Prólogo

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Narra Gumball

Soy un estudiante de 23 años y voy en mi último año de Universidad en la especialidad de biólogo marino. Pero, como hoy no es mi día lamentablemente me encuentro corriendo por mi vida para poder llegar a la escuela a tiempo.

— ¿Me permite pasar?— el mayor me miró fulminante.

— Adelante Señor Watterson, le estábamos esperando— asentí con la cabeza y corrí hasta mi sitio, saqué mis cosas para tomar apuntes de la clase e instintivamente pasé mis ojos por la pizarra, asegurándome del tema del que trataba la clase.

— Página 127 — susurró Joe.

— Gracias — dije de vuelta.

— ¿Ya terminaron? ¿o desean dar la clase?— se quejó el viejo.

— No, no. Por favor, continúe — aseguré.

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Al salir de ahí mis amigos y yo hicimos el tonto un rato, matando el tiempo o bromeando de cualquier cosa. Nos despedimos conforme pasábamos las cuadras e irnos cada quien por su camino.

Mientras iba caminando por uno de los puertos poco frecuentados de la ciudad me detuve en el puente, atiné a sentarme en la orilla a la espera del atardecer y como todos los días me despedí del Sol escuchando alguna canción tranquila de mi móvil. Me levanté dispuesto a volver a casa cuando vislumbro algo entre las rocas de la costa.

Corrí hasta el sitio llevándome una grata sorpresa al estar frente a un chico sentado entre unos pedruscos mirando a la nada. Su cabello naranjo me resultó sorprendentemente colorido y hermoso. Contuve el aire al ver de reojo sus pupilas avellana, tan suaves y brillantes...

Sin percatarse de mis ojos curiosos bajó con tranquilidad de ahí e inmediatamente se cubrió el rostro con una capucha naranja. Le miré desaparecer entre la orilla de la playa y solté todo el aire que hasta ahora había contenido y descubrí un leve rubor en mis mejillas.

Sacudí la cabeza volviendo a poner los pies sobre la tierra pero antes de volverme a mi casa el diminuto rayo de sol que me llamó la atención en un principio lo volvió a hacer. Busqué su provenir y me encontré con algo que parecía un lentejuela verde Esmeralda.

Una pequeña sonrisa se dibujo en la comisura de mis labios, guarde mi descubrimiento en una de las bolsas plásticas que cargaba y de ahí me la llevé sostenida en la mano. Camine hacia mi cometido principal y al llegar ahí desparrame mi cuerpo en toda la mullida cama, cerrando los ojos con pesadez y dejando mi mente divagar hacía el mundo de los sueños.

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Había pasado alrededor de unas semanas desde el incidente con el chico de cabello naranja y no le había vuelto a ver por ahí. Me encontraba entre preocupado y curioso sobre su paradero, pero luego tendría que ponerme a pensar sobre ello, en éste momento debía concentrarme en la excursion y nada más.

— Muy bien chicos, reunanse en equipos de cuatro y tomen una lancha. A cada grupo se les dará una coordenada y una búsqueda específica. Todos, sin excepción, bajarán al mar. Si algo sucede tenemos a la guardia costera en los wokitokis ¿alguna duda?— nadie contestó —. Bien, vayan a lo suyo — ordenó el profesor.

— Bueno, hay que ir a recoger la coordenada, ¿no?— sugirió uno de mis compañeros.

Tomamos nuestras mochilas, los wokitokis y las instrucciones que el profesor había impreso para cada equipo.

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Hola, aquí yo "otra vez" con un nuevo fic de Gumwin >u<
Aunque estos tendrán la extensión de lo que mi imaginación y tiempo me brinden :3 por lo que creo (y espero yo 7u7) actualizaré con más frecuencia n_n sin más por el momento, me despido ;)

El secreto del tritón (Gumball & Darwin) [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora