—Te gusta.
Me atraganto con mi café y empiezo a toser descontroladamente. Gina ni siquiera reacciona a ello. Se cruza de brazos y me mira con los ojos en blanco, como si fuera obvio.
—Vamos, es demasiado evidente. Y por lo que me dijiste, probablemente él guste de ti también.
Niego con la cabeza y pongo el café en el casillero.
Al llegar al colegio fui directo a ella a contarle lo de ayer o, bueno, casi todo. Gina brincó directo a la conclusión más absurda e irreal. Pero, ¿por qué le gustaría yo a Liam? ¿Y por qué me gustaría Liam? Somos polos opuestos y eso se nota a primera vista.
Está exagerando, eso es todo. Me llevo una mano al pecho para tranquilizar mi respiración y hablo:
—Primero que nada, yo jamás le gustaría a alguien como Liam. Segundo; no, no me gusta.
—Si lo que dices es cierto, ¿como explicas que intentó contactarte cuatro veces después de haberte dejado en casa para comprobar que te encontrabas bien?
Ruedo los ojos. ¿Qué tiene que ver eso con que le guste?
—Es lo que los amigos hacen. Se preocupan entre ellos.
—No, Joleen. Es lo que los chicos que gustan de alguien hacen.
Me cruzo de brazos.
—¿Y tú como lo sabes? ¿Le has gustado a alguien?
Hace una mueca y aparta la mirada.
—No... pero... —respira—. ¿Qué es ese olor?
—No cambies de tema.
Gina niega con la cabeza y se inclina hacia mi.
—No, Joleen, lo juro. Huele a... huele a loción de hombre. Huele a chico básico. Huele a... —se acerca a mi mochila y yo me aferro a ella mientras la olfatea—. NO.
Sujeto mi mochila con fuerza e inmediatamente me aparto de Gina. Pero ella está hecha una fiera, y se lanza sobre mí para abrirla.
—¡¡Joleen!! ¡Dame eso! ¡Dámelo!
De alguna forma logra abrirla entre rasguños y patadas, pero yo la aprieto con más fuerza y la abrazo, hasta que Gina exclama:
—¡Hola Liam!
Siento electricidad desde la punta de mis pies hasta los dedos como fuegos artificiales, y el bolso se suelta de mis manos repentinamente. ¿Qué demonios...?
El contenido de mi mochila se vacía y, con ello, el suéter de Liam.
Gina se agacha y lo toma, después me enfrenta y me lo muestra con su mano echa puño. Se la acerca a la nariz y la inhala.
—Joleen —dice con una sonrisa enorme—. Esto es de Liam.
La miro con desinterés.
—¿Y? Eso no comprueba tus argumentos. —Exclamo mientras me agacho a recoger mis cosas.
—Pero claro que lo hace. ¿Él te la dio?
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Guerra de Squads
Teen FictionGanadora del tercer puesto en el concurso FranBaraAwards. - Joleen Vertmont y Liam Turner son todo menos parecidos. Es por eso que cuando, por accidente, se topan después de años compartiendo clase, las vidas de ambos se tornan de cabeza. Charlas i...