Capítulo 7

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Lo miré anonadada, ese "te quiero" no había sido como los otros que nos habíamos dicho antes, este era diferente, tenía más sentimiento. No podía controlar lo que me pasaba, sentía esas mariposas que dice la gente que siente cuando le gusta alguien, pero esas mariposas de a poco se transformaban en pequeñas avispas que revoloteando, me mordían al no lograr escapar de mis adentros. Ese sentimiento mágico que había nacido dentro de mí al escuchar esas palabras de pronto se convirtió un un miedo que se calaba por mis huesos y recorría mi sangre de la cabeza a los pies. Yo no podía sentir nada por Diego, era imposible, Diego no existía, él no era real, y aunque sentía una puntada en el corazón cada vez que me lo decía a mí misma, tenía que admitir que era una dolorosa verdad con la que tendría que vivir.

Tenía que hacer algo, tenía que decir algo..-M-me...me tengo que arreglar para salir..- dije de apoco separándome de él.

- ¿Enserio saldras?- preguntó sin entender- ¿aún después de lo que te acabo de decir?- replicó seárándose aún más, para mirarme a los ojos y poder tratar de encontrar la respuesta.

- Debo irme, tengo....una cita.-  me giré para caminar hacia el baño.

- Jay..... Jay, no te vayas, no ahora.- murmuró en tono se suplica..... Comprendía como se sentía, él deseaba que yo le respondiera, que le dijera que lo quería, pero eso no podía pasar, eso no pasaría, porque yo no podía quererlo, no podíamos estar juntos. Me dolía verlo así, me dolía mi propio silencio.

-lo siento-  caminé y entré al baño. Me quedé ahí un rato, tenía ganas de llorar, pero ni mi mamá, ni Luke podían ver que había llorado..¿qué les diría? todo esto es ridículo. Me maquillé un poco y me puse algo de perfume. Desee con todas mis fuerzas que Diego no estuviera al salir del baño, y así fue, caminé a mi pieza y me cambie la ropa, tome mis llaves y bajé a avisarle a mi mamá.

-Mamu, voy a salir al caminar al parque un rato.-dije desde la puerta de su pieza.

-Bueno, cuidate y no vuelvas muy tarde.- me dijo mientras planchaba algo de ropa.

Caminé en dirección al parque y esperé en una banca al llegar, la verdad es que salí adelantada unos minutos para tomar algo de aire, necesitaba pensar en otra cosa que no fuera Diego. Cerré los ojos mirándo hacia el cielo, el sol calentaba todo mi cuerpo y mi cara, podía sentir la debil brisa que corría, hasta que vi más oscuro. Abrí los ojos para ver que era lo que me tapaba el sol y fue ahí cuando lo vi.

-¿tomando sol?- bromeó al instante.

-algo así, obviamente como no es verano, no se puede hacer de la manera correcta, ya que corre algo de viento como para que pience en lucir mi bikini.- dije siguiéndole el juego.

-lástima, hubiera sido todo un placer verte en esas condiciones, seguro habría sido de esos tipos que ofrecen poner el bronceador a las chicas, y al verte no dudaría en ofrecertelo.- dijo al sentarse junto a mi en la banca.

- lo siento, pero jaás dejaría que un chico al cual no conozco, me toque de esa manera- exclamé aún mirando hacia el cielo.

-pero ¿como la Blanca Nieves? es de los cuentos de princesas más románticos y más conocidos, y esbesada por un extraño- protestó.

-jamás me he considerado una princesa, y Blanca Nieves estaba dormida cuando el príncipe la  besó- aclare mirándolo de manera que notara su error en la comparación que hacía.

-¡pero si todas las chicas han soñado con ser princesas!- dijo sin comprender.

- soy una excepción, tal vez me habrían gustado si no hubiera llegado nunca Pokémon a la tele- dije haciendo una mueca- pero así es la vida, aveces se hacen variaciones para que la vida no sea tan aburrida, ni hayan tantas chicas que le crean al primer impostor que le promete amor.- terminé, mirando hacia al frente con reflexión.

-eres distinta, Jay, me gusta.-  dijo tranquilo.

-gracias, tu.... bueno, no te conozco más allá de lo que hablamos en la fiesta, asi que...solo puedo decirte que ... eres toda una niñita-  dije rápidamente jugando.

-¿a sí?- dijo levantando una ceja.- ahora veremos si te puedes escapar de esta niñita.- se paró y corrí rápido por el camino de tierra a lo largo del parque, Luke me segía de cerca, ya me alcanzaría dentro de poco, sus piernas largas daban unas zancadas casi el doble de las mías. Mi corazón se agitaba al sentir la adrenalina correr por mis venas, tenía que hacer algo para que no me atrapara, así que cambié de dirección y corrí hacia la pequeña fuente que se encontraba al extremo del parque.

-corre rápido, porque cuando te atrápe no pararás de reir con las cosquillas que te haré- dijo detrás mío, ya casi llegabamos a la fuente y tenía un plan ideado para evitar las cosquillas. Me detuve justo al lado de la fuente y él paró.- ya te tengo.

-¡No!- dije con algo de risa.- detente, no me hagas cosquillas porfavor, me desespero mucho y soy cardiaca.- no era cardiaca realmente, pero era parte de mi plan.

-eso no me lo creo. dijo aproximándose aún más, con las manos listas para hacerme cosquillas.

- pero no quiero que me hagas cosquillas...quiero otra cosa de ti.- le dije captándo su atención, el se quedó rígido, lo había tomado por sorpresa.

De a poco me acerqué a él y rodié su cuello con mis grazos, me puse de puntillas y lo besé, algo suave, para que no fuera algo brusco, debía ser delicada. Él me tomó por la cintura y me siguió el beso, nuestros labios se moldeaban a la perfección, como si hubiéramos nacido el uno para el otro, pero era una lástima que no pudiera durar mucho. Rápidamente me sepa´re de él y lo empujé a la pileta. Cayó como en cámara lenta. Se mojó, pero como un gato salió del agua rápidamente.

- veo que te gusta mojar a la gente..ya verás- me tomó rápido y me metió con él al agua, estaba completamente fría, estaba casi congelada, me agarré a él como oso perezoso y no lo solté ni por un momento, deseaba estar lo más lejos del agua posible. Y como le hera imposible desacerse de mí, se levantó y salió de la pileta.- no es tan divertido si no te sueltas- reclamó mientras me bajaba de él.

-lo lamento, pero el agua esta muy fría- dije tiritándo mojada por la espalda y el pelo.

-yo también tengo frío, creo que nos despedirémos antes de lo que tenía planeado...- dijo algo desanimado.- no me quiero resfriar, y tampoco quiero que lo hagas tú. O si no, no podré verte.- dijo algo apenado.

-lo sé, sería una pena.- agregué.

- y aún más después de ese beso.-dijo acercándose.

- ¿tu crees?- dije coqueteando.

- claro, y me gustaría repetirlo justo ahora.- me besó suavemente,  poniendo una mano en mi mejilla y la otra sujetando mi cintura. Sus suaves labios se movían junto con los mios en un mismo compás. Se separó de mí y dijo- me gustas, Javiera.

-y tu a mí, Luke.- dije despacio, tratándo de normalizar mi respiración.

- te veré pronto, te llamaré en la semana.- dijo ya alejándose.

-esta bien, hablamos.

-cuidate- dijo despidiéndose con la mano.

-igual tu.- respondí luego.

Con algo de frío volví a mi casa, tomé un baño caliente y me puse el pijama. Hice elgunas tareas y me metí a internet a revisar mi facebook, mis correos y a ver videos. Diego no estaba, pero sabía que durante la semana aparecería y tendríamos que hablar, pero por ahora necesitaba descanzar. Apoyé mi cabeza en la almohada, me tapé, apagué la luz y me dormí.

simplemente no me importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora