Estaba claro que Diego segía siendo el mismo idiota de siempre, no había cambiado en nada, seguía siendo mi amigo algo creido, pero con razón, maduro, pero algo loco.
Aún no me creía que fuera "un adolecente de verdad", y sí, sé que eso sonó mucho a pinocho, pero el hecho era que estaba completa y totalmente aturdida por la noticia aún. Ya que sabía que Diego no había venido solo para volver a ser mi amigo..... Diego quería tener algo digamos que "romántico" conmigo. Lo conocía y sabía que mi queridísimo amigo no se andaba con rodeos. Y también sé de sobremanera que es muy cabezota cuando quiere algo, así que sería algo complicada mi estadía en el colegio, no sería un año normal, y a sabienda mía, mi vida no sería la misma.
Apenas tocó el timbre para entrar a la siguiente clase, me encaminé al baño rápidamente para poder hacer mis necesidades tranquila y luego irme rajada a la clase. Pero cuando entré al cubículo y cerre la puerta se esucharon unos pasos en el baño, seguidos de cuchicheos de un grupo de chicas.
-Dios ¿Vieron a ese chico nuevo?, está para comerselo- comentó una.
-Apuesto a que en la fiesta de este viernes el tipo se apunta y se lo tira Julieta, esa zorra hará lo que sea para acostarse con él.- dijo otra, la cuál su voz pude reconocer. Era Ingrid, una de las chicas de Cheer que era muy amiga de Julieta, pero después de un problema, un mal entendido, que sé yo, se molestaron y ya nunca más se volvieron a juntar. Lo común entre ellas ahora es mirarse feo.
-A esa tipa lo que le va es el morbo, si la otra vez la vi intentando algo con la Tina, la del 1° C.- expulsó otra, cual confesión me dejó sin palabras. Lo que a esa hija de puta le gustaba era probar, si será zorra. Con Diego no se metería, aunque me parece que mi amigo no se metería con alguien tal escasa de neuronas. De las cosas que una se viene a enterar solo por estar en el baño.
- Será mejor que nos vallamos a clases. Moya nos va a dar el discurso del año si nos atrasamos más.- dijo otra muy oportuna, ya que hace un rato que había terminado y necesitaba irme corriendo a clases. Me había entretenido lo suficiente en el baño ya con la conversación de las de 2°A.
Me percaté de que no quedara nadie en el baño y fui corriendo a la sala. Sabía que el profesor Ulloa me dejaría en verguenza en frente de toda la clase por llegar tarde.
Apenas abrí la puerta pude confirmar mis sospechas.
- La señoria Oyarzo nos va a contar en estos momentos, de qué manera se inició la Primera Guerra Mundial.- y fue ahí cuando morí, me sabía de memoria la materia y me gustaba, pero esta verguenza de que te hagan estar frente el curso haciendo el papel de profe, solo por castigo, es realmente terrorífico.- ¿Y bien?- me alentó el viejo Ulloa para que iniciara.
-P-pues, la Primera Guerra Mundial se inició por la muerte del heredero al trono de Austia-Hungría, Francisco Fernando, quién había decidido visitar la ciudad de Saragevo, en Bosnia. Ésto provocó que Alemania le declarara la guerra a Rusia por proteger a Bosnia, en donde habían atacado al Archiduque, que pertenecía a los aliados de Alemania, así desatándose la guerra.- solté toda la información que recordaba e hilándola de la mejor manera que pude, para no quedar en verguenza, puesto que también esta era una de mis materias favoritas.
Todos en la sala estaban callados, se les notaba el asombro por mi capacidad de memoria y más que nada reacción ante tal ataque proveniente de nuestro profesor de Historia. Sin contar a algunos que simplemente detestaban el hecho de que ha haya salido tan rápido del paso, como Julieta y Antonio, a diferencia de Diego, que me miraba de una manera que no podía reconocer. Era como si no le sorprendiera mi respuesta y a la vez tenía en su rostro una chispa, no sabía cómo explicarlo, de análisis, pero con una pequeña sonrisa.
- Ha estado bien, vaya a sentarse ,y no quiero que vuelva a llegar tarde a una de mis clases- me dice el profesor algo molesto por no haberme pillado y a la vez impresionado por mi respuesta al parecer bastante completa. Asentí de manera inmediata y me dispuse a sentarme en mi puesto, pasando por al lado de Diego.
-Buena esa, Oyarzo. Quiero saber más en el recreo.- soltó de chiste el payaso de mi amigo.
-Claro, Diego. Y de paso te entrego a Ernesto, tu peluche de felpa que te dejaste tirado en el parque la otra vez.- le devolví yo, teniendo la respuesta que esperaba, toda la clase riéndose de él.
- Bien, ya es suficiende muchachos. Pongan atención al frente.- llamó la atensión el profesor.
La clase prosiguió como debía, la misma matería que me hizo explicar el profe al principio de la clase, pero con su desarrolo y detalle. Nos dejó libres 5 minutos antes de que tocaran para el almuerzo y Julieta no perdió tiempo. Le pegó un codazo a Antonio y éste reaccionó.
- Eh! Diego- dijo éste para llamar la atención de mi amigo.- Este viernes hay carrete en mi casa ¿te unes?- le preguntó amistoso, mientras que Julieta se pasaba el lápiz por la boca aparentando despreocupación y sensualidad a la vez. Zorra.
- Claro ¿Jay va?- preguntó Diego. Y mierda, sí que las había cagado.
-¿Quien?- preguntó Vincent confundido.
- A perdón, que si va Oyarzo- se disculpó Diego. Mierda y mil mierdas, sabía que lo escuchaba de acá. Nunca había sido invitada a las fiestas de esos idiotas y tampoco es que me importaba. Compartir espacio con esos descerebrados en la sala de clases ya me era suficiente.
-Aaah...- miró dudoso a Gamboa, que discimuló muy bien con una sonrisa petulante.
- Claro que sí, ella siempre va.- le respondió la zorra muy amable.
- Pues si va, yo voy- y es así como mi amigo se dió la media vuelta y esperó al término de la hora, sabiendo perfectamente lo que había hecho, porque se sabía toda mi vida y sabía que ellos nunca me habían invitado y que de hecho me detestaban. Pero aún no podía descubrir los planes que tenía Diego para esa noche de Viernes
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simplemente no me importa
Teen Fictionesta es una historia de una chica que no tiene una vida de lo más entretenida, pero su ingenio e imaginación lo cambiaran todo. Espera a ver las cosas por las que tiene que pasar Javiera para tener una vida realmente movida