[A.M]

Capítulo III

-Marie deja de verlo.- dije cubriendo mi cara con vergüenza.

-Emma, en serio, tienes mucha suerte.

-Bien ya tengo suerte. Ya vámonos Marie. -dije agarrando su brazo para jalarla conmigo.

Salimos de la cafetería y fuimos a la recepción que fuimos hace unos momentos, alrededor de la recepción hay tiendas de comida y de ropa.

-Emms, si te vas a quedar con el necesitas ropa nueva.

-¡Marie que no! Que no me gusta joder.

-Igual necesitas ropa.

-Marie no traigo de dinero.-dije suspirando.

-¿Emms cuando has pagado algo tu? Yo te lo pago no te preocupes. -dijo riendo.

-No Marie, cómprate algo tu, ya has gastado mucho por mi.

-Bien, le hablaré a Rose, ella si me va a querer acompañar.
-¿Rose?
-Mi nueva compañera de cuarto. -dijo obvia.
-Oh, bien entonces... Yo mhm me iré a mi habitación. -dije nerviosa.
-Bien nos vemos luego.- dijo feliz despidiéndose de mi.
-Oh ¡mira! Ahí está Rose. -dijo agitando las manos para que la viera.
-Rose ¡hola!-dijo Marie feliz mientras la abrazaba.

-¡Adiós Emms!- gritó Marie ya que yo ya me estaba yendo.

¿Qué es peor que ver a tu mejor amiga con otra?
No quiero sonar celosa pero Marie siempre iba de compras conmigo. Pero vamos si Marie puede hacer amigos ¿Por que yo no? Oh claro, por que soy una anti-social, joder.

Llegué a mi habitación, y comencé a buscar la llave en mi bolso, pero no estaba. Agh la olvidé adentro.

Toqué la puerta, porque yo sabía que había alguien adentro ya que hasta acá suena la televisión.

El abrió la puerta, iba a entrar, pero el puso todo su cuerpo en la puerta así que no pude.

-¿Que quieres?- dijo rodando los ojos.
-Que me dejes entrar. -dije obvia.
-¿Mierda porque con ella?- dijo más para el que para mí y se retiro de la puerta para dejarme entrar.
-Gracias.-dije entrando.
-Mhm.-dijo volviéndose a sentar.
-Oh Emma, ve a comprar cerveza. -dijo sin separar la vista del televisor y con una mano extenderme dinero.
Oh al menos se acuerda de mi nombre.
-¿Por que no vas tu?
-Joder, deja de preguntar cosas, ve. - le arrebaté el dinero y bajé a las tiendas, compré sus cervezas y volví a subir.
-Toma.- dije dándole el cambio. -Están en el refrigerador.
-Mhm.-dijo viendo la televisión todavía.