Capítulo XVIII

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Mis ojos estaban puestos en la maestra, pero mi mente estaba en otro lado. Amaba mi carrera, pero aveces algunas cosas me resultaban horriblemente aburridas. Sentí mi celular vibrar, traté de sacarlo de mi bolsillo sin que la maestra me descubriera. Era un mensaje, bajé mi vista disimuladamente y lo leí.

- "Estoy cerca del campo de fútbol, ¿Dime qué no me harás esperar tanto:(?"

Sonreí al leer su mensaje. Estaba en una clase importante y, por lo tanto, sabía perfectamente que no podía fugarme, pues la próxima clase tenía un examen sobre esto. Mordí mi labio sin saber que hacer, quería ir y estar con él el mayor tiempo posible, ya que estábamos saliendo hace una semana y aunque viviéramos en la misma casa, sólo podíamos vernos a escondidas. Respiré profundo y bajé mi mano para escribirle de vuelta.

- "Estaré ahí dentro de tres minutos:) Ruega para que la maestra no me descubra, xoxo"

Guarde mi celular en el bolsillo de mi chaqueta y esperé a que la maestra se girara hacia la pizarra. Cuando lo hizo, miré a las chicas que estaban a mi lado y les hice una señal para que guardaran silencio y me cubrieran, ellas accedieron y me levanté silenciosamente del asiento y caminé hacia la puerta.

Estaba corriendo por el pasillo para llegar a la salida, mi fuga había sido un éxito. Sólo quería llegar al campo, anhelaba besar sus labios y sentir sus brazos alrededor de mí... me estaba volviendo adicta a él en tan poco tiempo y eso me asustaba. Estaba a punto de llegar a la puerta, pero una voz me obligó a detenerme.

- ¡____!- me quedé estática al escuchar su desagradable voz. Me giré a mirarla y mis labios forzaron una sonrisa.- ¿Cómo... estás?- preguntó con notable falsedad en su expresión.

- Madison...- dije sin ánimos, como detestaba su forma de ser.- Estoy... estoy muy bien.

- Que bueno ____.- dijo asintiendo lentamente con la cabeza y luego se quedó en silencio por unos minutos.- Quería decirte que... no hay rencor por lo del baile.- cruzó sus brazos y me sonrió falsamente. Asentí con la cabeza sin dejar de poner en duda su palabra.- Ganaste limpiamente, los chicos te eligieron a ti y yo... yo no podía hacer nada contra eso...

- Me alegra saberlo Madison.- dije curvando mis labios en una sonrisa sincera, no quería tener problemas con ella.

- Tampoco hay rencor por lo de Tom eh...- comentó riendo. Junte las cejas extrañada, ¿cómo sabía lo que estaba pasando entre Tom y yo? Lo habíamos mantenido en perfecto secreto, bueno no tan perfecto quizás. Sabía que aunque más tratara de ocultarlo... la envidia que sentía en este momento ya no cabía dentro de ella.

- ¿A qué te refieres con eso?- pregunté confundida. Madison me miró con cara de "no te hagas la tonta, perra".

- Por favor ____, tú sabes muy bien de lo que hablo.- dijo con una expresión seria.- Tú y tu "hermanastro" se están revolcando.- alce ambas cejas en señal de sorpresa al oírla.- ¿Saben sus padres sobre esto? Creo que no les gustará nada.

- Madison...- di un suspiro, como odiaba a la gente entrometida.- Hazme el favor de no meterte en lo que no te incumbe.- dije acercándome lentamente a ella. Su expresión cambio y me miró en silencio.- Si tengo o no algo con Tom, es mi problema... sólo mio y de nadie más, así que... deja de joder con este tipo de cosas.- terminé de decir y me di la media vuelta con el objetivo de abrir la puerta.

"Más Allá Del Infinito" (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora