El Resurgir De Los Guardianes (Jelsa; Eugenzel; Hiccastrid)

Cap1: vigilante

Narradora

Eran las 3 de la mañana.
Era una noche cálida como casi siempre acostumbraba a tener el reino de Arendelle, excepto en invierno claro, con el cielo despejado dejando ver el hermoso brillo azul de la luna llena y sus compañeras las estrellas.
Las luces de las calles se hallaban encendidas, amarillentas, ayudando un poco en la visión de las personas de ámbitos nocturnos, pero en realidad también daba un ambiente más peligroso por la inseguridad. Después de todo eso es algo qué pasa muy seguido.

En uno de los callejones, una mujer gritaba o más bien trataba de escaparse desesperadamente al ser aprisionada contra la pared por un grupo de 5 hombres armados que le exigían su mochila.
La mujer no tenía más de 26 años, en realidad debería llamarla joven adulta pero bueno, lo importe de esto es que estaba en peligro después de todo, y la policia no estaba ni siquiera cerca para auxiliarla.

- dale apúrate!!- le ordenó molestó uno de los hombres a su compañero.

Su compañero buscaba desesperadamente algo de valor en la mochila además de la notebook. Buscaban una billetera o hasta su celular, cualquier cosa.

- vendrá la policia y tú más lento que una mula!!- grito otro el hombre que sujetaba a la chica al mismo hombre.

- maldita sea, date prisa!!- gritó el lider de la pandilla mirando a sus incompetentes sirvientes.

Por fin, encontró una billetera y la saco, mostrándola a los demás, y sonrió, y de esta manera a todos los demás lo acompañaron con una siniestra sonrisa.

- OIGAN!!- se escucho un grito femenino.

Luego de ese grito, algo le arrebató de las manos al hombre la cartera, dejándola colgada perfectamente bien en la pared de atrás, interrumpiendo tanto las risas como las sonrisas de los hombres.
El ladron miró hacia donde la cartera había sido clavada al igual que sus compañeros, encontrándose con algo que lo sorprendió.
Era una púa de hielo sólido.

- IDIOTAS!!- otra vez ese grito de parte de una mujer.

Miraron todos hacia arriba del edificio, donde provino el grito, y se encontraron con la figura de una persona. La luna llena la iluminaba desde atrás impidiéndoles a ellos ver detalles de su apariencia de frente, pero por su posición, daba un sentimiento de superioridad y poder.

La chica, al notar que ya había captado su atención, saltó por el borde del edificio asustando a los demás. Con un par de vueltas ágiles, una se agarro del borde de la escalera de hierro, la segunda piso un aire acondicionado, y al final cayó de rodillas perfectamente bien en el suelo frente a los hombres, haciendo ver los únicos rasgos que no estaban tapados por la mascarilla.
Tenía cabello platinado hecho una trenza cocida bien ajustada, una mascarilla que cubría su rostro hasta su nariz. Usaba ropa toda negra, un jeans, una chaqueta, una remera inclusive debajo de esta, y notas borseo.
Su piel era muy pálida, tan clara como la porcelana, pero lo que más llamó su atención fueron sus brillantes ojos celestes. Tan brillantes como el azul que irradiaba la misma luna.

Pero, como la sociedad es media machista, los hombres comenzaron a reírse. Además de porque parecía no más de 17 años.

- déjenla en paz y devuélvanle su bolso...- ordenó la platinada señalando a la persona que tenía la pertenencia.

Ese mismo rió como un loco y se sacó su gorra-...quién te crees que eres?...- dijo señalándola entre risas.

Pero, interrumpiendo su risa, el Jefe de la pandilla le tocó la hombro. Ese mismo, rubio teñido con extensiones violetas y un piercing en su nariz, analizó a la joven con la mirada. Por un lado en su mente se reía porque una chica sexy estaba así, pero por otro le interesaba saber de qué era capaz.