·hoy no (II)·

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Cuando logré limpiar todas las lágrimas que cubría mi rostro y calmar mi ansiosa respiración, seguí leyendo;

Los días desde que te perdí han sido mediocres, nostálgicos y vacíos, las noches tristes, angustiosas y oscuras.
Ni yo ni mi vida hemos tenido una razón de ser desde que te fuiste, así que ahora mi cuerpo yace bajo tierra y sólo tu recuerdo perdido es culpable de ésta tragedia.

Alguien dijo que no puede ser bueno quien nunca ha amado, pero yo sé que tampoco puede serlo alguien a quién el amor ha dejado malherido.

Nunca pude atarme a otra persona, créeme, aunque besara otros labios y sintiera otros cuerpos. Yo soy tuya, mi cuerpo es tuyo, mi alma y ser te pertenecen.

Sólo te pido claveles sobre mi tumba, sin visitas y lágrimas de piedad, pues suficiente dolor me causaste dejándome atrás. Y por favor, perdóname, pues cometí graves errores y estaba tan ciega de amor que no pude soportar tu rechazo y frialdad tras el accidente,

Te amo incondicionalmente, Ainoa.

Kósmos. Segundo libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora