•Capítulo 10•

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Maddie

Saben jamás me había planteado odiar a alguien... buenooo no por algo que, muy pero muy en el fondo, era una tontería y todo era culpa de Zach Davies.

El tiempo con él era perfecto, solo había pasado un mes desde el incidente con Natalie, pero en esos días todo era... estupendo, pasábamos mucho tiempo solos y juntos, aunque cuando estábamos fuera del salón, Zach se ponía un poco nervioso y Ryan o Nathan llegaban a interrumpir.

Al principio pensaba que le daba pena que nos vieran juntos pero ellos me explicaron, que Natalie se pondría un poco mal si nos veía tanto tiempo juntos.

Las di la razón, no quería pelear con Natalie de nuevo, por lo que cuando estaban ellas presentes Zach y yo nos alejamos un poco. Pero aún así, estaba segura de que me gustaba Zach.

Pero las chicas no eran el único ni peor inconveniente, nah, era ella, esa... esa... maldita... rubia oxigenada, simplemente la odiaba, no la soportaba, a esto me refería con el odio.

 rubia oxigenada, simplemente la odiaba, no la soportaba, a esto me refería con el odio

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Yo odiaba a Lisa Smith, esa típica chica rubia, de cuerpo perfecto.

Ella era tan falsa y molesta. Estudiaba danza y según las chicas se sentía demasiado aunque realmente bailaba bien.

Por eso... más la odiaba, aunque la verdadera razón y por la cual moría de vergüenza, era que la odiaba por Zach, ella... Nathan ya me había explicado que antes de que Zach se fuera era un total playboy y Lisa fue una de muchas.

Por lo que tenían un pasado y al parecer ella quería revivirlo, y eso... me molestaba... porque la rubia se le colgaba cada que podía y lo único que me aliviaba es que Zach la alejaba.

Pero había momentos como ahora que la rubia osaba sentarse en nuestra mesa y toquetearlo, él parecía incómodo pero no la alejaba

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Pero había momentos como ahora que la rubia osaba sentarse en nuestra mesa y toquetearlo, él parecía incómodo pero no la alejaba

Mire a Chel y a Nathan al parecer eran los únicos que se habían dado cuanta de mi molestia. Y realmente si estaba molesta.

Pero eso me recordó algo que Natalie dijo hace un mes

— ¡Oye tú!—señale a Nathan— ¿cuando pensabas decirme que eras Gay?

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