Ella, Madison Black, dejo sus sueños por un accidente
Él, Zach Davies, dejo a su familia atrás por un accidente
Ella llega,
Él regresa
El destino quiso que bailaran juntos
Muchos se oponen
Muchos los apoya...
— Has estado muy callada— me hizo notar mi tía Melissa, logrando que la mirara— casi no has salido, ni siquiera con esa pelinegra.
Eso me recordó que Natalie, andaba muy rara y que se había desaparecido la noche que Stefan se fue, le había pedido que me acompañara pero me había cancelado de último momento, justo cuando pensaba salir para el aeropuerto.
— Solo, es porque Stefan no está — mi novio se había ido hace casi 2 semanas... antes de entrar a la zona de embarque del aeropuerto, me recordó cuánto me amaba y que en verdad esperaba regresar y verme con una maleta lista.
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— Bueno, hagamos como que te creó— mire a mi tía sorprendida, siempre había sido tierna y risueña pero ahora su tono serio me había sorprendido— Madison se que ya eres una mujer, tienes 20 y aunque el tonto de tu padre no te lo diga, está preocupado
— ¿preocupado? ¿Está enfermo? ¿Sucede algo? ¿Otra vez Lynn...?— mi tía me obligó a sentarme de nuevo, la última vez que había visto abatido a papá, fue porque sabía que esa mujer estaba en la ciudad y no sabía cómo decírmelo
—Calma niña, no tiene nada que ver con eso. Simplemente, creo que mereces que seamos sinceros, todos estamos preocupados por este repentino compromiso, y aunque aseguraste que no se casarían hasta que tú terminarás la Universidad, seguimos preocupados, tampoco es que tengamos algo encontra del muchacho, no pongas esa cara. Sólo queremos saber que tú estas segura de tu decisión, que lo que realmente quieres es vivir tu vida al lado de este muchacho. Sólo mira a tu vieja tía, que se casó con el primer chico que creyó era el indicado y sacaba de sus casillas a su hermano, no quiero eso para ti. Pero si tú crees que es el indicado, todos estaremos ahí a tu lado, hasta mis angelitos lo harán
Sonreí mientras mi tía se levanta, dejándome sola en el jardín, sus palabras me habían hecho pensar más, algo había mal en mi, que incluso cuando Stefan se fue, me quite el anillo y lo guardé en mi cajón.
Me quedé pensando hasta entrada la tarde, cuando me levanté para ir a casa de Chelsea, no había nada que hacer, sus padres no estaban, esperaba no interrumpir una de sus sesiones hot por Skype con Alik.
— ¿Maddie?
Se encontró a su amiga en pijama y con el cabello revuelto
— ¡Hey Chels! Traje una colección de películas de terror para que las veamos y no te quedes sola.
Chelsea se rió de mi cara y me dejó pasar
Me cambie mi ropa por mi pijama y después hicimos palomitas, la película era muy buena, había que reconocerlo, pero la pelirroja y yo habíamos visto tantas que ya realmente no asustaba
— Ahhhhhh— Chelsea soltó un grito que hasta a mi me hizo saltar de la cama y luego reírme como loca de mi amiga, las palomitas habían volado.
