Capítulo 13

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- ¿¿¿En qué cojones estabais pensando???

- Solo queríamos ayudar...

- ...y dar una vuelta para variar.- Aiden no ayuda, solo está intentando picar a Eren, yo guardo silencio no estoy preparada para enfrentarme a lo que se viene.

- ¿Qué has dicho Aiden?

- Nada.

- No te he oído.

- QUE NADA, NO HE DICHO NADA JODER.

Eren esta apunto de desafiar a su hermano pero se relaja y vuelve a hablar.

- Mirar se que os mola eso de salir sin permiso y vivir al límite, pero si yo digo que no se puede hacer, no se hace.

- Tú no nos puedes prohibir nada, no eres el puto rey de este sitio, aunque te lo creas...

- No Aiden no soy el puto rey, soy el que se encarga de que tengas un plato para comer o el que hace que te puedas vestir por las mañanas y joder también soy el que te da un puto colchón en el que dormir.

- No te equivoques tu eres el que ordena a la gente para que podamos tener todos esos privilegios o sino vete al almacén, corre a hablar con Peter si tan listo eres y pregúntale quien ha sido el que ha traído cientos de medicamentos para Sally, zapatos para que los niños no vayan descalzos, o corre ve y pregunta quién es el que a traído todas esas armas para poder sobrevivir, a ver qué te dicen....tú no arriesgas nada, somos gente como yo.-señala a Jay- como Jay, incluso como Charlie los que arriesgamos la vida mientras tú estás aquí sentado dando órdenes a todo el mundo.

- ¿Qué no arriesgo nada? Por vuestra culpa estamos en peligro todos, ponéis en peligro a los niños, a los ancianos, nos poneis en peligro a todos, que hubiese pasado si en vez de cambiados os hubieseis tropezado con Black, ¿dónde crees que estarías ahora mismo? ¿donde estaría Farha? Porque por lo que veo aún así ella no ha salido sana de vuestra expedición.-Aiden baja la cabeza, no puede mirar a su hermano.- Por vuestra culpa yo lo arriesgo todo.

- Tienes razón, no debería habérmela llevado.- y se va de la habitación.
Eren sale poco después y volvemos a quedarnos Jay y yo solos.

- No ha sido culpa tuya Farha.

- Podía haber estado más atenta, me mordió por mi culpa, es....esque mire hacía tras,no sabía si me estabais siguiendo o no y me...me asusté Jay...me asuste por eso me mordió, cuando abrí la puerta ni siquiera... mi..mire.- y rompo a llorar, es demasiado.

Estuve 394 días encerrada en una celda sola, con idas y venidas de vez en cuando de personas que no duraban más de dos días nunca.
Aprendí a pensar solo en mí, a estar dormida en mi burbuja de cristal, sin nadie fuera, sin nadie dentro, solo yo. Por eso me daba tanto miedo hablar con Aiden, porque no quería que se convirtiese en mi amigo, no quería cogerle cariño, ni a él ni a nadie, y no lo pude hacer, la primer vez que me equivoqué fue con Kylie, no debería a ver arrastrado a la niña conmigo porque al final murió por mi culpa al igual que hoy casi muere Jay.

-¿Puedo dormir aquí hoy? No quiero estar sola...y no quiero que Annie me vea así, no quiero estropear nada más.

-Claro que sí preciosa, no creo que Aiden lo haga hoy aquí, así que su cama es la tuya.

A media noche nos metemos en la cama, no hemos bajado a cenar y no solo por mi, sé que a Jay tampoco le apetecía ver a nadie. Hemos estado conociéndonos mejor, Jay me ha contado toda su historia al igual que me pasó a mi su madre también se convirtió pero tuvo que matarla él, estuvo escondido en su habitación tres días hasta que decidió que no podía lamentarse más, llevo a su madre al parque en el que le llevaba a jugar de pequeño y allí la enterró.

Estuvo caminando por el barrio en busca de gente pero estaba solo, hasta que por casualidad entro en una panadería pequeñita en una plaza, se estuvo atiborrando a pasteles y cuando creyó que no podría más, preparo una bolsa con toda clase de bollitos saliendo tan rápido de la tienda que no vio a otro chico que estaba al igual que él buscando comida, se chocaron y Jay estampó todos los bollitos en la camiseta de Aiden, era la primera vez que esté se escapaba y estaba hambriento. En ese momento se hicieron amigos, Aiden pringo el dedo en la nata de su camiseta y se empezaron a reír.
Jay nunca le podrá agradecer a Aiden lo que hizo por él, le devolvió la esperanza y le dio una nueva familia, por eso son como hermanos porque se quieren como tal.

- ¿Farha?

- ¿Uhm?

- ¿Estás despierta?

- Ahora sí Jay...

- ¿Una pregunta?

- Dime.

- ¿Crees que ronco?

Le arrojó mi almohada a la cara y le da de lleno, no puedo aguantarme la risa y Jay tampoco.

- Ahora por lista me la quedo.- y me saca la lengua.

Apartó las mantas de en movimiento y voy hacia Jay en el mismo momentos que estamos tirando ambos de la almohada alguien abre la puerta y da la luz.

- ¡¡¡Que la sueltes Jay!!!

- ¿¿¿Por qué me la tiras??? Ahora te aguantas.

- ¿Qué haces aquí?

La almohada se cae y nos quedamos los dos mirando a Aiden.

- Hola hermano.

Aiden deja la mochila en su escritorio, y se quita la chaqueta. Se sienta al borde de la cama, bajando la cabeza, con las dos manos en la nuca, está cansado.

- Farha no quería dormir sola y tampoco molestar a Annie, la he dicho que se podía quedar, como tú no sueles estar cuando....

- No pasa nada.- me mira-puedes quedarte, ya me voy yo.
Se vuelve a levantar y está poniéndose la cazadora para marcharse.

-No...no hace falta.

- Podemos compartir la cama, es decir, solo si quieres.

Vuelve a quitarse las cosas y se tumba, se coloca de lado de frente a mi. Jay apaga la luz.

- Siento lo de antes, no me arrepiento de nada, sin ti seguramente Jay no estaría.-me quita un mechón de la cara,lo coloca detrás de mi oreja y cierra los ojos.

Esa noche me duermo pensando en que Aiden y yo no somos tan diferentes, nosotros nos complementamos.

Yo soy el relámpago, él es el trueno.













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