-Harry, vámonos ya-. Dijo Zayn desesperado.
-No quiero salir.
-Al menos come la ensalada que te traje-. Dijo severo.
-No tengo hambre.
-Harry, estas cambiando...
-¿Y tu no cambiarías si te pasa lo que a mi?- Dije brusco.
-Una semana Styles, una puta semana has estado sin ella, al menos olvídala por un rato.
-Te recuerdo que sigue siendo mi novia, y eso no se olvida.
-¡A eso me refiero, es tu novia no entiendo por qué estas así, joder! Mira... Te comprendo si rompió contigo pero Harry entiende que te llamará cuando esté bien.
-Zayn quiero estar solo, si no es hasta que ella me llame, llámale a James o no se pero por ahora no cuentes conmigo-. El apretó la mandíbula y me miro incrédulo.
-Bien, ¿recuerdas cuando rompí con mi novia? Tu -me señaló dolido- tu me sacaste de mi casa, tu me ayudaste a olvidarla, o al menos eso finguí solo para no preocuparte ¿entiendes?-y sus ojos se hicieron vidriosos.- yo... Yo no la he olvidado, y no creo hacerlo.
-Zayn yo...-
-Nada Harry, nos vemos luego-. Y salió de mi apartamento.
Fui a la habitación de Emma y dormí ahí, como todas las noches anteriores, ella se fue con su amiga por un tiempo, y estaba peor que nunca.
¿va a volver?
¿encontró a alguien más?
¿por qué no me quiere ver?Preguntas y más preguntas sin ninguna respuesta, y así es como dormía yo, en su cama pensándo en ella.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Desperté con un olor familiar.Es ella.
Sonreí y la apreté más hacia mi.
-Mhm-. Dijo quejándose yo sonreí con ternura y me puse encima de ella.Ella abrió los ojos poco a poco y comencé a repartir besos por toda su cara y cuello mientras ella reía como niña pequeña.
-Buenos días nena.
-Buenos días amor.
-Te extrañé tanto-. Dije abarazándola.
-Yo también-. Siguió mi abrazo.
-No me vuelvas a dejar.
-Harry...-
-Emma, por favor.
-No lo haré.
-Te amo-. Sonreí.
-Yo también.
Vi cada facción de su cara.
Sus perfectos ojos.
Sus labios que no podía esperar a besar.
Sus mejillas rojas.
Su cabello alborotado pero hermoso.
Sus delicadas manos en mi cabello.
Su sonrisa que me podría matar.
Su pequeño cuerpo bajo el mío.No puedo ser más afortunado.
-Deja de verme así-. Se tapó la cara como niña pequeña, mi niña pequeña.
-Eres perfecta-. Dije sincero.
-Tu eres perfecto-. Y al fin me besó.
Un beso con urgencia y pasión.
Ella comenzó a desabrochar mi camisa y agarre su mano.
-Quiero ser tuya-. Dijo firme, y yo sonreí.
Quite mi mano de la suya y la seguí besando mientras ella desabotonaba mi camisa y la lanzaba en alguna parte de la habitación.
