Nota #16

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Alec:

El domingo por la mañana llego sonriente a la biblioteca, ya no me importaba que me vieran entrar, Theo tenía razón, estábamos en último año ya la popularidad no importaba, ahora sólo quería leer la nota de Ann. Paso y saludo a la señora Brennett, la pobre vieja no se acostumbraba a verme por aquí, estoy seguro de eso.

—Alec.— la voz de Brennett me sorprendió y la voltee a ver. Me hizo señas para acercarme a su mostrador—. Ann me preguntó sobre las notas y si sabía quien lo hacía.- me miro seria esperando una respuesta pero yo estaba ocupado entrando en pánico, estaba seguro de que Brennett me odiaba y le dijo quien era.

—¿Qué le dijo?— pregunté con temor. No es el momento de que ella sepa quien soy.

—Que si sabía, pero sólo eso.— se apresuro a añadir, estoy seguro de que vio el pánico en mi mirada—. En mi opinión deberías actuar y dejar esa tontería de la notas. No dejes que nadie te la quite, es una buena chica.

—Lo sé, señora.— le dije en un susurro. No era tonto, había visto como ese chico pelirrojo la miraba.

Dándole una sonrisa apretada a Brennett, me doy la vuelta y voy a buscar la nota.

Cuando llegué a la mesa y vi la nota, quería hacerle un regalo a Ann, pero al ver lo que escribió en su nota sobre el pelirrojo me desánimo por completo así que sólo me límite a responder las preguntas. Brennett tenía razón, debía actuar ahora.

Hola Ann,

-03 de Diciembre.
-Tener valentía, me gustaría eso. Ahora más que nunca.
-Verde.
-Vainilla.
-No he leído mucho así que no lo .
-Hasta el momento The Hunger Games.
-Me encantan los sándwich de Subway.
-No, pero buen intento.
-Conocer a mi mejor amigo, sin duda.
-No creo que me haya pasado algo trágico para considerarlo como lo peor.
-Creo que a veces hay que mantener la mente abierta y conocerles, algunos de ellos no apestan totalmente.

Es bueno saberlo, Ann. Felicidades.

-A.

Después de eso, salí tan rápido como pude de ahí. Odiaba ser tan cobarde, odiaba esta situación, odiaba no poder ir y decirle a Ann lo que sentía. ¿Quién diablos llora de frustración escribiendo una puta nota? Yo soy ese quién. Tan patético.

***

Brennett:

Miré a Alec salir de la biblioteca tenso y murmurando para sí mismo, levante una ceja hacia él pero ni siquiera me miro. Como la vieja chismosa que era fui a ver de que se trataba todo el alboroto que se traía ese niño, era tan terco y obtuso; le recordaba a su difunto marido.

En la mesa encontró la nota que Ann había dejado y la suya junta a ella. Hombre, la chica estaba conociendo a alguien, un poco de tacto no hubiera estado mal para decirselo. Me sentí mal por el chico, estaba tan clavado por ella.

Con un suspiro dejé las notas ahí y me sente en mi lugar habitual.

—Oh, Harold, ¿por qué estos niños son tan complicados?— suspire mirando hacia la foto de mi Harold sonriente y sonreí.

Tú Camino Coincide Con El Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora