•°•~TREINTA Y SEIS~•°•

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Zane se levantó de la mesa, ignorando la mirada de Cole.

-Creo que debería retirarme.

Cole puso los ojos en blanco, y no tardó en ponerse de pie para tratar de detenerlo.

-Tu no vas a ninguna parte hasta que las cosas queden claras aquí -objetó molesto.

-¿Que quieres dejar en claro? -la voz de Zane denotaba cansancio.

-¿Yo? -exclamó -Tu eres quien debe diferir aquí.

El rubio se sintió indignado, no pudo explicar por qué, pero claro estaba que lo hacía con facilidad. El otro, apesar de mirarlo con seriedad, denotaba en sus ojos algo de tristeza.

-Tu me gustas, yo te gusto ¿Cual es tu  problema? -le alzó la voz.

Zane no respondió.

-¡Dime algo!

-¿Qué dirá la gente cuando se entere? -también subió el tono, alterado.

Cole alzó los brazos.

-¿Desde cuando te importa lo que piensen los demás? -gritó -¡Que se vallan a la mierda!

-¡Ya basta! -lo reprendió un empujón por los hombros.

El pelinegro se volteó, con ganas de golpear la pared con los nudillos. Zane, por su parte, quería golpearse a sí mismo.

-Es... Complicado -dijo rompiendo el silencio.

Cole no parecía tener planes de mirarlo.

-¿Que es tan complicado? -le preguntó con cierta rigidez.

-Es que por un lado me gustas...

-¿Y?

-Y por el otro te amo.

Fragmentos | Glacier | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora