es una reunión profesional —siguió hablando Mike con tono autoritario—. Necesitamos ideas, y respetar esas ideas. Luego, como personas civilizadas que somos, tomarlas o dejarlas.

Chris levantó la cabeza y dirigió una mirada a Mike, no sé qué clase de mirada, pues yo me encontraba al otro lado de Chris. Pero pareció que Mike ni lo notó.

—Así que, entendemos lo que sucede. Sabemos lo que está pasando en el Departamento de RRHH. Estamos al corriente. Y creo, que tanto Eric como yo, pensamos lo mismo.

La sala estaba en silencio. No se oía absolutamente nada.

—Kevin, el simple hecho de que alguien tenga un accidente no da el derecho de quitarle el trabajo. Más cuando esta persona puede desempeñarlo, aunque se le dificulte. Así que, Alejandra Cameron seguirá siendo la G.G. de su Departamento. Fin de la discusión. Ahora, Alejandra tiene que apoyarse en su Sub-Gerente —Mike se dirigió a una persona en específico. —Para eso estás Miranda.

Yo lo amaba. Él me amaba. ¿Qué pasó? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora