-¡Emma vamos tarde!
-¡joder,un minuto!- grité desesperada, Marie me había hablado mínimo veinte veces, estaba acomodándo mis cosas porque ayer me quedé dormida y lo olvidé.
Corrí hacia el auto y Marie aceleró, ya que la universidad esta muy lejos.
Marie es el tipo de chica que todos quieren, es de las más resaltadas en nuestro salón, simpre saca A en todo, es hermosa, no conozco a alguien que no la quiera.
Ella ha sido mi mejor amiga desde primero de secundaria, eramos y somos inseprables, no recuerdo la última vez que me enoje con ella.
Es nuestro primer año de universidad, y mi madre estaba como si me fuera a vivir a otro lado. En realidad si me estoy yendo a vivir a otro lado, pero ella me puede visitar, cuando quiera.
Mi padre nos dejo cuando yo tenía 7 años, desde entonces no lo he vuelto a ver, mi madre siempre me ha cuidado, solo ella, y soy hija única, no me molesta en absoluto, Marie es como mi hermana, todos los días está en mi casa o yo en la de ella.
-Emma llegamos.- dijo Marie dando un grito de felicidad, yo solo reí.
Estoy más que nerviosa, no se quién sera mi compañera o compañero de cuarto. Entramos en una recepción pequeña.
-Sus nombres por favor.- dijo una mujer, ella es quien nos diría con quien dormiríamos.
-Emma Roslyn Collins.-
-Marie Raley Lucker.--Vilma, lleva a Marie al 236, piso 4 ¿vale?- Marie se despidió de mi y se fué, si no voy a estar con ella al menos que este cerca.
-¿Emma?- yo solo asentí.- sígueme.
Me levanté con ella y fuimos hacia el ascensor, cuando llegamos al piso, caminamos por un pasillo largo hasta que me entregó una llave.
-Das vuelta a la derecha, tu cuarto está al final de ese pasillo.- dijo sonriendo.
-gracias.- dije devolviendole el gesto y se fue.
Seguí sus instrucciones y llegue al cuarto 213, abrí la puerta y el cuarto estaba lleno de posters de bandas que jamás había escuchado, buen comienzo.
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