"Más Allá Del Infinito" (Tom Kaulitz)

Capítulo V

- Te ves tan sexy cuando te lames los labios.- me susurró con un tono provocador en la voz. Al oírlo, cerré los ojos y mordí mi labio inferior. Su risa burlesca me hizo reaccionar de aquel encanto y me alejé enseguida. Lo miré molesta.

- Eres un imbécil Tom...- le dije molesta.- ¿Que quieres lograr?- le pregunté con un tono de extrañeza. Alzó una ceja divertido y se sentó apoyando sus brazos en el mesón.

- Mmm... molestarte supongo.- dijo riéndose.- Es divertido cuando te enojas.- me miró burlesco. Dejé la cena en el horno y me giré a mirarlo apoyando mis manos en el mesón, quedando frente a él... ¿acaso me estaba jodiendo?

- A mi no me causa gracia Tom.- le dije seria.- No juegues conmigo de esa manera... Yo sé jugar mejor.- le advertí y salí de la cocina con una sonrisa ganadora en el rostro. Su cara, al escuchar mi advertencia, había dado un rotundo giró... se había quedado serio, confundido.

Eran las 8:00 pm y todos estábamos en la mesa cenando. Simone y papá ya habían llegado y se encontraban con nosotros en el comedor. Tom me daba pequeñas miradas fugaces, no iba a negar que me incomodaba y me ponían nerviosa, pero hacia lo posible por disimularlo.

- ¿Cómo estuvo el primer día chicos?- preguntó papá con entusiasmo.- ¿Les ha gustado la universidad?

- Todo bien...- contestó Bill, asintiendo con una pequeña sonrisa en el rostro.

- El día estuvo tranquilo.- habló Tom.- Y la universidad está bien... Aunque sigo prefiriendo la anterior.- comentó volviendo sus ojos al plato. Sonreí con un toque de maldad, era el momento para que se me escapara algo...

- Les fue tan bien que...- dije sonriente. Tom alzó la vista al escucharme y me miró esperando a que siguiera hablando.- Tom ya consiguió novia nueva y no es nada más ni nada menos que Madison... la capitana.- comenté mirando a Tom con una sonrisa retadora. Bill se rió por lo bajo y Tom me miró serio... ¿le había molestado? Simone miró con una cara no muy amigable a su hijo mayor y se limpió la boca con una servilleta.

- Tom... creo que dejamos bastante claro el tema de las chicas antes de venir aquí ¿O me equívoco?- dijo seria. Tom bajo la vista y luego me miró... quería asesinarme. Volvió a mirar a su madre y le dijo...

- Si, lo sé mamá...- contestó.- No te preocupes... ella es solo una amiga.- dijo con una sonrisa convincente. ¿Una amiga? Por favor... Esa era la peor mentira que había oído. Simone asintió con la cabeza.

- Eso espero Tom... Ya he tenido bastantes problemas por tu culpa a causa de este tema.- dijo Simone con una expresión de seriedad en su rostro. Papá y yo nos miramos confundidos, sin duda no entendíamos ni una mierda. ¿Problemas de qué tipo? ¿Serían muy graves como para qué Simone no quisiera que Tom tuviera novia? Terminamos de cenar y cada uno fue a su habitación, era bastante tarde y mañana sería un largo día. Estaba durmiendo cuando siento que alguien me da un fuerte golpe con una almohada. Mis ojos se abrieron instantáneamente y asustada encendí la lámpara que se encontraba en mi mesa de noche. Miré hacía alrededor y ahí estaba parado a los píes de mi cama... su expresión era seria. Lo miré enojada y le lancé la almohada de vuelta.

- ¡¿Cómo se te ocurre hacer eso mal...- Tom se lanzó sobre mi y me tapó la boca con su mano para que no gritara. Me callé enseguida y lo miré con rabia.

- Eso te pasa por andar abriendo tu maldita bocota en cosas que no te incumben.- me dijo molesto. Tenía razón... si le había molestado.- De ahora en adelante no le dirás nada a mi madre... No quiero tener que hacerte cosas peores...- quitó su mano de mi boca y se levantó de la cama. ¡¿Que se creía?!

- ¿Me estás amenazando?- le dije mientras este caminaba hacía la puerta. Se giró y me miró burlesco... Otra vez me estaba jodiendo.

- Mierda no...- se rió burlesco al ver mi expresión.- Te asustas con mucha facilidad ____.- lo miré confundida.- Sólo quiero que no le cuentes a mi madre nada, o sino... me veré obligado a matarte.- dijo con una sonrisa maliciosa y cerró la puerta. ¿Qué? Era un enfermo mental... ¿Cómo se le ocurría despertarme a las 2 de la mañana para burlarse de mi?

- ¡Vete a la mierda Tom!- le grité molesta. Me giré hacía el otro lado de la cama y me cubrí con la sábanas. Estaba enojada, no me gustaba que me despertaran y menos para decirme algo tan estúpido como eso, ¿no podía esperar hasta mañana? Sin duda...era un idiota de los grandes.

Los días en la universidad transcurrieron normales. Tom seguía provocando múltiples orgasmos en las chicas cuando lo veían pasar, Georg y Gustav seguían obsesionados en pedirle a Tom sus trucos de conquista y Bill últimamente había tenido que lidiar con algunas burlas de los chicos, pero nada que no pudiera controlar decía él.

Era lunes y la campana del almuerzo sonó. Como siempre guarde mis cosas en el casillero y me dirigí al comedor. Mientras caminaba por los pasillos, Andrew, uno de los chicos del equipo de fútbol, me detuvo para preguntarme algo.

- ¡____! Escuché que eres buena en química... ¿Podrías ayudarme con el proyecto para mi clase de ciencias?- preguntó curvando los labios en una sonrisa. Algo en su actitud me hizo dudar, Andrew nunca se había acercado a mi a pedirme ayuda. Alcé una ceja y lo miré indiferente.

- ¿Tú quieres mi ayuda?- me reí burlona.- Lo siento, pero no.- dije con la intención de seguir caminando. Andrew se quedó parado procesando mi "Lo siento, pero no" y luego volvió a bloquearme el paso. Lo miré sería... estaba perdiendo los estribos.

- Por favor ____.- me rogó.- Tú sabes que soy...- lo interrumpí.

- ¿Un imbécil sin cerebro, que no entiende ni una mierda sobre química y que sólo busca a las personas para aprovecharse de ellas?.- le dije con una sonrisa sarcástica en el rostro.- Lo siento Andy, pero no voy a ayudar...- Los gritos de toda la universidad diciendo "Pelea, pelea" llegaron a mis oídos. Mi vista se volvió a Andrew quien me estaba mirando con un toque de gracia en su rostro, fue ahí cuando supe que algo no andaba bien. Corrí hacía el comedor y me hice un espacio entre la gente que estaba aglomerada mofándose de lo que veían. Llegué adelante y lo que mis ojos vieron me dejó en shock.