Preguntas.

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                                                                                                                                                      16 de enero de 2009.


KangIn despertaba con pesadez por la mañana; recordar la noche anterior, cuando, una carta enviada por su padre llegaba a sus manos.


Se negaba a leerla.

No quería saber nada de él.

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que se habían visto? ¿Un año?, quizás más. ¿Cuáles serían sus intenciones ahora? ¿Debía leerla?

Definitivamente debía leerla.

- KangIn ¿Qué tienes en tus manos?- Pregunto KiBum, quien entraba a la habitación del mayor.- ¿Una carta romántica quizás?- Sonrió malicioso.

- Nada de eso KiBum; ¿Y tú no tenías clases hoy?- Contraataco KangIn; quien estaba sentado a los pies de la cama.

- Suspendieron las clases, así que estaré aquí todo el día para tu desgracia.- KiBum se sentó al lado de su hermano y señalo la carta que este, contemplaba.- ¿Por qué no la lees?- Pregunto con inocencia, al ver el rostro intrigado del mayor.

- Nuestro padre.- Susurro.

- ¿¡Que!?.- Pregunto exaltado KiBum.- ¡Dame eso!- Dijo arrebatándole el sobre blanco de las manos a KangIn.

- ¡Kim KiBum! – grito KangIn mirando al más pequeño como se lanzaba sobre esa carta. – Devuélveme esa carta en este mismo instante – Dijo con autoridad.-

- Lo siento...pero quiero saber de el – Comento KiBum con los ojos vidriosos, no habían recibidos noticias de él, desde que tuvieron aquel conflicto con HyungSeong. Devolvió la carta


- Tranquilo KiBum, yo también quiero saber de él, pero debes mantener la calma pequeño – KangIn suavizo su tono de voz y lo abrazo sintiendo como su pequeño hermano temblaba, sabía que le afectaba, él menor había sido el único que aún conservaba las esperanzas en que su padre cambiara, que demostrara una pizca de cariño hacia ellos; KangIn sabía que KiBum había quedado totalmente destrozado cuando su padre los había echado de la que había sido su casa; aquellas crueles palabras que había pronunciado aquel hombre que se hacía llamar su padre, había destrozado el corazón del menor. – Tranquilo ¿Si? – Beso con ternura la frente de su hermano.- Recuerda que a pesar de todo nunca estarás solo – le sonrió con amor.


KangIn supo que con aquella mirada que KiBum le había regalado, le agradecía por todo.

- ¿Me dejarías leerla?.-

- La leeré yo primero; y luego la leerás tu...

- ¿No podemos leerla juntos?

- No, no podemos.- Negó con la cabeza.

KangIn no estaba a dispuesto a sacrificar la poca esperanza que aun tenia KiBum en su padre. ¿Qué sucedía si la leían juntos y resultaba que palabras malas y crueles estaban escritas allí?

No. La respuesta era no.

- ¡¿Por qué?! KangIn ¡No me ocultes más cosas! ¡Dime, déjame leerla! ¡Por favor!

"Ocultar."


- No, KiBum, la leeré yo primero, y luego...

- ¡no me dejaras leerla ¿verdad?!

- Claro que s-

- Por favor KangIn, no me interesa lo que diga en sí, me da igual saber qué clase de hombre es el, solo quiero saber si está bien...

KangIn lo medito unos segundos. Abrió la boca con dificultad y comenzó diciendo indeciso.

- Está bien KiBum, la leeremos juntos...

- ¡Gracias!.- Exclamó el pequeño con felicidad.

KiBum Seco sus lágrimas y se posicionó al lado de su hermano, quien rompía el sobre que contenía dichosa carta.

Comenzaron a leer en voz alta.

Al terminar, KangIn miraba sorprendido a KiBum quien lloraba de la felicidad.

- ¡Dice que quiere arreglar las cosas KangIn! ¡él quiere verte!.- Dijo KiBum releyendo la carta.

- ¿De-debería ir?- Susurro KangIn para sus adentros.

- ¡Debes ir!, KangIn, él quiere recuperarnos ¿No te sientes feliz?

No se sentía para nada feliz; se sentía confundido e indeciso.

Si su intención era recuperarles ¿Por qué no antes?

- ¡KangIn! Debes ir y hablar con el.- Decía KiBum caminando de un lado a otro.

- No lo sé KiBum...

- ¡Tú siempre tan indeciso! ¡Odio eso de ti! ¡Vamos! ¡No seas tonto! ¡Ve a verle! No te estoy pidiendo ir contigo...- KiBum comenzó a derramar-nuevamente- Lagrimas.- Solo, solo quiero que la familia vuelva estar junta, ha pasado demasiado tiempo... y yo.- KangIn instintivamente abrazo a su hermano con fuerza.

- Lo se KiBum, iré, pero antes prométeme que ni YeSung ni HyungSeong no se enteren de esto ¿Bien?

- Pero...

- Es mejor que ellos no sepan nada, sabes bien como se ponen cuando hablamos del tema...

- Bien...¿Cuándo piensas encontrarte con él? .- Pregunto KiBum terminando el abrazo.

- Hoy mismo.

- ¿Hoy? Bromeas.

* * *

KangIn entraba indeciso al edificio en el cual se encontraba la oficina de su padre; de hecho, todo el edificio era de él.

Las piernas le temblaban; sus manos sudaban, se sentía demasiado nervioso.

Vería a su padre después de tanto tiempo, creía que ya comenzaba a olvidar hasta el rostro de este.

¿Qué clase de cosas le diría?
¿Serian sinceros el uno con el otro?
¿Podrían hablar sin gritar?

Lo intentaría, solo porque KiBum se lo pidió.

Además, aún conservaba la esperanza de escuchar buenas palabras saliendo de la boca de su padre.

Saludo a la secretaria quien lo miro sorprendida.

"Los años pasaron en ella"; se dijo KangIn al verle sonreír.

Finalmente; golpeo la puerta de la gran oficina empresarial, y paso sin esperar la aprobación de su padre.

El hombre estaba sentado frente a su escritorio revolviendo unos papeles; tenía sus lentes para leer puestos, el ceño fruncido, las manos tiriteantes.

KangIn pudo sentir como un gran nudo se formaba en su garganta.

Se quedó unos minutos observando al hombre. Quería recordar cómo se veía en ese momento; Tan callado, tan tranquilo, tan viejo, y triste.

El hombre levanto la mirada; encontrándose con los asustados ojos de KangIn, quien cerraba la puerta y ponía sus dos pies dentro de la oficina.

- KangIn.- La voz ronca y tranquila del mayor, lo hizo estremecer.

¿Lo había llamado KangIn? ¿Desde cuándo?

- Padre.- Respondió este ya más seguro.

- Es bueno verte.- El hombre hizo el gentil intento de sonreír.- Ven, toma asiento.- Señalo la silla de cuero negra que estaba frente a él.

KangIn obedeció sin decir palabra, solo tomo asiento, y se quedó observando a su padre con incomodidad.

- ¿Cómo han estado?

KangIn se negó a responder.

- En la carta hablabas de hacer las paces; pero no me cabe en la cabeza que algo así valla a suceder.

- Te explicare KangIn...todo a su tiempo, primero: hablemos, de padre a hijo.- Decía el hombre mientras se posicionaba y dejaba los papeles a un lado del escritorio.

- ¿De-De que quieres hablar? No hay nada que yo...

- ¿Nada que quieras decirme?

- ...

KangIn comenzaba a cuestionarse a sí mismo, comenzaba a dudar de su decisión.

"No sé cómo actuar frente a él."

- Bien, si no quieres hablar no te obligare.- El hombre cruzo sus brazos sobre el escritorio y se quedó en silencio unos segundos.- Todo este tiempo... Eh estado trabajando; solo y sin nadie... Me dedique a pensar en ustedes... mucho; y llegue a la conclusión, del que los necesito a mi lado, necesito recuperarlos.

KiBum, había acertado, su padre, si deseaba recuperarlos. Algo se encendió en el corazón de KangIn.

- Prometo poner todo de mí, pero necesito que tú y KiBum pongan del suyo.

- Espera, ¿yo y KiBum, que sucede con YeSung y HyungSeong?

- Necesito KangIn.- El hombre ignoro la pregunta de su hijo con frialdad.- que regreses a mi lado...

KangIn guardo silencio y medito su respuesta.

- Me sorprendes padre, nunca creí escuchar palabras tan cálidas viniendo de ti, lamentablemente... me doy cuenta que tus intenciones no son otras más que dañar a mis hermanos mayores ¿verdad?, pero conmigo no lo vas a lograr, me quedare al lado de mis hermanos, ellos necesitan de mí y yo necesito de ellos, así que si intentas recuperar a tu familia, empieza por ellos, que estoy seguro, están mucho más heridos de lo que yo lo estoy... Hay muchas cosas que aún no se...

- KangIn...

- Si tu intención era esa, es mejor que me marche, no quiero escucharte... prefiero evitar esta clase de conflictos.- KangIn se disponía a levantarse.

- ¡KangIn!, Toma asiento y guarda silencio.- El hombre volvía a ser frio y distante. KangIn se sintió herido; tomo asiento nuevamente. – Escucha, tú eres mi hijo, y de aquí en adelante harás todo lo que yo diga, y todo lo que yo te pida... Para empezar quiero que dejes la universidad esa, de mediocres, y comiences a estudiar leyes o algo similar.

KangIn abrió la boca, para reclamar, pero no se le permitió hablar.

- En segundo lugar; quiero que vengas aquí al menos una vez a la semana y me informes.

¿Qué idioteces decía su padre en ese momento?

- En tercer lugar quiero que heredes la empresa, Firma los malditos papeles.

- Si solo quieres la empresa, ¿Para qué quieres que deje mi carrera? ¿Informarte? Me gustaría saber que tramas o que es lo que tratas de decir.

- ¡Solo haz lo que te digo!, yo me encargare de los papeles de la universidad, tu solo sigue mis órdenes sin chistar.

- ¿¡Estás loco!? No, padre, no dejare de lado mis sueños, se lo prometí a mi madre, me lo prometí a mí mismo, ¿Acaso no puedes respetar solo eso?

- ¡No, no puedo!, si no firmas, la empresa se ira a la quiebra, KangIn, sabes bien que KiBum aún es menor de edad, YeSung me odia, y HyungSeong no tiene ese poder, solo me quedas tu ¡¿comprendes?! ¡No queda tiempo! ¡Solo Debes firmar, y ser un buen hijo, un buen heredero!

- ¡No te daré lo que quieres! Solo sabes pensar en tu bendita empresa.- KangIn se puso de pie bruscamente.- No sabes lo triste que estuvimos nosotros cuando nos echaste de casa, y no sabes lo feliz que estaba KiBum al recibir noticias de ti, no sabes nada... no sabes nada de nosotros ¿No importamos?¿Para ti, solo somos dinero?

- KangIn.

- ¡No!, ya basta de esto, estoy aburrido de venir cada vez que me llamas como un perrito faldero, Siempre con la maldita esperanza de escucharte decir que quieres a tu familia de vuelta ¡Que nos quieres!, solo logro que me desagrades más y más, no quiero seguir así! ¡¿Quieres tu empresa!? ¡No pienso dártela! ¡no la mereces! ¡ni como padre! ¡ni como esposo, lo que fuiste algún día!

- ¡KangIn! ¡Me harás tomar decisiones a las que no quiero llegar! ¿Sabes?

- ¡No quiero escucharte!.- Grito KangIn, para luego darse la vuelta y emprender camino hacia la puerta.

- ¿Crees que no se tus debilidades? ¿en dónde más te duele? ¡Te conozco! ¿A caso crees que no lo sé? ¡Vamos dime! ¡Si yo pierdo la empresa! ¿Qué perderás tú?.- KangIn paro en seco justo al llegar a la puerta.

- Deja a un lado las habladurías y ve al grano.

- Dime KangIn... ¿no tienes nada que perder?

- Nada.

- Y si te hablo de un tal "LeeTeuk".- KangIn abrió sus ojos en demasía y se volteo hacia su padre.

¿Hacia dónde quería llegar exactamente?.

- Ah, ya veo, me pondrás atención ahora.- El hombre tomo con brusquedad un sobre blanco que tenía en una de las esquinas de su escritorio y se lo lanzo a KangIn, Quien lo recibió con ambas manos.- Ábrelo.- Ordeno el hombre.

Cuando KangIn rompió el sobre, se encontró en él, miles de fotografías; estaba más que sorprendido, asustado.

- Lo sé todo, cada una de tus debilidades, entre ellas LeeTeuk y tus hermanos. ¿O me equivoco?

Fotografías y más fotografías, de él, de sus hermanos... De LeeTeuk

- Por supuesto, no solo las tuyas, las de ellos también...

- ¿A qué quieres llegar? ¡Habla!

- Si no haces lo que te digo, Tú y LeeTeuk no volverán a estar juntos nunca más, y yo me asegurare del que eso suceda, te lo aseguro, y sabes bien, tengo el poder suficiente para hacerlo.

- Pudiste amenazar con algo similar a YeSung, ¿Por qué me buscas a mí? ¿Quieres ganarte mi odio también?

- Porque eres débil, y crees en el amor...

- No renunciare a mis sueños...

- Bien, no renuncies a ellos, pero tendrás que renunciar al chico.

- No te atr...

- Sabes bien que tengo el poder de hacerlo desaparecer KangIn.

El castaño salió de la oficina con rapidez.

No quería escucharle, ni recordarle.

Fue grande su sorpresa cuando a su lado entro a la misma oficina una muchacha muy conocida para él.

SooYeon.

¿Qué hacia allí?

No importaba, él solo quería huir de allí.

* * *

KangIn, camino sin rumbo durante horas. Vio su reloj de mano, y de repente, eran las seis.

¿Había quedado con LeeTeuk a las siete, verdad?

Tenía algo de tiempo...

Se sentía horrible.

Llego a su casa, e inconscientemente Busco la botella de alcohol que YeSung ocultaba en su habitación.

Bebió una copa.

Luego otra, y otra...

¿Hace cuánto tiempo que no bebía así?

Desde el incidente con LeeTeuk.

¿Por qué su padre traía consigo cosas tan malas?

Sería su títere. Para estar al lado de LeeTeuk, ¿O dejaría a LeeTeuk, el chico que amaba, por seguir sus sueños?

¿Sería capaz de eso?
¿De alejarse de LeeTeuk?
¿De dañarlo?
¿De decirle, que prefería cumplir sus promesas, y sus sueños antes que estar con él?

Otras preguntas llegaban a su cabeza, cuando bebía otro trago de alcohol.

¿Por qué habría probado el alcohol por primera vez?

Ah... ya recordaba, porque el alcohol le ayudaría a olvidar...

¿Por qué habría dejado ese viejo hábito?

Por LeeTeuk.

Porque el cambio su vida.

¿Por qué se comportaba con como un niño asustado?¿Era idiota?

Lo era.

Ganas horrendas de llorar le vinieron encima a KangIn, se sentía tan culpable, al mismo tiempo triste y decepcionado.
Tiro la botella, e intento ponerse de pie; escucho la puerta abrirse.


"LeeTeuk" Susurro antes de caer al suelo.

- ¿KangIn? .- La voz de YeSung.- ¿¡Estas bien!? O por Dios, estás ebrio.- Intento ponerlo de pie.- ¡HyungSeong!, ven, rápido.- Grito YeSung por socorro.

KangIn escucho la voz de sus hermanos-comenzó a llorar.

- ¿Eh? ¿KangIn?.- Dijo HyungSeong al ver a su hermano menor en el suelo.- Hermano, ¿estás bien?.- Pregunto al ver las lágrimas que salían de los ojos de este.

KangIn negó con la cabeza. Se soltó bruscamente del agarre de YeSung y cayó al suelo sentado.

- ¡No estoy bien!.- Exclamo mientras se secaba sus lágrimas con los puños de su chaqueta.

- KangIn ¿Qué sucedió? Y ni se te ocurra ocultar nada.- Dijo con firmeza HyungSeong.

"Ocultar"

Sí, eso quería... Ocultarse a él mismo y perderse. De paso llevarse a sus hermanos con él, y a LeeTeuk... llevarlos a algún lugar en el mundo en donde ni las responsabilidades ni el dinero importasen.

Un sueño imposible.

- ¡KangIn!, por Dios, habla.- Grito YeSung desesperado.

El celular de KangIn sonó unas cuantas veces, pero ignoraron la existencia del aparato.
HyungSeong y YeSung veían frente a ellos a su hermano menor desarmado.
Lo veían desarmarse en llanto.

- KangIn.- susurro finalmente HyungSeong.- ven vamos, ponte de pie.- Estiro su mano para que el menor la alcanzase.- Te llevaremos a tu habitación.

KangIn acepto la ayuda, y firmemente agarrado de HyungSeong, se fue a su cuarto, en donde se lanzó tristemente sobre la cama... Lloro un buen rato, en compañía de sus hermanos, hasta quedarse profundamente dormido.

El celular de KangIn sonó una y otra vez, pero ninguno de los tres hermanos le tomo importancia al aparato que yacía tirado en el frio suelo de la habitación de YeSung.

Ya por la mañana del 17 de enero del 2009...

KangIn se encontraba en mejor estado.

Solo un pequeñísimo dolor de cabeza.

Despertó, y vio la hora en su reloj de mesa. "Las 7:00 am"

"A las siete"

"LeeTeuk" Se dijo así mismo, al recordar lo que habría pasado la noche anterior.

Se puso de pie rápidamente, vistió y busco su celular por todos lados sin dar con él.

Tomo las llaves de su casa y la de la motocicleta de YeSung-Quien se enfadaría más tarde-Luego salió dirigiéndose a toda velocidad al departamento de su querido novio LeeTeuk.

Al llegar golpeo la puerta unas cuantas veces, sin obtener respuesta.

"Estará durmiendo" Se dijo.

¡Ah! Él sabía dónde LeeTeuk guardaba la llave de repuesto.

Al abrir al fin la puerta del departamento. Se percató, de la oscuridad en la que se veía envuelto este.
LeeTeuk, solía mantener las cortinas y algunas ventanas abiertas a esa hora, solo para refrescar la habitación, más tarde las cerraba.
Quizás olvido poner el despertador, pues el castaño suele madrugar.
Al poner su pie derecho dentro del departamento, comenzó a dudar.

¿Qué le diría?

¿LeeTeuk le perdonaría su ausencia la noche anterior?

Claro que lo haría, lo entendería...

¿Le diría lo de su padre?

¿Cómo reaccionaría?

Entro su pie izquierdo con inseguridad, una vez dentro, cerró la puerta.

Encendió la luz, apretando el interruptor que estaba a su izquierda.

Observo desde donde estaba, lo ordenada que estaba la pequeña sala de estar.

"Es un departamento bastante grande; te esforzaste para que quedara así de bien, ¿Verdad?", Se dijo KangIn al percatarse de lo ordenado que estaba el lugar.

Recorrió el living en busca de algún defecto, o al menos hallar algo que probara la existencia de su desordenado novio en ese lugar.

No logro hallar nada.

Realmente se había esforzado, para que todo saliese bien. Pero habría sido en vano, pues su novio, nunca llego a cenar.

En KangIn crecieron sentimientos de culpa.

"Seguramente te sentiste decepcionado ¿verdad?"

Odiaba a su padre.

Se odiaba a sí mismo.

¿Cómo podía dejar que las filosas palabras de ese hombre-Si es que así se le podía llamar-Le afectasen tanto?

¿Cómo podía dejar que; la ira, la decepción y la tristeza se apoderasen de él y el resto de sus sentimientos?

¿Cómo podía ser tan débil; cuando había alguien mucho más importante esperando por él, probablemente hasta altas horas de la noche?


Ya de tanto meditar, se dirigió con sigilo a la habitación de su novio. Pensando que este dormía allí.
Una vez en la habitación, encendió la luz, noto como la triste soledad reposaba en el dormitorio.
No estaba allí. ¿Entonces donde estaba, si no era en su departamento?

Paso su mano derecha por encima del cobertor anaranjado con rayas azules de la cama fría y solitaria.

Definitivamente su novio no estaba allí.

Al salir, apago la luz del dormitorio, quedándose completamente a oscuras.

Se sintió solo, y tiste.

Con los pasos ya memorizados se dirigió a la cocina y prendió la luz.

Sus ojos se abrieron enormemente, y su corazón comenzó a latir desenfrenadamente.

¿Era LeeTeuk?

Si, lo era.

KangIn quedo perplejo al notar que el cuerpo de su adorado novio yacía en el suelo.

¿Cómo fue que no lo vio antes?
¿Había pasado por allí, no?

No, no había pasado, porque esa otra mitad de la sala, estaba a oscuras.

Y el más que nadie, odiaba la oscuridad.

Desde la cocina veía con temor a través de la puerta que daba a la sala.

Se acercó con rapidez.

- ¡LeeTeuk!.- Grito para luego arrodillarse junto al cuerpo de este.

- Por favor despierta.- Suplico mientras lo colocaba entre sus brazos.

Su cuerpo estaba frio.

Noto que a un lado del cuerpo de este, yacían en el suelo grandes pedazos de loza quebrada, y comida esparcida por el lugar, levanto la mirada y diviso la pequeña mesa decorada con el mantel blanco de bordados dorados que este le habría regalado hace algún tiempo; no se fijó en nada mas, pues le importaba más el estado de su novio.

"¿no tienes nada que perder?" Fueron las palabras que retumbaron en su mente.

Lo levanto entre sus brazos; y justo antes de llegar a la puerta de salida, LeeTeuk se estremeció y abrió sus ojos adormilados.

- ¿KangIn?.- Pregunto el castaño claro al ver el rostro aterrado de su novio.

KangIn agradeció a Dios.

Se sentía más que culpable, arrepentido.

"Si hubiese llegado antes, quizás...
No, ni siquiera eso,
Si hubiese llegado cenar,
O si tal vez,
No se hubiese reencontrado con su padre"


- LeeTeuk... ¿Estas bien?.- Pregunto con ojos acuosos.- No importa, te llevare a un hospital...

- No, KangIn, estoy bien.- Respondió atontado LeeTeuk.- No sé muy bien lo que sucedió, pero me siento bien.- LeeTeuk se soltó de KangIn y camino en dirección a su habitación, al pasar por la sala, lanzo una mirada de tristeza a la comida desparramada en el suelo.- Descansare un poco en mi habitación...y me recompondré, no te preocupes.- Aseguro, para luego tambalear torpemente, A lo que KangIn le alcanzo por detrás.

- Te, te ayudare a llegar a tu habitación.

Sin decir más, KangIn ayudo a su novio, quien daba pasos lentos y débiles.

LeeTeuk se recostó pesadamente sobre la cama.

KangIn tenía un nudo en la garganta.

Prendió la luz de la habitación, para enfrentarse con la mirada decepcionada de su novio.

Noto como el fluido rojo caía débilmente por la frente de LeeTeuk.

- LeeTeuk, ¡Estas sangrando!.- Se acercó para divisar mejor la herida.

- ¿Eh?, ¿Dónde?.- Pregunto LeeTeuk llevándose ambas manos a su frente.

- No es profunda; debiste cortarte con la loza quebrada.- Aclaro KangIn inspeccionando la herida.- ¿Tienes tiritas?

- Si.- Asintió con la cabeza.- En el baño, sobre el mueble del espejo tengo algunas.- Señalo con la mirada.

- Bien, voy por alguna.- Decía KangIn saliendo de la habitación.

Volvió en tan solo segundos.

- Te pondré esto.- Decía KangIn mientras posicionaba la bendita en la frente de LeeTeuk.- Debería llevarte a un hospital.- Aseguro KangIn mirando expectante a su novio.

- ¿Qué?.- Pregunto incrédulo.- ¿Por esto?.- Señalo su frente.- no es nada KangIn, es solo un corte.

- No me refería a eso LeeTeuk.- KangIn poso su mano derecha en la frente del castaño claro y la izquierda sobre su hombro.- Estas frio, helado, te resfriaras, te ves pálido, ¿Qué te sucedió?

- KangIn, no te preocupes, no me siento mal, al contrario, me siento feliz, estas aquí...

- Perdón LeeTeuk.

- ¿Eh?

- Si yo hubiese llegado, antes, si hubiese llegado a cenar, tal vez...

- KangIn, no sucede nada...lo que importa es que estas aquí, y estas bien.

- Prometo pasar el resto del día contigo y cuidar que estés bien.

- ¡No!.- grito LeeTeuk al recordar el día que era hoy.- Es decir, no... no es posible KangIn, recuerda que hoy saldrías con tus amigos ¿Verdad?, yo, yo, saldré con HeeChul, no puedo fallarle...

- E-entiendo.- Respondió KangIn sorprendido.- Yo... LeeTeuk, recuéstate, para que recuperes tu calor... Yo limpiare lo de la sala...Antes de irme.

- KangIn, no es necesario... Yo limpiare más tarde, tu vete, es mejor que te vayas a tu casa a descansar, tus hermanos deben de estar preocupados... yo estoy bien, no necesito que te quedes, decía LeeTeuk mientras empujaba hacia afuera a KangIn.

- No, LeeTeuk.- KangIn se detuvo secamente.- Te esforzaste mucho ¿verdad?, y yo no llegue aquí...

No le diría sus razones...

- No te ves bien, y si es lo mínimo que puedo hacer...

- KangIn.- Este se volteo para quedar frente a frente con su novio.- Cobrare más tarde lo de anoche, estoy realmente bien, no estoy enojado.

No, no estaba enojado, estaba asustado.

- LeeTeuk.

- KangIn, vete ¿Si?.- Suplico LeeTeuk.

- Bien.- Asintió KangIn.

""Fue un," no te quiero ver" ¿Verdad""

- Si sucede algo, o no te sientes bien, no tardes en avisar.- Dijo finalmente KangIn antes de salir.

LeeTeuk se dirigió a su habitación y se lanzó sobre su cama.

Se sentía horrible.

Su cabeza le daba vueltas, tenía horrendas ganas de vomitar-producto de la fatiga- se sentía débil, y peor aún, no había sido capaz de hablar con KangIn sobre el bebé que venía en camino.

¿Qué no le diría después de la celebración?

Se sentía mal ¿por ocultarle cosas?

¿Qué él no lo hacía también?

¿Por qué KangIn no habría llegado la noche anterior?

Eso, sería un misterio por ahora...

LeeTeuk, se preguntaba una y otra vez así mismo... ¿Tendría al bebé?

Aprovecharía el tiempo... le diría a su madre, y recurriría por concejo...

Sí, eso aria, ya que el más que nadie se sentía horriblemente perdido y desorientado...Además de enfermo.   



Tus palabras. (KangTeuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora