Wagamama na Koi 2 EiEN

EL PRIMER VERANO

EL PRIMER VERANO

- ¿Crees que les gustará?-Shouta, sonriendo, levantó con sus manos la cajita de dulces que habían comprado en un kobini; a aquellas horas de la noche no encontraron ninguna dulcería abierta-. A mí estos me encantan.

- A mi padre y a Inoue les gusta cualquier tipo de dulce, así que no te preocupes -Hiroki le correspondió la sonrisa-. Estoy seguro de que les gustará.

Shouta, contento, volvió a meter la cajita en la bolsita de cartón y siguieron andando el uno junto al otro. El padre de Hiroki los llevaría al día siguiente al aeropuerto de Osaka para coger el avión con destino a Tokyo. Ya que salía a una hora muy temprana habían decidido que pasarían la noche en la casa familiar y partirían por la mañana.

- Vaya... me olvidaba de lo pesada que era la cuesta a casa. -Hiroki vivía muy alejado del centro del vecindario-. Me gustaba mucho más la casa que teníamos en Tokyo ¿sabes? -Shouta lo miró-. Te llevaré cuando vayamos.

- ¿La pusieron a la venta?

- No; sigue siendo de mi padre. Supongo que no necesita venderla... con el dinero que tiene le da para mantener más de dos casas si le apetece. -Hiroki apartó la mirada-. Será algo extraño regresar de nuevo allí... hace más de siete años que nos fuimos.

- A mí también me gustaría llevarte a mi antigua casa... pero creo que no va a ser posible -Añadió Shouta con una sonrisa-. Aunque puedo llevarte a casa de mi prima Kotori; seguro que le da ilusión vernos.

Hiroki lo miró con la ceja levantada.

- Vaya, ¿conoce nuestra relación?

- Bueno... no se lo he dicho exactamente con esas palabras, pero creo que ya tiene que suponerlo después de todas las cosas que le he contado por teléfono -Añadió riéndose.

Hiroki y Shoutagiraron por una calle; en la estrecha carretera, bajo una farola que iluminabatenuemente el vecindario, había aparcado un coche negro. Tenía las luces delanteras encendidas y cuando la pareja pasó por la acera de enfrente comenzó a parpadear, como llamándolos. La ventanilla del copiloto se bajó despacio y al fondo, en el lado derecho del coche, había un hombre de pelo corto negro sonriéndoles.

- ¡Inoue-san! -Saludó Hiroki con efusividad por la sorpresa.

- Esta cuesta es un fastidio, ¿eh? -Preguntó con tono divertido-. Pensé que sería un alivio si me acercaba a recogerlos. -Hizo un movimiento con la cabeza-. Suban.

Emocionados, y bastante contentos por la sorpresa, ambos chicos se subieron al coche sin pensárselo dos veces. Shouta, convencido por Hiroki, acabó sentado en la parte delantera, al lado de Daiki.

- Me dijo tu padre que mañana se van a Tokyo.

- Sí -Hiroki se acomodó en el centro de los asientos traseros y apoyó los brazos en los asientos delanteros-. Es una especie de... viaje del pasado.

Daiki se rio, una risa suave y varonil.

- Shouta, tú también eres de Tokyo ¿verdad?

- Sí, así es.

Daiki movió el volante hacia la derecha y subió por un camino que llevaba directamente a la mansión.

- Me estaba preguntando... ¿por casualidad estás relacionado con Souma Mitsuki? ¿Eres su sobrino? -Movió los ojos para mirarlo y Shouta, sorprendido, se quedó algo confundido por la pregunta.

- ¿Eh? Ah, sí, bueno... ella era... mi madre adoptiva.

En esta ocasión el sorprendido pareció ser Daiki y, deteniendo el coche en los aparcamientos de la casa, se giró para mirarlo bien.