Ella, Madison Black, dejo sus sueños por un accidente
Él, Zach Davies, dejo a su familia atrás por un accidente
Ella llega,
Él regresa
El destino quiso que bailaran juntos
Muchos se oponen
Muchos los apoya...
— ¡¡Oh dios amor!!— la sostuvo contra su pecho, seguían en la camioneta y Maddie estaba sobre su regazo— Madison, ¿qué diablos sucede? ¿Cuánto tiempo estuviste ahí?
— yo...— Maddie tomó con fuerza la camisa de Stefan, sentía como las lágrimas se abrían paso
— ¡Shh! ¡Ya estoy aquí! ¡Estás a salvo! Tranquila— le susurraba en el odio mientras la abrazaba aún más fuerte, cuando se volví a calmar Maddie se separó de él
— ¿Cuánto tiempo bailaste?
— ¿qué hora es?
— Más de media noche
— yo... No lo sé, después de la 5 de la tarde supongo
— ¡demonios Madison!, ¿en qué pensabas?— le acarició el cabello, Stefan ni se imaginaba todo lo que su cabeza cargaba para haber bailado de ese modo, Maddie trató de moverse para acomodarse mejor, pero un intenso dolor le atravesó la pierna— ¿Madd estas bien?
— yo... Mi pierna— él buscó la mirada de la castaña y lo vio fruncir la boca, preocupado
Stefan volvió a cargarla, la levanto lentamente sin mover su pierna, Maddie apretaba los dientes, pero el dolor se intensificó bloqueando cualquier pensamiento
— ¿a dónde la llevas?—cuestionó Zach, Stefan se había olvidado de la presencia de los demás.
— no te incumbe, además no es tu rama, no sabes qué hacer en estos casos. No se preocupen chicos les informaré de cualquier cosa que suceda— cuando Stefan subió Maddie estaba dormida.
Cuando regresó de la inconsciencia estaba en su cama, lo que indicaba que estaba en su habitación
— ¡Madison!— Stefan se acercó a ella— mi madre está por llegar para revisarte la pierna, es una suerte que decidiera venir a visitarme— Maddie asintió y noto las bolsas de hielo sobre su rodilla y tobillo— ¿cuantas horas llevas sin comer? y ¿qué te sucedió para que lo hicieras?
Maddie sólo cerró los ojos, no se sentía capaz de mirar a Stefan
— ¡Maddie!— Débora, la madre de Stefan, llegó y corrió hasta la cama donde estaba la castaña— haber veamos qué desastre haz hecho ahora
Doreen entró minutos después, entre las. 2 Le ayudaron a quitarse las mallas, Stefan se quedó ahí, entre ellos no había mucho que ocultar y su madre lo sabía.
— Oh Bueno esto si está mal— Maddie miró hacia su pierna y soltó un gritito su tobillo estaba segura tenía 3 veces su tamaño normal, y estaba poniéndose verde, pero eso no fue lo que la asustó si no su rodilla, parecía como si le hubiera crecido otra — creo que se ha salido el ácido úrico
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Maddie miro a Débora y luego a Doreen
— tendremos que bajarte la inflamación, por suerte es viernes tendrás que guardar reposo, te inyectaré un anti inflamatorio y unas pastillas, te pondré una férula el lunes para que puedas moverte, creo que tendrás un muy buen enfermero— Débora le lanzó una pícara mirada a su hijo, mientras Doreen fruncia el ceño.
Todo el fin de semana se la paso acostada, con Stefan a su lado, había olvidado que tan bien se llevaban, todos sus amigos habían ido a verla, excepto uno.
No había salido mucho de la cama ya que no podía apoyar el pie, su padre había estado de acuerdo para que Stefan cuidara de ella junto con Doreen, aunque a esta no le agradaba para nada el chico, Doreen prefería a otro que había echó sonreír a Maddie como nunca.
Se la pasó con Stefan, y a su padre parecía no importarle, Maddie olvidaba que su progenitor amaba a Stefan, el domingo estuvieron tumbados en el pasto
— Madd...— miró a Stefan, los rayos del sol le daban directamente haciéndolo ver incluso más guapo— llevo días queriendo hablar sobre esto
Maddie suspiro... Sabía que llegaría a esto, ya habían evadido mucho el tema
— yo... Fui un estúpido por irme cuando tú estabas aún mal, no debí dejarte e irme así...— Stefan bajo la mirada sintiéndose culpable
— Claro que tenías que hacerlo... Era Julliard, no podías renunciar— ahora Maddie lo comprendía después de meditarlo, aunque eso no quitó que sintiera la pérdida
— pero yo entré ahí por ti, era el sueño de los dos, fui un egoísta, tendría que haberte pedido que fueras conmigo, con tu talento y experiencia podrías haber tomado clases... Pero me dio miedo... con la ayuda de la maestra podrías haberte echo profesora
Stefan tenía razón, ella podría haber hecho eso, pero estaba demasiado deprimida para lograrlo.
— Madison...— la castaña volvió a mirarlo— no he dejado de amarte... Todo este tiempo sólo he pensado en ti... jamás deje de sentir algo por ti, nunca hubo nadie más, las demás no existían porque ya estabas tú.
Maddie no podía creer lo que acababa de escuchar, ella jamás se planteó la idea de que siguiera importándole
— quiero que me perdones, realmente me arrepiento, como jamás en mi vida lo había hecho, yo... Crees que podamos... Que me des... ¿Otra oportunidad?— aquello la dejó en shock pero recordaba cómo fueron las cosas con él, su primer novio, su primer amor, con él había sido su primera vez en todo...
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perdón si hay faltas de ortografía, pero lo estoy subiendo rapidito, como es 14 de Febrero y amo a todos mis lectores no quería dejarlos sin su regalo
