Hasta que sólo me quedaste... Tú. (Jb y tú)

14.

Justin Point Of View:

Andrea era morena, delgada, ojos marrones oscuros; la había conocido en el Meet and Greet, era de las primeras que habían pasado, y aunque sabía que no era mi fan, era guapa. La escribí un Whatsapp diciéndola que ya estaba llegando, y me contestó que ella ya estaba allí, comprando en el Bershka.
Ésta era rica.

Andé por las calles centrales de aquella ciudad, y pensaba en los momentos en los que yo no era famoso, y andar por esas calles era, simplemente, andar; nadie te conocía, nadie te pedía fotos, o nadie te perseguía pidiéndote una foto.... Aquellos si que eran buenos tiempos.

-¡¡Heeey Justin estoy aquí!!

-Ya te he visto Andrea, no hace falta que grites mi nombre para que se enteren todos.

-Ay vale... Bueno ¿qué tienes pensado hacer? A mí me gustaría ir de compras.

- Lo que la señorita quiera.- mi madre siempre me ha enseñado a cómo tratar a las mujeres, y a no llevarlas la contraria. Gracias Pattie

Estuvimos todo el tiempo de tienda en tienda, y acabé con 5 bolsas en mis brazos; parecía un mulo de carga. La invité a comer al KFC, descubrí, que detrás de esa fachada de "osea soy la mejor y estoy con un famoso" había una humilde chica. Me despedí de ella con dos besos, la dejé las bolsas en el maletero de su coche y me fui.

4 menos 10 de la tarde

Llamé a Marta, y me dijo que si podíamos quedarnos en su casa que se encontraba mal; acepté y conduje hasta su barrio.
Golpeé en la puerta del chalet, y me abrió la puerta ligera de ropa; me cogió de la camiseta y tiró para adentro. Cerró la puerta y me empujó contra el sofá, ¿quería guerra? Pues la iba a tener.
Nos juntamos en un casto beso, se puso a horcajadas encima mía, restregándose contra mi erección. Era una z*orra de cuidado.

- Y dime Justin... ¿Quieres seguir?

No pensé con la cabeza, si no con mi pene.

-Sí -dije, y la agarré el culo.

Gimió en mi oreja y me puso muy cachondo; la quité la única camiseta que llevaba, desabroché su sujetador mientras ella peleaba por bajar la cremallera de mi pantalón.
A los dos minutos me la estaba follando como a ninguna, era una perra cuando vino al M&G y lo que sospechaba, en la cama también lo era.