Capítulo 3

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- Oh mierda.
Me levanto sobresaltada porque se que no es bueno pero no logro recordar por que.
En esos primeros días de laboratorio no solo me hicieron pruebas, también tuve pequeñas visitas de Arles Black, el hijo del presidente, él es el jefe de todo esto. Quiero que muera. Por su culpa estoy viviendo este infierno, por su culpa mis padres ya no estan, por él tengo un trece tatuado en la piel.

Aiden sigue frunciendo el ceño.

Viene a mi cabeza un recuerdo, uno de los días en los que Black hablaba y hablaba y yo simplemente quería dejar de existir.

Ahora ya se que me van a controlar.

- No lo entiendo.

Suspiro he ignoro el comentario, ya se lo he explicado dos veces pero sigue sin procesarlo, si estuviera en su lugar estaría igual, necesito pensar, tener la mente relajada pero es imposible. Aiden no me presta atención, solo mira el número y finge escucharme.

- Haber, cuando llegué me explicaron para que servía, nunca pensé que podrían hacermelo a mí, sino que era como una amenaza más, y eso, para ellos era algo repugnante pero que les servia de ayuda, mas bien me lo mostraban para asustarme.
Se me hace raro hablar con alguien pero en verdad me está resultando demasiado fácil, aunque Aiden es un grano en el culo, me ayuda a reflexionar en voz alta.

- No es tinta normal, esta modificada para poder mezclarse con la sangre y poder recorrer todo el cuerpo. No estoy segura de como es posible pero sé que tienen que inyectarte una especie de células en el cuerpo para que todo funcione y se conecte sino lo hacen sueles morir, es como un pequeño dispositivo de rastreo pero mucho mejor.

- ¿Y para qué coño quieren hacerte eso? Ya te tienen encerrada ¿no?

- Pero esto es muy diferente, además de saber mi localización pueden saber como estoy por dentro. El tatuaje permite mostrar ciertas emociones a la vez que todas mis constantes vitales. Pueden saber si mis pulmones van bien, si mi riñon funciona o incluso saber si me corazón va a fallar en algún momento.

Soy consciente de lo que digo cuando voy oyendo las palabras salir de mi boca, todo encaja lo que aquella mujer me inyecto tiene sentido ahora. Tendría que haberme resistido, pero hubiese sido inútil.

Ellos siempre ganan.

- ¡Esto es una putada joder! - Grita Aiden exasperado dando un golpe con los nudillos a la pared, no entiendo su reacción a el no le influye .Me quedo helada y me doy cuenta de que aún no conozco los planes que dice tener.
- ¿Cuando nos vamos?

Empieza a ensanchar su sonrisa mientras lo miro expectante. Tose disimulando una risita y suelta lo peor que podía decir.

- Tienes que conseguir hablar con Black.

- No.

Digo cruzandome de brazos, ese tipo me da asco. Aiden suspira y se coloca a mi altura.

- Tienes que hacerlo, se mantendra ocupado contigo, así yo tengo tiempo de perfeccionar el plan. Black es un lame culos y aunque te duela admitirlo preciosa, el tuyo es su favorito.

- Puedes quitar esa estúpida sonrisa y decirme de una vez el plan.

Suelta una carcajada e inmediatamente voy hacia una esquina y me acurruco preparada para ocultarme en mi caparazón, estoy cansada de todo.

- Me gusta cuando me regañas.

Ruedo los ojos y escondo la cara entre mis rodillas.

- Pegame

- ¿Qué?

- Hazlo, a ti te llevarán con Black, con suerte a mi me darán una paliza, así podre averiguar por que pasillos esta la salida, van a darme paseos asi que sera fácil.

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