·celosa·

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Recuerdo que la primera vez que sentí celos, los confundí con un ataque de ansiedad o algo que se le asemejaba  bastante.

Sin embargo acabé dándome cuenta de que no era más que mi sangre hirviendo, un cabreo intenso y el aún mayor deseo de que me pertenecieras sin condiciones.

No tenía nada claro por qué se había creado en mi aquello, pero hiciera lo que hiciera, y aunque las drogas y el alcohol me destrozaran la mente y el físico, sentía como ambas cosas te gritaban y exigían.

Kósmos. Segundo libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora