Capítulo 1: "Liam Turner"
Camino por el gran pasillo del instituto Farewell High. Mis converse anteriormente blancos reflejan manchas marrones de todas las veces que he tropezado en el charco de lodo de la casa de Gina. Uso unos shorts hasta las rodillas, mi blusa blanca con un estampado que lee "I'm fabulous, biatch" y mi cabello está atado en una coleta desastrosa.
Llevo mi mochila colgando de un brazo, cada paso que doy más cercano que el anterior y solo pienso una cosa mientras camino:
Voy tarde a la reunión del squad.
Probablemente van a matarme. No literalmente, pero sí haciendome pasar el ridiculo gritando frente a la cafetería entera. Si llego cuatro minutos más tarde de lo normal, Liam Turner tomará mi silla prestada —o eso dice hacer— y me dejará de pie recargada en la ventana frente a nuestra mesa. Su nivel en la sociedad es tan alto que no puedo hacer nada al respecto. Si muevo un dedo mío en su contra, la mitad de las chicas del instituto... más bien tres cuartos de las mujeres se me echará encima, independientemente de que él tiene una novia y ha sido oficial —aún no se sabe si formal— desde que entré a éste instituto.
Acelero mi ritmo cuando mi celular vibra y me indica que son las doce con quince.
No sé cuanto más tiempo paso caminando, pero cuando llego y abro la puerta de nuestro punto de reunión, solo un grupo se queda observandome.
—¡Joleen Vertmont Hills! ¡Mueve tu traste hacia aquí ahora mismo! —Olivia se pone de pie y apunta con su dedo índice a mi silla, que sorprendentemente sostiene el bolso de ésta.
Están en la mitad de una reunión muy importante al parecer. Agito mi cabeza con mis ojos desenfocados y camino hacia ellas con rapidez. Sólo están cinco de las ocho que somos.
—Joleen, tienes suerte de que Liam no haya llegado. Ya ves cómo se puso la semana pasada.
Olivia se refiere a la vez que Liam llegó y arrebató la silla en la que yo me siento normalmente —que esta vez decidieron cuidar mis amigas— y la llevó a su novia Stacey que no tenía lugar en las gradas para ver su partido número 92, y no estoy exagerando. Llegué a la cafetería dos minutos después de esto. Olivia fue la más afectada. Se enojó conmigo por llegar tarde, después con Liam por ser tan arrogante para su propio bien y después con Stacey por no tener cerebro. A mi me pareció una situación bastante comica, sobretodo con Olivia tan estresada por algo tan tonto.
—Sí... no volveré a llegar tarde. Lo prometo —miento, pues estoy segura de que volveré a hacerlo. Y el resto del squad lo sabe demasiado bien.
Olivia asiente.
—Bueno, volviendo al tema antes de que llegara Joleen —dice Gina—. Hay que salir el viern–
Ella no deja de hablar en realidad, pero es lo único que escucho, pues la puerta se abre de golpe y todas giramos nuestra cabeza 180º hacia ésta. Es un chico alto completamente empapado. Lleva una camisa del equipo de basketball y su cabello chorrea —no sé si de sudor o agua. Lleva una toalla blanca recargada en su hombro izquierdo. Liam Turner.
—Hablando del demonio —dice Olivia e imagino que cruza los ojos.
Lo siguiente que escucho son los suspiros de infinidad de chicas, algunas hasta nuevas en el instituto, cosa que me causa rabia y algo de asco. Saco la lengua y niego con la cabeza con la nariz arrugada y me volteo, consciente de que Liam no me está viendo.
—Está bien guapo —oigo a Diana decir frente a mi. Su cabello azabache corto atado en una media coleta—. Me gusta.
—Te gusta todo el mundo —le contesto rodando los ojos y me muevo un poco incómoda al sentir a Liam pasar detrás mío y escurrir parte de su agua–sudor en mi espalda. Me estremezco y lo ignoro. De todas formas él no sabe que existo. Ninguna de mis amigas nota esto, y no digo nada.
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Guerra de Squads
Teen FictionGanadora del tercer puesto en el concurso FranBaraAwards. - Joleen Vertmont y Liam Turner son todo menos parecidos. Es por eso que cuando, por accidente, se topan después de años compartiendo clase, las vidas de ambos se tornan de cabeza. Charlas i...