La de trenza y liston.

T R E I N T A Y T R E S

Salimos del lugar y te lleve donde celebramos tu cumpleaños, no dijimos ni una palabra, yo solo te veía como arrancabas las margaritas y tu cabello estaba suelto y ondulado, coloque las margaritas en él y rompiste el silencio.

— ¿Por qué sigues aquí?

—Porque me importas, no quiero que estés sola, no quiero que tengas que llorar abrazada de una almohada cuando esa puedo ser yo, quiero estar a tu lado porque sé que lo necesitas.

—Eres un idiota.

—Y tu una princesa.

—Eres estúpido.

—Y tu muy linda.

—Eres... mi persona favorita en el mundo, y no quiero irme.

— ¿Qué? No Deby, no me voy a separar de ti, por nada.

— ¡Es que no es tan fácil!

Saliste corriendo del bosque y no te pude alcanzar.

Desapareciste.