11. Visitas Inesperadas

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Victorio

El resto de la tarde la pasamos charlando de nuestra vida. Brandon me contó todos los viajes que había realizado desde que había cumplido los años suficientes para independizarse, a pesar de que nunca lo hizo por completo hasta que se comprometió con Tomás. También comentó sobre su hermano menor, parecía tal alegre cuando me platicaba de él. Su nombre era Cristiano, tenía mi edad y era un famoso pintor en el sector de Ojo Zafirof. Nunca había escuchado hablar a alguien con ese nombre, pero no dije nada.

Después de la charla salimos a pasear y vimos una película de ciencia ficción que había estrenado hacía una semana. En esta ocurría una un suceso distópico donde el noventa por ciento de las personas del mundo habían muerto por un virus mortal desconocido proveniente del espacio, así que los protagonistas, científicos astrónomos experimentados, deciden viajar al espacio, fuera de la galaxia, en busca de la cura que podría salvar a la humanidad. Me había entretenido mucho, al igual que Brandon, solo que él se fanatizó con la película más que yo.

Al final de todo, él me llevó en su auto hasta mi casa, puso una canción de rap en el trayecto y él la empezó a cantar con una voz forzada y desafinada, haciéndome reír. Cuando llegamos a mis casa nos saludamos con un apretón de manos y entré a mi casa.

El día anterior había sido fantástico, definitivamente.

—¡Vico, concéntrate! —habló Iker, sacándome de mis pensamientos.

—Ah, ¿qué? —pregunté atontado aún por la sorpresa.

—¿Qué te pregunté? —dijo.

—Algo sobre esa Mónica, no sé —reí.

Él pegó en el estómago débilmente molesto. Me lancé al suelo, dramatizando el golpe, haciendo muecas de dolor exageras.

—Tu golpe me ha quebrado el corazón —dramaticé.

—Eres un maldito imbécil —habló con la risa entre los dientes.

—No te pongas a llorar. Bien, dime como te fue con la rubia que te acostaste.

—No lo digas así.

—¿Pero no sucedió eso?

Bajó la mirada avergonzado.

—No pasó nada.

—Mi amiguito virgen —reí—. ¿Cuándo te dignarás a acostarte con alguien?

—No encontré la persona indicada aún, tú no entiendes. Es... complicado. Ella me gusta, pero cuando me incitó a que lo hiciéramos... No pude, tuve miedo —se sinceró—. Para ti es fácil decirlo, no eres virgen hace más de dos años.

—Bien. Es tu elección.

—¿Y qué estuviste haciendo ayer? —me interrogó— Apagaste misteriosamente tu celular y no te pude contactar en todo el día.

—Solo fui con un amigo a ver una película —no le di importancia.

—¿Todo el día? —preguntó.

—Nos quedamos charlando en su casa, ¿qué más quieres que diga?

—¿Tuviste una cita? Debes estar bromeando.

—No fue una cita, solo salí con un amigo —sentencié.

— Se supone que tu novio está en coma, no deberías estar engañándolo de esta forma. Me sorprende que hagas estas cosas, bro.

—¿Te piensas que saldría con Brandon? —me tapé la boca al instante. Dije su nombre, Iker ya no me dejaría en paz.

—¿Brandon Lizarraga, el amigo de tu novio? ¿Bromeas, no? —habló él con sorpresa—. ¡Le eres infiel a tu novio con su mejor amigo!

Exquisita AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora