6. Joleen vs Liam.

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El lunes por la mañana tengo una flojera terrible. Cuando mamá pisa el pedal, dejándome sola frente al instituto, suspiro y camino un paso más pesado que el otro hacia las puertas del establecimiento escolar. Mamá me trajo precisamente porque la carcacha a la que llamó mía está siendo reparada en el taller.

El viernes me divertí mucho. A pesar de todos los estereotipos e ideas que tenía sobre Liam Turner, terminó siendo que en realidad él es una persona bastante agradable —o por lo menos fuera del colegio—. Rena y Nia me encontraron con él mientras recogíamos a su hermano menor y se mostraron demasiado sorprendidas, después se echaron a reír. Me despedí de Liam algo avergonzada y nos fuimos con Emily, les conté sobre Olivia y la tuvimos que llamar para que viniera con nosotras.

Ahora estoy aquí, recordando el viernes con nostalgia y, cuando llego a la entrada, unos chillidos agudos perforan mis oídos.

—¡Liam Turner! ¡No vas a escapar, no ahora, no nunca! —Puedo ver a una rubia, su cabello atado en una coleta, tensa y emberrinchada lanzando golpes al aire como loca—. ¿Es cierto lo que he oído?

—No sé de que hablas —dice Liam, quien está parado frente a ella, fingiendo buscar en su casillero.

—Ugh, ¡estoy harta, Liam Turner, siempre ignorándome y sólo saliendo conmigo por la estúpida historieta de que la animadora sale con el capitán! ¿Sabes qué? No te voy a insistir.

—Stacey, amor, no se de qué–

—¡No te atrevas a llamarme amor! ¡Y, sí, sí sabes de qué hablo, Turner! Estuviste saliendo con una chica a mis espaldas el fin de semana.

Liam abre los ojos y después frunce el ceño.

—¿Joleen? ¿Joleen Vertmont? —Suelta una carcajada—. ¿Te refieres a ella? Dios, ¿de verdad crees que te engañaría con ella?

Ambos están en el centro de un gran círculo de gente, es probable que no sepan que ahora mismo me encuentro entre esas personas, viendo la escena.

Stacey se cruza de brazos.

—Pruébamelo.

Liam se encoge de hombros confundido.

—¿Cómo?

—Tienes el día completo. Si no lo haces, terminamos, Liam.

Como si todo estuviera planeado, el timbre suena, y todo el círculo de gente se separa quedándose en pequeños grupos, y se escuchan los murmullos. ¡Dos años de relación, y yo soy el centro del problema! Me escabullo de entre las personas al cuarto del conserje que está cerca.

Es muy oscuro. Por las rejillas entra una escasa luz, y se ven las siluetas de dos trampeadores y una escoba, también hay un recogedor y una caja más al fondo con —imagino— todos los detergentes y una cubeta.

Debe de ser un error del universo... yo jamás debí de haberme unido a Liam en primer lugar el viernes. Pero, vamos, estaba con su hermano menor, apostaría a que jamás se le había visto así de amable. Frente a mi, a través de la puertilla, unas personas corren, murmurando mi nombre. Quieren discusión, quieren pelear, o tal vez agradecerme por estar cerca de romper la relación de los dos chicos más populares, pero eso no hará que el viernes que tuve con Liam cambie. Me divertí, es verdad, pero también yo estaba a punto de arruinar su noviazgo.

¿Cómo se enteró Stacey, de todas formas? Siento que hay algo detrás de todo esto, Liam y yo prometimos no hablar de esto, así que ¿cómo sabía Stacey que yo estaba con él? Aunque ella no mencionó a Plaza Sesamo, no me sorprendería que ella supiera que estábamos ahí. Aún así, no romperé la promesa que le hice a Liam, no ahora.

Guerra de SquadsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora