- ¡No quiero irme!
- ¡Estas borracha, nos vamos!
- ¡No te escucho!
- ¡Oh, Deby!
Jamás de los jamases debí haberte invitado a una fiesta, no pensé que fueran tan propensa a los efectos.
- ¡La policía!
-Maldición.
Te tome de la mano y como pude te saque de la fiesta.
- ¿Estas bien? - Y fue ahí cuando me di cuenta que no eras tú, sino otra chica, igualmente borracha. - ¡Maldición!
La chica extraña se acercó seductoramente y me quiso besar pero cayó al suelo cuando otra se le lanzo en sima.
- ¡No lo toques, maldita!
- ¡Deby!
Te separe y la chica fue recogida en un auto negro. Me rodeaste la cintura muy fuerte y comenzaste a decir cosas sin sentido.
-Deby, hay que irnos, la policía está a una cuadra.
-Pensé que te había perdido, cárgame.
-Ay, Dios...
Te cargue y comencé a caminar, hacia frio, pronto llegue a mi casa y subí las escaleras, estaba cansado así que solo te coloque dentro de mi cama y yo me lance sobre esta y me dormí de inmediato boca abajo.
ESTÁS LEYENDO
La de trenza y liston.
Short Story"Él la quiso desde el principio, siempre, a ella, a su trenza y a su listón".