C R U E L

Ya nada es igual

Me desperté por murmullos, mire a mi costado y pude ver que Newt ya se estaba vistiendo.

- ¿Qué son esos murmullos? - pregunté mirando a Newt.

- No lo se, lo voy a averiguar.

- Esperame, me visto rápido y voy contigo - velozmente me puse de pie y me cambie de ropa. Mientras mi novio me observaba.

- Vamos - asintió y se acerco a mi para poder besarme.

Salimos de la cabaña. Pude ver a algunos habitantes murmurando algo, hasta que note lo que sucedia.

El cielo... ya no era celeste y con un sol brillante, si no un gris, parecía que iba a llover.

- ¿Esto es normal?- le pregunté a Newt sabiendo la respuesta

- No, nunca había pasado antes.

- Que extraño - comenté mientras pensaba alguna respuesta para lo que estaba sucediendo.

- Amor voy a hablar con Alby. Vuelvo enseguida.

- Esta bien. Pero no demores, voy al comedor - ledí un beso de despedida.

Camine hacia el comedor, al entrar fui hacia una mesa donde estaban todos mis amigos (los de siempre) a excepción que hoy estaba Teresa.
Llegue y me senté entre Thomas y Sofia. Los salude a todos y comenzamos a platicar.

- ¿Y cómo te fue ayer? - le inquirí a Thomas, lo suficientemente alto para que me pudiera escuchar.

- Excelente - dijo con una sonrisa.

- ¿Entonces se puede decir que son novios?

- Si y te lo debo agradecer a ti.

- No fue nada,  te felicito.

- Gracias.

- ¿No les parece raro como esta el cielo? - pregunté ahora para que todos me pudieran escuchar.

- En todo el tiempo que estuve aquí, nunca había visto algo así - comentó Minho preocupado.

- Newt me dijo lo mismo.

- Yo no se que pensar - Sofía no estaba hace mucho aquí, entonces no sabía si esto era normal o no.

- Lo que si se, es que algo va a cambiar - informé repentinamente.

- ¿Tu crees?

- Creo que no pasa algo así todos los días. Y si sucede es por algo -  Newt entro y tomo asiento en la mesa junto a mi.

- Hola - saludo a todos.

- ¿Ya hablaste con Alby? - le pregunté.

- Sí.

- ¿Se puede saber de que?

- De lo que esta pasando. A él también le pareció extraño.

- Tengo miedo de lo que pueda suceder - le dije preocupada.

- Yo estaré contigo. No dejare que te suceda nada - le sonreí sintiendome mejor.

- Lo se - tomé su mano.

- Alby dijo que hoy nadie salga al laberinto - le avisó el rubio a Minho.

- ¿Por qué? - se quejó el asiático.

- No lo se, solo me pido que te avise.

- Esta bien.

(...)

Me encontraba con Newt sentada bajo un árbol. Él me abrazaba por los hombros. Amaba estar junto él.

- Te amo. Eres lo mejor que me a sucedido en la vida - le confesé mirandolo a los ojos.