Abro los ojos, estoy en una cama, intento incorporarme pero es imposible tengo las muñecas atadas- cojo aire-.
Estoy en el laboratorio, esta diferente desde la última vez que me trajeron. Hay un par de camillas más y una mesa de metal con todo tipo de herramientas quirúrgicas, son desagrables y dejo de mirar al ver que un bisturí tiene sangre seca. Tengo una vía en la mano derecha asi que en lo primero que pienso es en quitarmela, intento arrancarmela sin éxito. Derepente la puerta se abre y un pequeño grupo de cinco personas todas ellas vestidas con batas entran. Me sorprendo al ver el mecanismo de la puerta ya que mi celda sólo tiene una gruesa placa de metal. No me doy cuenta de que me rodean hasta que empiezan a susurrar palabras que no entiendo, de vez en cuando anotan cosas y más de uno suelta una risita o un comentario irónico.
- Qué...cojónes.
Me ignoran, terminan de evaluarme y se marchan.A las dos horas viene una mujer y me inyecta algo en el brazo, noto un leve picor, no estoy segura de lo que es, pero no me resisto.
Estoy cansada y tengo ganas de vomitar, es de noche.
Por el olor vuelvo a estar en mi celda, hogar dulce hogar, no hay ni rastro de Aiden, a lo mejor esta muerto, tendría suerte si lo estuviera, supongo que es mejor así, ojalá lo estuviese yo, estoy tan cansada...
Pasan tres días y todo vuelve a la normalidad, de vez en cuando oigo murmullos a través de la placa de metal pero asumo que es mi imaginación. Al quinto día se abre la puerta y como de costumbre camino a oscuras por estrechos pasillos hasta llegar a las duchas, me doy prisa, no tardo más de unos minutos, nunca me ha gustado estar aquí, no me inspira confianza, es muy extraña la generosidad de los que mandan, vivo en una celda de mierda, duermo en un catre y apenas veo la luz del sol pero oye que dejan que me duche con agua caliente, que considerados.
Cuando por fin termino me doy prisa para llegar a mi celda y allí encuentro a Aiden recostado en el colchón, tiene la mitad de la cara teñida por un color morado, su mandíbula tiene un tono verdoso no muy bonito y con la poca luz que hay puedo ver que tiene una ceja partida, gotas de sudor corren por su frente y tiene la mirada pérdida, nunca habían echo nada parecido.
-Hola.
Al hablar se le rompe la voz y no logro decir nada, esta echo polvo pero no me permito tener lastima por el, deje de preocuparme por los demás hace mucho tiempo, le respondo con un leve movimiento de cabeza y asiento.
Se levanta no sin antes poner una mueca de dolor, me abraza, y yo no le devuelvo el gesto, la última en abrazarme fue mamá no pienso renunciar a ese último recuerdo asi qué que se joda. Pero me sorprende la actituz del chico, no me suelta aun viendo que me pone nerviosa el contacto con otra persona asi que cuando Aiden me susurra -tengo que largarme de aquí- no estoy segura de entenderle.
Se separa de mí y se deja caer en una de las esquinas del colchón, deja suficiente espacio para que mi pequeño cuerpo pueda sentarse a su lado, no quiero hacerlo pero tengo curiosodad asi que lo hago sin decir nada.
- Cuando te llevaron, no sabía que hacer hasta que se me ocurrío algo, tu misma me dijiste que nos vigilaban, asi que tuve la gran idea de llamar su atención, pensé que no sería difícil encontrar las camáras y así fue, los de ahí arriba no son muy inteligentes, rompí las camáras y me asegure de que no tenían micros.- Estoy totalmente sorprendida de lo que ha logrado hacer Aiden en unas horas, yo llevo aquí 394 días y no he conseguido ni que me miren-. El caso es que vinieron a comprobar que pasaba y me arrastraron a una pequeña sala.
Me golpearon unas cuantas veces y enrealidad disfrute con ello, deje fuera de combate a un par te tios pero luego me ataron y todo se fue a la mierda.
Querían que me mantuviera despierto para poder sentirlo todo, se les ocurrió que caminar me mantendría atento, un error por su parte, -Aiden comienza a gesticular, se pone muy nervioso y se inclina hacía mí, dejandome otra vez sin espacio personal pero a la vez va creciendo en su cara una sonrisilla ya familiar,- Farha hay más como nosotros, pude ver tres celdas más y estoy seguro de que son tan importantes como tú. - No me sorprende, esta gente es capaz de todo, sigo escuchandole con atención- pude ver a un par como nosotros, estaban muy mal fisicamente, yo diría que moribundos. Así que he llegado a la conclusión, de que eres la única inmune que queda medianamente sana y aquí entro yo, apostaría mi culo a que soy el único hombre inmune que tienen en sus manos ahora mismo y es jodidamente difícil que puedan conseguir a otro, no creo que nos maten pero cuanto más tiempo pasemos aquí mas difícil será irnos, lo que no entiendo es ¿por qué somos tan importantes, por que nosotros y no aquellos a los que ví?, y al menos que quieras ser su vientre privado y crear pequeñas razas de vete tu a saber que coño, estamos juntos en esto Farha.
Las preguntas se acumulan en mi cerebro y no se por donde empezar, no me fío de Aiden, me da un poquito de miedo la verdad tampoco nos conocemos tanto aunque si estuviésemos en la vida de antes seguramente estaría detrás de él pero no entiendo nada de lo que están planeando. Guardo silencio unos minutos para ordenar mis pensamientos, tiene pinta de ser una organización en la que "acogen" a gente inmune eso está claro, para crear una raza de...¿X-men?, sí toda la información que sabemos es esa.
Me quedo en blanco y dejo de pensar, me viene a la cabeza una pregunta que tengo desde el día que Aiden llego, ya se que es inmune lo sabía desde el primer momento, ellos no quieren una raza genéticamente defectuosa, sería estúpido hacer todo esto para nada, asi que teniendo en cuenta que Aiden es inmune sigo sin saber que son esas vendas, esas vendas que cubren la mitad de la parte superior de su cuerpo, esas vendas que ahora tienen restos de su sangre. Me quedó demasiado tiempo mirando su torso y se da cuenta, ligeramente subo la vista, Aiden me esta mirando, arquea una ceja, tengo muchas ganas de darle un golpe, pero yo no soy así, ya no.
- ¿ Por que llevas esas vendas?
Se rié en mi cara .- Después de todo lo que he dicho lo único que se te ocurre preguntarme es eso? Pensaba que eras más lista.
Y es como una bofetada que me hace volver a la realidad.
Avergonzada empiezo a levantarme, noto como se me engancha la camiseta y se sube dejando a la vista prácticamente todo mi cuerpo, me doy prisa y la agarro para devolverla a su sitio pero una mano me lo impide.Me fijo en Aiden antes de intentar apartarme, sus ojos grises se oscurecen y reflejan confusión.
¿Pero qué? Vale ya se que no estoy en mi mejor momento pienso, pero ni que el estuviera mejor. Le miro mas directamente y me doy cuenta de que esta observando una parte de mi piel, a la altura del sujetador,me pongo nerviosa, con curiosidad me fijo yo también en esa pequeñita parte, y es ahí cuando veo que tengo un trece en la costilla derecha.
- Jo...
-...derDecimos a la vez, rezó para que se pueda quitar y empiezo a frotarlo con la camiseta, me empieza a picar y la zona se irrita, es un tatuaje.
- Oh mierda.
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Trece
Teen FictionFarha Hens es una chica normal en un mundo simple y con una familia simple hasta que todo deja de ser normal. Una especie de enfermedad llega al mundo y Farha pasara de ser la chica rara a convertirse en un pilar muy importante para la salvacion...