Problemas de una rubia (CALM#3)

10. Sorpresa

Narrador omnisciente.

"¿Cuando dice que fue la ultima vez que lo vio?" El pequeño Eddie pregunto a su mamá. Maya se colocaba unos pendientes mirando su reflejo en el espejo y también a su hijo al pie de la cama.

"No lo se detective, me parece que a las diez de la mañana."

Ambas rubias rieron viendo como el pequeño garabateaba sobre una libreta simulando escribir lo que Maya había dicho.

Eddie estaba disfrazado como un detective, usaba una camisa de botones de Gavin que mas bien parecía una bata enorme para su pequeño cuerpo; estaba arremangada de las largas mangas más de una vez y la arrastraba a su paso. Para hacer el disfraz mas real también usaba una corbata y una placa policíaca de plástico que Maya había comprado para el.

"¡No ha visto a su gato en tantas horas!" Dijo en un grito. "Esto es muy sospechoso." El pequeño giro hacia su tía, Blake permanecía sobre la cama de Maya con las piernas cruzadas y expresión divertida. "Usted. ¿Cual es su nombre?" Dijo el niño con los ojos entrecerrados.

"Blake Ray Henderson." El niño volvió a garabatear.

"¿Conocía a Vito, el gato?" La rubia negó. "¿Sabe lo que es un gato?" Maya soltó una risita, ese niño llegaría a ser intimidante.

"Si señor." El niño volvió a garabatear.

"Bien, si lo ve por favor llámeme, tenemos a un robador de gatos en la cuidad." Dijo en seriedad caminando a la salida de la habitación junto al viejo portafolio de Gavin que arrastraba por el piso alfombrado.

"Wow." Articulo la hermana mayor. "Definitivamente es tu hijo." La menor rio asintiendo y girándose frente a la otra.

"¿Como me veo?" Pregunto alisando su vestido negro. La mayor se abanico soltando un chiflido.

"Eres la madre mas caliente de toda Filadelfia." Amabas rieron.

"Lo es." Otra tercera voz se escucho al fondo de la habitación. Gavin había salido del baño con su nuevo traje. Después de la sorpresa de encontrar a Blake en su casa, todo termino acompañado de una larga charla tomando el café, hablaron sobre el viaje y vida de los tres. Tuvieron que interrumpir la charla porque la pareja debía ponerse en marcha para la cena que tenían esa noche. "Te ves hermosa bebé." Halago y beso suavemente la mejilla de su novia.

Blake sonrió encantada, Maya y Gavin lucían como una de esas parejas a las que se podía llegar a envidiar, ambos estaban tan enamorados que sus ojos parecían una especie de show pirotécnico al verse.

"No quiero dejarte sola." Dijo la menor haciendo un puchero. "¿Y si vas tu y yo me quedo con Blake?" Le dijo a Gavin. "Acaba de regresar y es su primera noche en la cuidad."

"No." La mayor de inmediato se opuso. "Yo vine sin avisar, ustedes tienen planes, no los interrumpan por mi." Le dijo con una sonrisa sincera, en verdad no le molestaba. "Y no estaré sola, me quedare con Eddie resolviendo el misterio del gato."

"Bien." Maya sonrió caminando hasta su hermana quien se había levantado de la cama. "Estoy feliz de que estés aquí." Blake sonrió abrazándola una vez mas.

"Arruinaras tu maquillaje, para de llorar." Le pidió besando su mejilla. "Muy bien es hora de que vayan a esa cena tan importante."

...

"Es lindo." Dijo Eddie mirando la fotografía de Klaus, la mascota de Blake. "¿Hace trucos?"

"Da la patita y sabe rodar." Le dijo la rubia.

Ambos permanecían en el sillón, envueltos en cobijas de coches de carreras y otra de dinosaurios. Eddie había insistido en ver fotografías de animales de África, para su buena suerte Blake había llevado algunas de las ultimas vacaciones junto a la familia Stone.

"¿Esta es tu casa?" El niño parecía curioso a cada fotografía. "Tienes muchos arboles."

"Si, Ben y yo hemos plantado casi diez en toda nuestra casa." El niño frunció el ceño.

"¿Quien es Ben?" Dijo tomando una galleta del plato sobre su regazo. "¿Es tu amigo?"

"Es mi prometido." Le dijo la rubia con una sonrisa.

"¿Que es prome- prome..."

"¿Prometido?" El niño asintió.

"Significa que es el hombre con el que voy a casarme, porque prometí hacerlo." El niño frunció el ceño de nuevo.

"¿Como cuando prometo lavarme los dientes todos los días?" La rubia rió y asintió ladeando un poco su cabeza. "¿Y lo harás? Yo lo prometo pero no siempre lo hago, no le digas a mami." Volvió a reír.

"Bueno tal vez no es ese tipo de promesa, es mas bien como el prometer cuidar de alguien siempre."

"¡Como papi a mami!" Dijo con entusiasmo. Blake rió y asintió completamente de acuerdo. "Entonces, Ben es tu único."

"¿Mi único?" El pequeño asintió.

"Papi dice que mami es su única, la única chica a la que ama, la única que le parece linda, a la única que cuida." Las cejas de Blake se dispararon, ¿como un niño de tres años sabia todo eso? "Si cuidaras de Ben siempre y lo prometiste es porque el es tu único."

Blake sintió su rostro calentarse, mordió su labio por un segundo y asintió.

"Supongo que lo es." El pequeño sonrió.

"Genial, mami dice que soy muy pequeño para conocer a mi única pero que puedo cuidar de ella mientras la encuentro." Blake rio. "Pero yo tia Blake soy demasiado mucho buen detective." Le aseguro, la rubia volvió a reír. "La encontrare pronto."

Blake beso su mejilla susurrándole un: Seguro que lo harás. Un maullido se escucho en algún lado de la casa y el pequeño salto del sillón.

"Es Vito." Dijo el pequeño con una sonrisa. "Ha vuelto."

Eddie corrió en alguna dirección. Blake rió levantándose para limpiar el desastre de galletas sobre el sillón y cobijas en el piso. Llevaba lo que ella consideraba una pijama, una camisa con un automóvil de formula 1, y nos calzoncillos de Ben que había tomado antes de que fueran estrenados. Llevo el plato sucio y vasos a la cocina de Maya.

"Cielos." Dio un brinco al ver la pequeña bola de pelos atigrada en su camino. El minino se deslizo entre sus piernas ronroneando.

"Así que tu eres Vito." Se agacho a acariciarlo suavemente, escucho un ruido en algún lugar de la sala pensando que era Eddie aun buscando a su gatito. "¡Eddie, he encontrado a Vito!" Dijo tomándolo en brazos. "¡Detective me parece que el gato tiene..." No termino de hablar cuando se percato de la presencia de un cuerpo que no era el de un niño de tres años. Ethan Morgan estaba del otro lado de la barra en la cocina con la misma expresión de la rubia, sorpresa.