Capítulo 7: Corazones rotos

89 13 10
                                    

CLARA

"Bien, solo tengo que protegerlo durante una semana. Luego, supongo que él me protegerá a mí".

Llevo toda la mañana ideando cómo vigilar a Raúl. Antes era más sencillo, ya que no sabía la existencia de todo este mundo oculto, y no tenía muchas luces que digamos. Pero ahora estaba espabilando, la magia se iba encendiendo en su interior y estaba más atento a lo que le rodeaba.

Por suerte, no estoy sola en esto. Mi instructor y tutor legal, Marc, está informado respecto a todo lo ha ocurrido. Él me entrena físicamente hasta que obtenga mis poderes, y así poder ser una gran luchadora.

Mientras planeo todo esto, salgo del instituto y veo que Raúl me está esperando. Genial, por ahora me lo está dejando fácil. Más le vale seguir así.

- ¿Te acompaño a casa, princesa?- ¿Pero qué mosca le ha picado? Seguidamente me sonríe, y entiendo que va de broma.

- Sería muy amable por su parte, pero vivo dos calles más allá.- Digo siguiéndole el rollo. En realidad es mentira, pero necesito seguirle para asegurarme de que llega a casa sin ningún problema. Normalmente, no haría nada de esto por un mago normal, pero él es uno de los Elegidos...

- Está bien, pues te acompaño, que mi casa también está en esa dirección.

Comenzamos a andar, y pronto nos vemos rodeados de un incómodo silencio. Solo falta que se empiecen a escuchar grillos.

Por suerte, he dicho que mi casa está cerca y pronto nos separamos. Espero un par de minutos, y salgo del portal al que he fingido meterme. Sigo a Raúl durante más de media hora, cuando caigo en la cuenta de que no va hacia su casa.

RAÚL

El camino con Clara se ha hecho de lo más aburrido, esperaba que me sacase algún tema relacionado con la magia y esas chorradas en las que había decidido creer durante una semana. Pero ni ella ni yo habíamos sido capaces de decir nada. Y aunque su presencia ya me hacia feliz, me fui algo decepcionado.

Ahora voy camino de... bueno, de ver a mi padre. No es que haya mentido a Clara, mi casa está en esta dirección, pero antes quería pasarme por aquí.
Entre que hoy salíamos por la tarde, que es invierno y el paseo que me he dado, ya está anocheciendo, y eso le da un aspecto más tenebroso al arco de entrada con el que más pesadillas he tenido, en cuya parte superior se puede leer en letras de metal: Cementerio.

Me dirijo por el centro del cementerio hasta un sauce llorón que se encuentra casi al final de este. Bajo este árbol, se ve una modesta tumba blanca, en la que se puede leer: James Shelley, 43 años. Tu mujer y tu hijo te quieren. DEP.

Sí, es mi padre. Él era un joven soldado inglés, que amaba su profesión y todo eso. Pero un día, viajó a España y se enamoró de mi madre, y como todas las personas locas de amor, no se pudo separar de ella. Así que se quedó en España, se hizo policía nacional, y dos años más tarde me tuvieron a mí.

Falleció hace cinco años, él se encontraba en un banco cuando unos locos decidieron atracarlo, y mi padre quiso hacerse el héroe para que esos mismos locos sin escrúpulos le matasen.

Esa es mi historia.

- Hola, papá. ¿Cómo te va por allí? Espero que bien, y que estés rodeado de gente buena. Aquí también hay mucha gente buena, pero cada día me doy cuenta de que el mundo es más oscuro de lo que creía. Y hablando de ese mundo, hoy puede que haya descubierto la otra mitad, y si es cierto, en una semana estaré luchando por gente inocente como tú. No dejaré que nadie más muera en esta guerra invisible entre corazones oscuros y corazones rotos. Porque no hay ningún corazón sano, ¿sabes? Pero eso no es malo, no. Por esas grietas, pequeñas o grandes, pueden entrar cosas buenas, y eso es lo que me da esperanza de seguir viviendo, papá. Porque sé que si cierro mi corazón, todo lo malo se quedará dentro y me convertiré en un corazón oscuro. Así, si algún día mi corazón termina de romperse, espero ir dejando trozos a todas las personas a las que amo, y que cuando llegue junto a ti, te pueda regalar todo lo que guarde en su interior. Te echo mucho de menos, papá.

Los Elegidos #Gemma'sAdwars2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora