simplemente no me importa

C9 "para ti"

Podía ver la desepción en sus ojos. Claro, si le estaba cortando de raíz. Me siento tan torpe, tan bruta, tan malvada. Creo que jamás me podré perdonar esto. 

-esta bien.- dijo en voz baja, casi un murmullo.- si así lo deseas...

-porfavor trata de comprender mi situación, no es facil pasar esto con una persona que en verdad no existe...- le dije intentando de que entienda mi posición y como me sentía en ese momento. Pero la reacción que realmente esperaba, pero que no quería ver, estaba ocurriendo, se estaba marchando.

-Diego...-lo  llamé.

-nos vemos más tarde, Jay.- dijo sin mirar atrás.

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Duele terriblemente saber que no hago a mis padres felices, que no estan contentos por tu rendimiento escolar, ni algunos herrores que cometo. ¿pero quién no ha errado? ¿quién no ha preferido descanzar en algún momento en vez de hacer los deberes? Yo no me considero una constante errante, ni la más santa de las vírgenes, pero todos cometemos errores, no somos perfectos y tampoco digo que debamos serlo. Según mi punto de vista, la perfeción esta totalmente sobrevalorada. Todo error y pequeño detalle que es muestra de imperfección es un reflejo de la belleza de la naturaleza y de la vida. Cada lunar de mi cara-y tengo muchos-es un recuerdo de los días bajo el sol que pasé con mi familia en la playa, riendo y disfrutando de cada momento. Cada raspadura o mancha en mi pieza representa las veces que me caí o que me mandé alguna embarrada por la cual reí. Cada cicatríz en mi cuerpo me recuerda los buenos momentos que pasé jugando cuando era pequeña. Cada hoja de otoño, de esas amarillas y anaranjadas que caen al suelo, me cuentan una historia de amor, sobre un otoño o una primavera o un verano o un invierno, en donde dos personas se conocieron y al mirarse a los ojos se despertó un hermoso sentimiento en ellos. Me dice que cada día me pongo más vieja, me salen más arrugas, pero con más experiencia-eaea-. Me encanta ser imperfecta, no tener el cuerpo más deseable, ni ser la mina más inteligente del mundo, porque simplemente no nací un la perso para que todos me noten, para que todos pongan sus ojos sobre mí, ni que se fijen en mis atributos físicos. Porque pienso que las personas nacen como son por un propósito y ese propósito te lo da la vida.

En estos momentos mi madre y yo estabamos algo molestas la una con la otra, por mis calificaciones, asi que no hablamos mucho y más que nada por algo que hizo y muchas cosas que dijo hace poco y hace mucho.... yo estoy completamente neutral respecto de lo que pase en su vida o lo que quiera hacer en ella. Nunca me había sentido de esta manera, estoy como en un estado vegetal, no río mucho, no lloro, es como si no sintiera nada, es como si al enojarme con ella, al alejarla de mí se hubiera llevado mis sentimientos con sigo.

Y para más remate Diego estaba raro, no hablabamos mucho, no con la misma confianza o la misma sintonía de antes. Era como si .... no sabría explicarlo, creo sinceramente que arruiné nuestra relación.

Por otro lado estoy saliendo con Luke, es un chico muy lindo y dulce, es muy divertido también, tiene mucha personalidad y me hace reir a cada rato. 

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- Fran ¿estás segura de llevar ese bikini? yo pienso que es algo...revelador- dije mirándola fijamente, de arriba a abajo, sinceramente no podía creer que llevaría puesto ese hilo dental a la playa.

-esta bien, habrá chicos lindos y este cuerpo nació para que la gente, en especial los hombres, gozaran observándolo.- se autoalagó.

-solo ponte un short o un pareo ¿si?- le regué.

-vamos amiga ¿es que acaso no quieres que me mire Luke? si el solo tiene ojos para ti.- dijo segura.

- te espero abajo.- me di la vuelta y salí, baje las escaleras y ahí se encontraba Luke con unos shorts de traje de baño burdeo y una polera gris, con su pelo desordenado que lo hacía ver tan atractivo.

-te ves hermosa.- me dijo mientras bajaba el último escalón.

-gracias, tu tampoco luces mal.- le dije algo timida, en juego.

-no sé como haré para espantar a los jotes que se te acerquen- dijo mirando mi vestimenta. Llevaba un trikini café, con una blusita del mismo color, pero media transparente arriba, abajo llevaba un short de jeans desgastado y unas vans.

- yo creo que los jotes se acercarán más por otra persona- murmuré mirando hacia el lado-

-¿qué dijiste?- me pregunto Luke.

-N-nada.- le dije nerviosa, no quería que supiera que me sentía insegura con la vestimenta que usaría Fran en frente de él.

-Vamos, si te escuché- me dijo.

-¿y para qué quieres que lo repita?- le recriminé y me giré a mirarlo para saber la verdad.

- ¿por qué dijiste eso? quiero saber el porqué, solo eso.- me dijo serio.

-ya estoy lista- canturreo Fran mientras bajaba las escaleras.

-por eso- le murmuré en el oído a Luke mientras él se giraba a ver a Fran, la verdad lo había dicho con algo de molestia, no entendía porqué la Fran se vestía tan sexy cuando estaba Luke presente, lo odiaba.

Ella llevaba un bikini rojo, bastante pequeño para el busto que tenía, tenía una blusa turquesa igual a la mía, pero ella la ocupaba amarrada bajo su prominente delantera. La minifalda café, apenas le cubria la tanga que llevaba, y en los pies traía puestos unos feroces tacos de playa que le hacían lucir las piernas aún más largas y esbeltas.

-perdonen la tardanza, pero tenía que prepararme para los chicos de la playa.- dijo mirando a Luke para saludarlo.- Hola Luke, tiempo sin vernos. Bueno ¿nos vamos?- preguntó entuciasmada.

-Hola Fran, si, vamos.- afirmó, me tomó por la cintura y salimos tras ella hacia la camioneta, en donde se encontraba Felipe y Damian, unos amigos de Luke.

Ya en la camioneta Luke me tapó los ojos con una benda y Damian se los tapó a Fran, Luke me había dicho que era una sorpresa. Escuchamos música todo el recorrido-que fue bastante corto- y hablamos. Al llegar sentí las manos de Luke tocarme para ayudarme a salir de la camionete, seguramente alguien ayudaba a Fran también, que se había pasado todo el recorrido alegando de que no podría ver y que se le correría el maquillaje.

-ya estamos - dijo Luke.- puedes abrir los ojos, dijo sacandome la venda y fue entonces cuando comencé a abrirlos y a sentir la luz entrar en ellos, me molestaba al principio un poco, pero cuando abrí los ojos me encontré en el patio de Luke, pero completamente diferente, las paredes las había pintado como de playa, se encontraba la piscnina y había hasta arena, la palmera que estaba antes haciando solo sombra, ahora era un perfecto adorno para el patio.

-¿como hiciste todo esto?- le pregunté sorprendida, con los ojos muy abiertos.

-pues, me dijiste hace unos días que querías ir a la playa, y como no podía llevarte allá por.. buneo por permisos, emmm, se me ocurrió modificar un poco mi patio y darle otro aire ¿te gusta?.- me preguntó sonriendo y algo nervioso.

-claro que me gusta- lo abracé.- me encanta, esta precioso, gracias.

-de nada.- me dijo devolviéndome el abrazo.- lo hice para ti.

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Ese día había sido estupendo, la habíamos pasado genial en la piscina de Luke, Fran se estuvo contorneando para Damian y bueno, por ahí se besaron y ahora creo que son amigos con beneficios, pero ya ese es otro tema. Lo importante es que con Luke estamos muy bien, creo que pronto me pedirá ser su polola y la verdad estoy ansiosa, es el chico que siempre quise, con el que siempre soñe.

Hasta ahora mi vida no iba tan mal, excepto por lo de mi mamá, porque con mi papá nos estabamos llevando mejor, con mi hermana la relació cada vez se fortalecía más y con Luke las cosas se veían comprometedoras. Pero me faltaba lo escencial, lo que para mí realmente no podía faltar. Damian había desaparecido otra vez, sin despedirse ni nada, y yo simplemente no sabía que hacer para traerlo de vuelta.