·mentirosa·

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Recuerdo que nunca fui buena diciendo que no a Lila.

Conocía aquel puente perfectamente, incluso el bosque que se erguía majestuoso a su alrededor o el ir y venir de los coches.

Jugué a imaginar que sería posible sobrevivir a una caída con un par de huesos rotos o quizá con una parálisis parcial.

Ella estaba a mi lado; con grandes ojos y pelo de fuego entre gotas de lluvia.

Aproximó sus labios a los míos sin decir nada antes, al igual que había hecho yo con ella mucho tiempo atrás y di varios pasos para alejarme.

En cuestión de segundos sus manos se posaron en mis hombros; empujándome y dejé de sentir la Tierra bajo mis pies.

Kósmos. Segundo libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora