•Capítulo 41•

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Maddie

¿Como había llegado a esto? simplemente no sabía, llegue muy tranquila después de ver a Zach y me encontraba con esto.

Mi abuela Sarah, si mi abuela estaba sentada en medio de la sala de mi casa, específicamente en la alfombra mirando sus uñas; por lo que podía oír Constance estaba en la cocina ya que Doreen miraba divertida la escena desde la mesa del comedor.

— ¡Deja de gritarme Peter!— esa voz era la de una mujer y sorprendentemente no era mi madre— Ya les he dado la razón, por una vez en tu vida ¡¿Podrías dejar de ser un gran idiota?!

— ¿Acaso estas loca? ¡yo te lo advertí! ¡Te dije: "Mel, es un troglodita, inútil y embustero" ¿Y qué dijiste tú? Ah sí, ya recuerdo "Amo a Jack y él me ama, seremos muy felices juntos" ¿Dónde está Jack, Melisa? Y Ahora vienes como si nada a quedarte a mi casa

Ok... eso era muy raro, yo seguía plantada en el inicio de la sala, no me atrevía a decir una sola palabra por miedo de que su ira se dirigiera a mí.

— ¡Uyyyy perdón "Don perfecto" pero aunque te cueste creerlo nos amábamos. ¿Y tú? Solías echarme en cara que eras el hijo perfecto y que tendrías "el matrimonio perfecto" pero ve, Lynn salio mas zorra de lo que yo creía

Mi padre y aquella mujer seguían gritando incoherencias yo realmente no entendía nada.

— ¡Ya basta! ¡Parecen críos!— la abuela se levantó y miró a los dos, ahora que estaban quietos podía darme cuenta de que eran muy parecidos los dos con cabellos rubios

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— ¡Ya basta! ¡Parecen críos!— la abuela se levantó y miró a los dos, ahora que estaban quietos podía darme cuenta de que eran muy parecidos los dos con cabellos rubios.

— ¡Pero mamá!— gritó mi padre... ok... Doreen, la mujer extraña y yo comenzamos a reír, eso no había sido muy propio de un hombre de su edad.

— ¡A VER YA!- Constance salió de la cocina amenazando a todos con una pala de madera— ¡Los dos se equivocaron! Pero enmendaron sus errores y están aquí son hermanos por dios, además mi linda Maddie los está viendo.

En ese momento los 3 "adultos" me miraron, la mujer gritó y corrió hasta mí... Instintivamente di unos pasos hacia atrás hasta que el sillón me lo impidió, ella apretó mis cachetes, los estaba amasando, literal...

— ¡Dios! Sólo sabía que estabas en la barriga de aquella bruja pero nunca te conocí ¡Eres tan bonita! ¡Que suerte que lo seas porque tienes primos muy guapos y desentonaría! ¡Pero que linda! ¡Me alegro que no tengas tanto parecido a la zorra de tu madre!

—¡Melissa podrías dejar de amasar a mi hija!— la mujer soltó mis cachetes

— Lo siento cariño, ahmmm... soy tu tía Melissa, hermana del idiota de tu padre— Doreen rió bajo y mi padre la miró feo, en ese instante ella se calló y le lanzó un beso

...ok... tenía una tía... hermana de mi padre... de la cual no sabía nada...

— Si, ya se que este ingrato ni mi madre nunca me mencionaron pero ¡me exiliaron!

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