Hasta el día en que te vayas (NIALL HORAN)

Capítulo 74 "Happily"

Habían estado mucho tiempo separados, eso era cierto y aún más cierto era que no tenían ni medio año que se habían conocido.
¿Cómo alguien podía pasar de enamorarse rápidamente a sentir verdadero amor? Pues Jane sabía perfectamente que pasar de atracción a enamoramiento era un nivel, pero pasar del enamoramiento al amor era aún más comprometedor. Enamorarse era una emoción pero amar era una decisión. Ella había decidido desde hace mucho amar a Niall y así también Niall había decidido amar a Jane, así también diciéndole adiós a otras opciones. Y a pesar de las circunstancias y a pesar de los problemas esa decisión tenía que prevalecer siempre. Tom y Mary habían olvidado sus votos de amor...aquellos que se dijeron el uno al otro cuando se casaron. Tomar la decisión que cambiaría toda su vida, elegir esa opción...elegir a esa persona.

Tom había decidido regresar de Francia, se había dado cuenta de que sus decisiones no eran sus decisiones y sus sueños no eran sus sueños. Todo lo que quería se encontraba en Inglaterra. Incluyéndola a ella...
Se decidió una noche en que leyó una de las tantas cartas que ella le había enviado, Becca reconocía sus errores pero sobre todo reconocía que en esas cortas semanas se había enamorado perdidamente de Tom y que lo extrañaba de sobre manera.
Quizás comenzará una rivalidad entre él y sus padres pero el solo hizo lo que creyó correcto.
Después de un año ambos se casaron en una ceremonia privada en la que literalmente hablando, se celebró en secreto.

-¿los abuelos nunca lo supieron? -preguntó Molder frunciendo el ceño
-lo supieron...ese mismo día
Jane sonrío de lado, por fin comprendía el porque de que sus abuelos estuvieran tan distanciados siempre -pero supongo que valió la pena ¿no?
-y dejaras a tu padre y a tu madre para ser una misma carne -sonrío -incluso es un mandamiento del cielo cariño...
Molder palmeo su hombro -creo que hiciste lo correcto viejo
-los veo a ustedes -sonrío -veo a su madre...y sé que tome la decisión correcta

-¡de acuerdo! -dijo Kawinsky apareciendo de nuevo -ya llegaron por ustedes...tuvieron suerte -exclamó con una sonrisa tonta
Tom le lanzó una mirada asesina mientras esté desaparecía por el pasillo.
-¿quién habrá venido? -se preguntó Jane justo cuando la primera figura aparecía

Era Mary, asombrada y con lágrimas en su rostro, Tom se levanto rápidamente de su lugar para ir a su encuentro. Ambos se miraron un instante y como si se leyeran las mentes se acercaron el uno al otro y prácticamente ignoraron a sus hijos que realmente solo admiraban la escena con cariño y ternura. Cuando los dos se tuvieron de frente se abrazaron, fue un abrazo de esos en los que parece que jamás se soltarían y también fue un abrazo para compensar los muchos otros que no se dieron en un largo tiempo, estaba cargado de significados, pero el más importante de todos era el amor.

Molder alzó las cejas -eso me hace extrañar aún más a Sandra

Y justo en ese momento como si le leyera la mente ella apareció, aunque no sola sino con Alison y Drew, la pequeña grito de emoción al ver a su padre y este se levanto en un segundo con los ojos como platos. Fue a cargar a su hija y corrió hacia Sandra que sostenía a Drew, depósito un beso en todos y se abrazaron en una especie de unión familiar. Era encantador.

Jane sonrío y no pudo evitar suspirar. Miro al suelo unos instantes, era cierto que estaba feliz por sus padres y por su hermano, al fin todo volvía a encajar...pero no podía evitar extrañar a....

-¿Jane? -escucho su voz

Parpadeo un par de veces intentando descifrar si no era un juego de su propia mente. Pero no...él estaba allí y por fin después de mucho tiempo, podían mirarse y decir que todo estaba bien.
Jane se levanto lentamente como si aún fuera un sueño, y dio un paso y él dio un paso, después ambos dieron el segundo y después el tercero, hasta que corrieron a su encuentro, uniéndose ambos en un abrazo y un beso que lo sellaría todo. Felizmente al fin.

-te extrañe -fue lo primero que dijo Niall y también lo último, no hicieron falta muchas palabras, las lágrimas corrieron y los besos sobraron