Suena el despertador y lo golpeo con ira. Tengo sueño y frío. Me enderezo lentamente y me froto los ojos.
Tardo un rato en levantarme, pero cuando lo hago y estoy llendo hacia la cocina para desayunar, me detengo un momento frente al espejo. Estoy ojerosa, pero mi piel y mibpelo se mantienen suaves y brillantes. Hoy me siento guapa.
Desayuno rápido y me visto. Voy un poco mal de tiempo para coger el autobús. Cojo mi cartera, me despido chapuceramente de mis padres y me voy.
Esta lloviendo. Me gustan los días de lluvia y como las gotas golpean el cristal del aubtobus y caen dejando un rastro de lo que antes fueron. Me siento positiva. No se porque.
Llego a clase y veo a Hugo con la cabeza apoyada en su pupitre. Parece que no se encuentra bien. Le saludo con la mano y el me devuelve el saludo fingiendo la sonrisa más falsa que he visto en mucho tiempo. Que tierno. Voy hacia mi grupo de amigas y las saludo.
Llega la hora del recreo y yo bajo con mis amigas. Les pido algo para comer, porque me había dejado mi bocadillo, y dicen que si eso cuando ya no tengan más hambre. Veo bajar a Hugo y espero a que me dirija la mirada, pero el solo mira el suelo. Se sienta en una esquina, mira su bocadillo y lo tira al suelo. Parece disgustado. Se me borra la sonrisa de los labios. Vuelvo a hablar con mis amigas, un poco intrigada todavía por Hugo.
En este recreo no estoy hablando, solo estoy sentada observando a Hugo. Por un momento ha sacado un espejo y lo ha enfocado a todas partes. Su mirada reflejaba terror puro. Un chaval tira un balón y cae cerca de Hugo, el cual mira aterrado el balón y se llava las manos a los oidos. Estoy muy preocupada por él. Decido ir a hecharle un vistazo y a medida que me acerco voy reduciendo el paso. Esta acurrucado sobre sí mismo llorando. Parece aterrado y no para de temblar. Me siento junto a él y le envuelvo con un brazo. Él parece agradecido se apoya sobre mí. Yo estoy un poco impactada por la situación, pero sólo me sale una frase:
- Tranquilo, estoy aquí.
Me produjo placer decir esa frase y sonrei. A él también pareció gustarle porque también sonrió. Empezaba a tener frío, pero no quería estropear este momento tan ¿bonito?, así que decidí optar por el calor humano. Le abraze con ambos brazos y le intente hacer el mejor gesto que pude para que se acercara. Pareció captarlo y yo me sentí muy agradecida. Suena el timbre y ninguno de los dos nos movemos. Hugo no parece tener la habilidad para moverse pero yo sí, y Aun así no lo hago. No quiero. Me fijo por un momento en que me esta enfocando con un espejo y nos veo a nosotros dos, calados, acurrucados y abrazados, y siento que este momento es perfecto. Se que es pronto, pero creo que lo quiero.Después de un largo rato en el paraíso, los dos nos levantamos a la vez, sin decir nada. Yo cojo su bocadillo y le pregunto si se lo va a tomar, dice que no y yo empiezo a devorarlo. No se si será por la emoción del momento o porque estaba hambrienta, pero el bocadillo me sabe a cielo. Entramos al colegio y me fijo en que las lágrimas de Hugo ya se las ha llevado la lluvia, sonrío feliz por ello y el me devuelve la sonrisa. Entramos en clase, ya había acabado la cuarta hora, y voy a reunirme con mis amigas. Una de ellas dice:
- Tu chico es muy raro.
Y yo le respondo:
- Puede. Pero es mio.
Voy a mi pupitre y me siento, estoy muy cansada.