Cole entró a la habitación sollozando.
Al abrirse la puerta con un rechinido, la luz del pasillo iluminó el recinto, dejando ver apenas la cama en el centro de la habitación.
Apaciblemente, alguien dormía en ella. Cole lo contemplaba sin decir palabra, se limpió las mejillas y al ver que la otra persona dormía sin ningún problema decidió no despertarla.
Regresó al pasillo ahogando un llanto en la garganta y con temor volvió a su habitación.
La puerta se abrió entre las penumbras, y con temor la cerró tras de sí. Se volvió a meter a la cama cubriéndose con las sábanas mientras temblaba.
No se atrevió a cerrar los ojos, pues esa pesadilla le había dejado mal sabor de boca. Siemrpe había creído que a esa edad ya no tendría pesadillas.
Se quedó mirando a algún punto en la negrura de su habitación, y a más no poder, se echó a llorar contra la almohada. Poco sabía que otra persona lo escuchaba desde fuera.
Estaba muy inverso en su llanto como para escuchar cuando la puerta se abrió. Sintió un movimiento en su cama y al darse cuenta que no era por sus acciones se dio la vuelta entre el terror y las lágrimas.
La luz del pasillo le dió en el rostro. Iluminando más sus ojos de un naranjo vivo que al principio miraban la sirueta frente a él con temor.
A los pocos segundos, sus ojos enfocaron a un chico de su misma edad, de cabello rubio y tez blanca, sus ojos azules brillaban en la obscuridad.
Él lo miraba preocupado, sin embargo al escucharle llorar a estas horas era fácil deducir la razón.
-Zane... -gimió su nombre.
Al escucharlo, lo miró con ternura y le sonrió.
-Ya... Ya....-le decía para calmarlo.
Subió a la cama y de rodillas se acurrucó junto a Cole. Este último no tardó en comenzar a balbucear entre el llanto sin dejar de verlo con sus orbes naranjas.
Zane se acercó a él y lo tomó entre sus brazos, obligándolo a esconder su cabeza en su pecho.
Un beso en la frente bastó para calmarlo. Y decirle que se quedaría a dormir junto a él esa noche fue suficiente para lograr cesar sus lágrimas.
Y así fue. Zane lo tomaba por la cintura, mientras Cole aún hipaba con frío en su pecho.
-Gracias, Zane -le dijo el chico de doce años.
-Descansa -le respondió el otro.
Nunca hubiera tenido en valor de llorar en el pecho de alguien. Ahora no quería llorar en el de nadie más.
Sólo en el de él.
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Hola hermanas fujoshis (y fundashis si es que hay). Esta es la primera vez que hago un libro exclusivamente de Yaoi y que mejor que empezar con mi pareja favorita ColexZane (Glacier).
Agradecería mucho si le dieran su voto, para saber si gusta.•~Un capítulo largo para que no se agüiten~•
Nos leemos pronto!!
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Fragmentos | Glacier | TERMINADA
RomancePequeñas partes, citas o fragmentos Glacier. Algunos serán más cortos que otros. Algunos ocurrirán antes o después, nada cronológico. Y quien sabe, tal vez habrá algunos que no sean precisamente uno sólo. Pero al final estos dos siempre acabarán jun...