Trece

Capítulo 6

Aiden golpea la cabeza del putrefacto ser como puede centrando la atención de esté en él y se lanza a una velocidad inhumana sobre su cuerpo tirandolo al suelo.

Sujeto una de las pistolas y disparo tres veces a su espalda, pero no pasa nada. Gira su mirada hacía mí y en menos de un segundo me estampa en la pared golpeando fuertemente mi cabeza con un marco y haciendo que se me nuble la vista.

Le intento golpear con todas mis fuerzas pero me tiene paralizada, acerca poco a poco su boca a mi clavicula, relame sus asquerosos labios y gruñe al morderme.

Estallo en un sofocante dolor, grito intentando zafarme de su agarre pero me arde todo el cuerpo y caigo al suelo.

Busco desesperadamente cualquier herida o rastro de sangre en mi piel, pero nada, una imagen de mi padre recorre mi mente y al instante se desvanece, noto debajo de mi palma la forma de la cicatriz formandose en mi cuerpo.

Aiden aparta al cambiado golpeandolo con una silla y se coloca sobre mi cuerpo cubriendome de él, cierra los ojos y apoya su frente en la mia preparandose para las punzadas de dolor pero estás no llegan, a cambio sentimos un dolor en la cabeza y yo noto como voy perdiendome en la oscuridad, de nuevo con un único pensamiento bailando en mi mente. ¿Por qué está intentando protegerme?

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Despierto atada a un poste, logro abrir completamente los ojos y ver una figura en la misma situación que la mia.

Nos separan tres metros, no entiendo nada.

Estamos en una habitación bastante oscura, iluminada solamente con un par de bombillas.

Se abre la puerta y seis personas entran.

Todos tienen un aspecto peculiar, estan llenos de tatuajes, dilataciones y peinados escalofriantes, no es la primera vez que lo veo,incluso yo tengo más de un pendiente en cada oreja pero en ellos resulta amenazador.

Uno de ellos tienen su piel totalmente pintada, llena de huesos, sus manos brillan y su cuello esta lleno de venas, no tendra mas de veinte años.

Va hacia Aiden y mantiene la vista en la horrible espalda echa girones.

Después de unos minutos levanta la cabeza y me mira, recordando que estoy en la sala.

Retrocede unos pasos y camina para el lado contrario de la habitación, donde hay una ventana cubierta de persianas y se acomoda en una butaca.

Toma aire.

- Matadlos, ya no son útiles.

Siento el peso de todas las miradas sobre mí pero me mantengo en silencio.
Un par de chicos van hacia Aiden le desatan y intentan alzarlo pero esta demasiado herido, en vez de esperarse o dejar que descanse uno de ellos toca su espalda.

-Paraaaad.

Digo con las fuerzas que me quedan pero solo sale de mi un susurro casi imperceptible, da miedo haber vuelto a perder la voz.

El hombre esqueleto* dirige su mirada hacía mí y levanta sus cejas.

- Tengo cierta curiosidad por ti sabes -se acerca hacía mi de nuevo, me mira de arriba abajo y vuelve a su sillón- como alguien en un estado tan lamentable puede ser tan importante.

Me pilla desprevenida.

- Sin respuesta.- Afirma cruzándose de brazos.

Y un par de chicos comienzan a arrancar la piel de la espalda de Aiden.

Intento romper las cuerdas que me retuercen,ignorando el dolor de mis manos pero es imposible.

- Por favor-suplico.

Pero siguen a lo suyo.

Alguien estalla en carcajadas, los dos chicos paran al fin y me fijo en el esqueleto, a su lado un chico más o menos de mi edad, unos dieciocho años, con el pelo teñido de blanco y bastante alto no para de reír.

Se acerca y desata las cuerdas de mis muñecas, va hacía Aiden y hace lo mismo.
Le ayudan a incorporarse.

El esqueleto sonrie.

- Se lo que eres, bonitas marcas por cierto -dice a la vez que mira mi clavicula, le lanzo mi peor mirada pero parece no surgir el efecto que esperaba, al contrario una sonrisa va agrandandose en su rostro.

- Os localizamos al detectar a cuatro de los hombre de Arles por estas calles.

-Me sorprendió mucho ver como acababas con ellos Farha, quién diría que con ese cuerpo podrías cargarte a tres de ellos ¿quién te enseño a pelear así?

- Mi padre, era...era militar.

- Quiero saber por qué el hijo del presidente te necesita a ti.

- Quiere crear una nueva raza... necesita una mujer inmune.

- Tendrás que entender que esto no es juego, tengo que asegurar la vida de todo un grupo del que soy responsable y no voy a ponerles en peligro por ti, él se puede quedar.

- Ella se queda.

Ignoro a Aiden y doy la razón al esqueleto, es muy peligroso quedarme con gente, muy peligroso para ellos.

- No podéis ofrecerme nada, se va.

Salgo de detrás de Aiden. Estoy tan cansada...

-Lo entiendo.

- Tambien tendrás que entender que es muy peligroso dejarte con vida, se de lo que es capaz Black y aquí estamos seguros no quiero que eso se pierda.

Necesito descansar...estoy agotada, tan cansada de esto. No puedo más.

Desde pequeña siempre he odiado llorar delante de alguien no me gusta que se preocupen, me acuerdo cuando me escondía debajo de la cama para que mamá no pudiera verme, pero ahora mismo no puedo...no puedo más y sin poder evitarlo me hecho a llorar.

El esqueleto titubea durante un segundo pero vuelve a recomponerse.

- Lo siento.

- A mí no me jodas Eren ya ha dejado claro que no nos delataria, déjala ya.

Me sorprende ver quién lo dice, el chico que nos soltó parece cabreado. El esqueleto "Eren" parece meditarlo durante unos segundo para finalmente ceder.

- Esta bien solo quería asegurarme pero antes llevarles a que se limpien, y curarles, estan echos una mierda.

Una mujer se acerca a nosotros, el chico de antes nos intercepta y comienza a hablar.

- Soy Jay -contesta sonriendo- no hace falta que me des las gracias pero te acabo de salvar el culo- tu y yo, -me mira- nos vamos a llevar bien, -me guiña un ojo- bienvenido colega- da una palmadita a Aiden y sale corriendo.

¿se conocen?