Hasta el día en que te vayas (NIALL HORAN)

Capítulo 15 "Moments" (2/5)

Hace algún tiempo.

Me senté a la orilla de la cama, el aire olía levemente a Almizcle. Lo demás estaba ocupado por humo de cigarrillo, y una ligera capa de alcohol.

Ryan había puesto "Unchained Melody" en la vieja radio para que el ambiente pareciese más romántico, menos monótono, pero sabia que quería reducir mis dudas y mis miedos. Me había traído un ramo de rosas preciosas y esa carta detallando lo mucho que me amaba. No podía decepcionarlo, tenía que demostrarle que también lo amaba.
Me revolví las manos en el regazo, estaban todas sudorosas. Me levante y fui al tocador del hotel.
Era un hotel barato, apenas lindo. Pero de seguro Ryan había invertido todos sus ahorros en esto...no podía decepcionarlo.
Me mire al espejo, no paraba de respirar irregularmente, tenía miedo.
Arregle mi cabello y pensé un momento en recibirlo con solo la lencería que Lizbeth me había hecho comprar. Pero era tan penoso, realmente prefería esperarlo.
Ryan había ido por algo de beber y regresaría pronto. Mi mente se comenzaba a desplazar a otros lados. Había tenido una pelea con mama antes de venir aquí con la excusa de una pijamada en casa de Liz. Pero ella estaba de mal humor porque había tenido una pequeña riña con mi padre.

No quería arrepentirme, pero ya lo estaba haciendo.
Soy una cobarde ¿verdad?
Todas mis amigas ya lo habían hecho, tenía que hacerlo también.
Además amo a Ryan, lo amo.

Dios!, no puedo...yo no...

-ya estoy aquí! -era Ryan entrando por la puerta con una botella de vodka en su mano derecha
-pensé que sería champaña -señale intentando ocultar mi nerviosismo
-celebrar con eso no es tan divertido -azoto la puerta tras el y se plantó delante de mi -te amo Jane -profirió con esa sonrisa torcida tan suya -¿porque no traes las copas que has traído?

Asentí y fui por ello, las había tomado a escondidas de mi madre. Por suerte no lo notaria nunca, o no al menos hasta que las devolviera a su lugar en la alacena.

-te he traído algo mas -gritó abalanzándose sobre la cama
-de verdad? -pregunte entusiasmada yendo hacia el -¿que es?

Ya comenzaba a adivinarlo. La semana pasada había visto en una tienda un bonito peluche en forma de koala color turquesa, era tan adorable y además de mi color preferido que había estado diciendo toda la semana que lo quería. Seguro Ryan lo había comprado. Y mas porque mi cumpleaños seria en una hora. En una hora seria mi cumpleaños.

-esto -y saco de su bolsillo una tira entera de condones, intente no borrar mi sonrisa
-pensé que ya habías traído uno
-lo olvide -se encogió de hombros -ah! Dame eso -señalo las copas y se las di -perfecto, esto será fabuloso ¿no crees?
-claro que si -suspire con miedo, y vaya que el lo había notado ¿porque tengo que ser tan malditamente obvia?
-Jane, ¿todo bien? -se sentó en la cama al mismo tiempo que la canción en la radio cambiaba a "Woman In Love" de Barbra Streisand- no estarás arrepintiéndote ¿verdad?

Y...¿y si lo admitía? Quizás podríamos pasar un buen rato sin tener necesidad de...

-Jane, cariño...he gastado toda mi plata en esto, no lo arruines -murmuro y se acercó a mi rodeando la cama, me tomo la cara con sus manos y me dio un beso salvaje, demasiado para ser introductorio, brusco y sagaz, quise apartarme pero cuando estaba a punto de hacerlo el lo hizo antes y sonrío -déjame servirte una copa para que te relajes

Me toque los labios hinchados en cuanto se alejo, su sabor ya contenía tequila. Quizás había pasado a tomarse algunos tragos con sus amigos antes de venir aquí. No le di importancia, esto era un acto de amor ¿no es así?
Más pronto de lo que pude asimilar Ryan regreso con la copa llena y me la dio. El también se había servido la suya.