Trece

Capítulo 14

Salgo de la habitación antes de que se despierten.

Dejo la mochila y escondo debajo de mi cama los cuchillos que he conseguido.
Annie está en un sueño profundo, nadie se entera.

Cojo una toalla y voy hacia las duchas, es un alivio que estén vacías, en este sitio no existe el pudor.

Restriego mis uñas lo más fuerte que puedo para quitar restos de sangre, y me permito el lujo de aguantar un par de segundos más bajo el agua caliente.

Oigo un siseo, apagó la ducha, suena otra vez, cojo la toalla, de nuevo suena, es un sonido peculiar es, como un silbido pero no es humano. Una extraña sensación me recorre el cuerpo, empieza a palpitar una zona de mi , el trece.

Algo quiere salir del número, empuja y desgarra, empuja y desgarra  haciéndose una salida mordisco a mordisco y una serpiente sale de mí.
No puedo dejar de chillar, hay sangre por todo el suelo, me resbala por las piernas, la serpiente se gira y habla.

- Todos tenemos un destino señorita Hens.- el animal lo repite una y otra vez, conozco esa voz, esa voz...es la de Arles Black.

El animal sale por completo de mi y se enrosca alrededor de la cadera, sube por la muñeca y sisea hasta el hombro, hasta clavar sus dientes en mi cuello.

- Farha ¡¡¡Despierta!!!

Aiden me tambalea tan fuerte que me cruje el cuello, tengo sudor frío empapando mi frente, y el cuerpo enredado en las sábanas.
Todo ha sido un sueño.

- Estabas gritando, ¿éstas bien?

Trago saliva y digo que si con la cabeza, me acaricia la espalda y me tranquilizo.

Jay ni siquiera se ha levantado de la cama.

- Chicos, ¿Alguien más tiene hambre o solo me rujen las tripas a mi?

En el comedor nos reciben como héroes, gracias a nuestra pequeña expedición hoy han podido repetir y en estos tiempos es todo un privilegio.

Uriah y Jay se pasan toda la comida discutiendo, y Annie está pendiente de no quedarse dormida encima del plato ¿pero cómo puede tener sueño?
Aiden está sentado junto a mi, los dos en silencio.

- ¿Qué soñabas?

No sé si contárselo.

- Si no quieres decírmelo no importa, yo también las tengo tranquila.

No me atrevo a decir nada así que el sigue hablando.

- En las mías no paro nunca de correr, lo hago pero no avanzo, siempre estoy solo y después de correr me doy cuenta de que no estoy corriendo, porque no puedo, mis pies están atrapados en bloques de cemento y cuando estoy tan agotado que no logro ni defenderme aparece un cambiado y empieza a devorarme poco a poco sabes, como si fuese consciente de ello y solo lo hiciera para verme sufrir.

- Eso es horrible.

No puedo ni imaginarme por lo que pasó, por lo que pasa cada noche en silencio, él también tiene su burbuja de cristal.

- Mis pesadillas son siempre igual, también estoy sola pero son tan reales que no se cuando sueño y cuando no es como si fuese una alucinación. Sueño con una serpiente, ella me habla y Aiden la voz es la de Black y parece tan auténtica....la serpiente sube por mi cuerpo hasta mi cuello y a veces cambia la forma de hacerlo pero siempre logra matarme.

Aiden piensa que decir, sé que no quiere herirme.

- No pueden compararse, no tengo derecho a quejarme.