C14 "Viva el Sindicato"

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Me senté y traté de calmarme, pero no me estaba siendo util, era una misión imposible, mi corazón saltaba como si estubiera en un trampolín. Ya no soportaba más. Mi mejor amigo después de declararse, había desaparecido, no lo había visto por un largo tiempo y cuando vuelve.....cuando vuelve me afronto directamente con la realidad de que ya no forma parte de mi imaginación.

-¿cómo es que estas acá?¿cómo es que los demás te pueden ver?¿no se suponía que no eras real, que fomabas parte de mi imaginación?¿por qué te fuiste por tanto tiempo? ¡¿por qué me abandonaste?! ¡¿por qué vuelves ahora y sin dar aviso?!- disparé todas mis preguntas. Él solo pudo sonreir.

-no responderé tus preguntas en el mismo orden, prefiero contarte todo y de esa manera responder todas tus dudas- dijo con calma, y como si fuera un drama, miró hacia el horizonte, hacia el verde del pasto y comenzó a hablar- Como te dije, hace un tiempo atrás que te quería, vi tu reacción y supe que jamás podríamos estar juntos...Verás, al ser tu amigo imaginario tengo una conexión especial contigo, que me permite sentir o saber algo de lo que tu sientes o piensas... y al enterarme de lo que sentías en esos momentos me desepcioné, y me sentí de alguna manera perdido, pero pensé en que todo en la vida tenía una solución, por lo que en la nuestra no podía ser tan distinto, así que fui a hablar con el Sindicato, para ver si podían hacer algo por mí, para ser de carne y hueso en tu mundo.

-¿qué te digeron?- le interrumpí.

-digeron que por haber sido tan respetuoso con las reglas de no molestar en horarios o momentos que la gente se pueda enterar de que me tenías, y claro sumando que algo tenía que tener de espacial para que aún me imaginaras, aparte de la relación especial que teníamos, podía pasar a pertenecer a tu mundo, pero con la condición de buscar y crear una vida pasada para cuando necesitaran información de mí en el futuro, es decir, mi presente, el de ahora, aquí, contigo.-giró su cabeza para mirarme.

-Dios...- era yo ahora la que no lo miraba. Mis ojos apuntaban al suelo, mirando la nada, porque nada me importaba más que tener a Diego cerca, y las cosas que me estaba contando eran tan importantes y todas habían llegado de una manera tan precipitada que aún no podía reaccionar.

-Ya no quería acompañarte cuando llegaras a casa. Ya no quería que aguantaras las lágrimas hasta estar en tu pieza, porque sabías que solo estaría ahí. Ya no quería ser solo la parte final del día.

-Diego...

-Quería acompañarte durante todo el día, quería que lloraras cuando lo necesitaras y no cuando sabías que estarías tranquila al llegar a casa, en donde te estaría esperando para preguntarte por lo que te había pasado, quería sentir que me necesitabas durante todo el día....al igual que yo lo hacía. Pero tardé mucho, y ahora tienes novio. - volvió su vista al horizonte- Desde un principio supe que no me sería facil, pero aún no pienso en rendirme, y no hice todo esto para nada. 

-¿Sabes de Luke?- le pregunté algo anonadada.

-¿Ese perdedor? Ha, no durará una semana.... Serás mía, Jay. Estarás conmigo en menos de lo que canta un gallo.- dijo muy seguro de si mismo.

-¿Eres un idiota, sabías?- lo golpié en el brazo.

-Ya sé, ya sé. Me lo llevas repitiendo toda una vida.- dijo parándose- Iré a hacer algo de vida social, ya que necesitaré algunos amigos. Vine aquí para quedarme, Jay.-y diciendo eso, se marcho.

simplemente no me importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora