Hasta el día en que te vayas (NIALL HORAN)

Capítulo 37 "Clouds"

Niall se despertó a las diez de la noche, justo como había planeado hacerlo, se despertó en casa...solo. Sentía algo arder en su interior sin embargo. No estaba tranquilo, la necesitaba a su lado. Necesitaba saber que estaba bien, que recibía un buen trato, que había comido, que no necesitaba nada, que en cuestiones de salud estaba siendo atendida. Era desesperante no saberlo, consumía toda su energía. Incluso en la intimidad de sus sueños, ella aparecía con una bonita sonrisa al fondo, una sonrisa que se alejaba y mientras lo hacía la sonrisa desaparecía con ella. Niall intentaba con desespero tomar su mano, pero era evidente que no podía.
Ya no podía.

Se sentó a la orilla de su cama y miro su celular, tenía varios mensajes y llamadas. Los reviso todos intentando encontrar algún número que pudiera estar asociado a Jane pero no había nada, solo una llamada perdida llamo su atención, era de uno de los agentes secretos que había contratado. Lo contactó de inmediato, tres pitidos después y el contestó.

-señor Horan ¿en qué puedo ayudarle?
-Bryan, tenía una llamada perdida tuya ¿encontraste algo?
-ha no, es que...-Niall colgó, no necesitaba saber nada más

Estaba irritado, cansado y hambriento. Se dirigió a la cocina y miro las fresas frescas que Jane había comprado hace días, era increíble que aún se mantuvieran sanas. Se sentó y las comía con lentitud y tranquilidad, no podía y no quería imaginarse una vida entera así sin ella. Desde que la conocía por primera vez ya no quería un día entero sin ella, y cuando la beso supo que quería compartir el resto de su vida con ella. Y ahora ya no estaba, quizás era doloroso pero más insoportable era un saber que podría no volver a verla nunca más si no la encontraba rápido. Era un sentimiento atroz.

-ya no puedo más -susurro para sí mismo mirando a la ventana desde su alacena, se levanto del banquillo de la barra, tomó las llaves del cuenco, su billetera y su abrigo colgado en la entrada, y se fue
En el camino hacia el estacionamiento su celular sonó, era la persona que menos esperaba.

-¿si? -dijo cuando contestó
-¿Niall? -preguntó con esa aguda voz, el bajo las escaleras
-Melissa -contestó
-oye...¿cómo has estado? -Niall no pudo evitar rodar los ojos
-supongo que llamas porque te enteraste de todo en las noticias de espectáculos
-Niall -rezongo - quiero saber cómo te encuentras
-estoy bien -gruñó llegando a su camioneta y quitando el seguro
-te conozco y sé que no
-¿me conoces? -frunció el ceño y subió al auto -entonces perdóname mamá
Melissa sonrío -¿y qué estás haciendo?

Niall se la pensó antes de decirle, aunque sabía que ella estaba en Australia...así que no sería problema.

-estoy por ir a un lugar en Londres
-¿en Londres? Qué casualidad, yo estoy ahí
-¿estás en Londres?
-viaje de negocios, una agencia de modelare podría contratarme ¿no es fabuloso?
-claro -dijo con ironía aunque sabía que Melissa no lo había notado, metió las llaves y el motor rugió -escucha tengo que colgar...
-pero Niall, ¿podríamos vernos? Digo...ya que estamos en la misma ciudad ¿no crees?
-Melissa, tú fuiste por quien cortamos -fue directo al grano, Melissa soltó una risita para su sorpresa
-en realidad ni siquiera empezamos ¿quieres que te recuerde el porque?
-no, no en realidad -el auto se unió al conglomerado tráfico de Londres
-Niall, tú me quieres y yo te quiero ¿cuál es el problema? Peleamos por una estupidez pero ahora que podrás tener más tiempo todo será mejor
-¿entonces viste las noticias o no? -preguntó
-claro que las vi, tú y esa chica son el centro de atención

"Esa chica" retumbó en su cabeza, su nombre es Jane, quiso decir pero no podía. Quizás ya ni siquiera era necesario discutir por algo así.

-estaré en el Funky Buddha -anunció
-te veo allí entonces

.....
Claro que había paparazzis cuando él llegó, el bar era tan famoso que era normal que famosos se presentarán de vez en cuando, y cuando Niall llegó la gente le abrió paso y lo miraba como si fuera el rey del lugar. Todos conocían al fabuloso Niall Horan y mucho más con los últimos chismes que se habían generado en los últimos días.
Él estaba hay por un solo motivo, olvidar por un rato al menos, a Jane.