-¿Estas diciendo que esto es culpa mía?
-Efectivamente. ¡Es culpa tuya! ¡admitelo!
-Aja. ¿Yo qué culpa tengo?
-Pues, toda la culpa.
-¡Ya basta!-Grito Verónica colocándose en la mitad.-¡Actúan como niños!
-¡Ella empezó!-Joss me señalo con el ceño fruncido.
Me reí, Verónica me tomo del brazo y me llevo a una mesa algo alejada de los demás.
-Escucha. Se qué estás enojada, es entendible, pero no puedes aparecerte así. Todos aquí están pendiente de tus padres, no le dañes el triunfo y menos por Joss, y tampoco lo arruines a el, no lo merece, su único error fue quererte.-Sonrió con tristeza.
-Pero no es mi culpa, ¿o si?
-¿Realmente?-Enarco una ceja-Si lo es.-me miro un fragmento de segundo y sugirió-debo irme, te veo en la casa grande.
Asentí devastada suspirando. Mire a mi alrededor; todos conversando con copas de champán en sus manos. Mi vestido al igual que mi cabello se removían por la cálida brisa de cinco y cuarenta de la tarde, diecisiete horas que se te hacen similares a los viejos recuerdos y decisiones mal tomadas.
Camine hacia un extremo del jardín que se veía desolado, alce mi vestido azul rey hasta los talones para no tropezarme al caminar y caer.
-¡Miren quien decidió volver!-Escuche una voz femenina detrás de mi, enojada voltee.
-¡Hola! ¿La habéis pasado bien sin mi?-Sonreí.
-No te imaginas-Me miro de arriba a bajó con un dedo tocando su nariz.-California te ha sentado bien.
-No te imaginas-Imite su voz.
-¿Todo esta bien aquí?-Eduard se acercó simulando amabilidad.
-¡Claro! Si me disculpan.-apresure mi paso entre las personas hasta llegar al lado de mi madre.
-¿Podemos hablar?-le pregunte.
Paso su mano amable por mi cabello rizado y me miro tranquila y sonriente-¿Puedes esperar?-Negué con la cabeza. Mi madre se despidió de sus amigos y me llevo un poco lejos de los demás.
-¿Que tienes?-me miro preocupada.
-Mami-La abrace a punto de llorar.-El mundo se me esta cayendo.
-Cindy... No digas eso, pequeña cuéntame.-me miro.
-Es que sí te digo te vas a enojar.-hice un puchero.
-No, no lo haré.
-¡Esta bien!-suspire-Me encontré con Joss-la cara de emoción de mi mama daba risa-Pero, no me quiere ver.
-¿En serio?
-Si, dice que volver a verme fue malo para el y que es mi culpa que su padre no le dirija la palabra.
-Pero... ¿Si es tu culpa?-pregunto.
-Si.
-¿Porqué?
-Bueno yo...-mire hacia los lados-Yo termine con el y su padre cree que es homosexual.
-¿Que?-Mi mama mantuvo la compostura pero empezó a reírse, nos sentamos en una mesa y me pidió que le contará todo lo ocurrido.
-...Cuando terminamos yo no sentía nada por el, pero el no conforme siguió insistiendo, puede que yo haya hablado con su padre y pues...
-Cindy, eso está muy mal.
-¡Si! Lo se, no quiero arruinar tu fiesta pero... El padre de Joss no firmara el contrato.
-¿¡Que!? ¡Sabes todo lo que tu padre y yo hemos hecho para que ese señor firmara el acuerdo! ¡Ganaría el caso!
-¡Si mamá! ¡Pero es ilegal!
Mi madre respiró varias veces tratando de calmarse.
-Ve a la casa grande y te cambias, hablare con Steve-mi madre se fue y yo me quede allí sentada.
Steve es mi padre, realmente no se qué es tan malo en esta situación. Venir no fue tan mala idea ¿o si?
¿Que tus padres organicen una fiesta para firmar translación ilegal de un inmueble y se enteren que que por tu culpa no la pueden firmar, es malo?