El Resurgir De Los Guardianes (Jelsa; Eugenzel; Hiccastrid)

Cap 2: princesa

Winter

Toc Toc.

Abrí los ojos adormecida escuchando dos toques en mi puerta. Dios, lo que más odio es que vengan a despertarme. Trate de levantarme con ayuda del impulso de mis brazos y me senté. Bostece. Y lleve mis manos a mi cabellera, dándome cuenta que aún estaba atado en una trenza.
Mire mis manos encontrándome con mi ropa de anoche y mis manos medias escarchadas. Oh rayos.

- princesa...- dijo alguien, creo que Marie, tocando del otro lado de mi puerta.

Rayos. Si llega a verme así seré chica muerta.

- princesa es hora de levantarse...- golpeó una vez más la puerta-...esta despierta?-.

Me desarme la trenza agarrándola de la punta, y me acerque al borde de la cama-...si si Marie estoy despierta...- dije dirigiendo o tratando de dirigir mis pies al suelo-...en realidad acabo de despertar...- trate de bajar el izquierdo, pero al estar apurada y que este esté enredado a las sábanas causo que me cayera al piso.

Mi mejilla derecha dio de lleno con el piso. Eso si que dolió.

- majestad...se encuentra bien?- pregunto Marie del otro lado.

Hice una mueca de asustada y me voltee para desenredar mi pie, cosa que hice en dos segundos.

- si Marie estoy bien, solo se me cayo una pantufla...- dije levantándome del suelo rápidamente, buscando algo con la mirada para ponerme que no sea ropa negra.

Vi en la puerta de mi placard colgado un camisón crema hasta la rodilla. Eso si puede servir. Camine hasta el quitándome los jeans y tirándolos dentro del mueble, me saque mi chaqueta dejándome solamente con mi musculosa favorita celeste.

- majestad necesito entrar...- aviso Marie-...debo decirle algo de importancia-.

Rayos. Agarre el camisón y comencé a ponérmelo-...dame un segundo...- dije pasándomelo por los hombros.

- claro majestad, mi intención no es apurarla...- dijo amablemente.

Que bueno que Marie es la que vino y no otra, o si no, ya hubiera entrado por la fuerza a mi cuarto.

Termine de ponerme el camisón y corrí hasta la puerta, me mire en el espejo en el camino comprobando que parecía recién despierta, y así era, y volví a mi camino.
Respire profundo y deje salir el aire, sacando unas sonrisa en mi, para luego apoyar mi mano en el picaporte y hacerlo girar. Marie sonrió amablemente al verme, y yo le respondí con el mismo gesto.
Ella era una de las mucamas que más tenía mi agrado, además de que al no ser muy anciana y no tener hijos me trataba como una hija más.

- pasa Marie...lamento por hacerte esperar...- dije con una sonrisa.

- no, está bien princesa...- dijo Marie como si tratara de disculparse por su actitud-...la verdad es que vengo a comunicarle algo de su padre...-.

Me apoye en el marco de la puerta-...no hay porque disculparse Marie, que quiere Edgar?- cambié mi expresión al decir ese nombre.

- requiere su presencia en el salón comedor de inmediato...- dijo Marie-...y le recomiendo ponerse algo más apropiado, digo, no debe bajar en piyamas princesa...-.

Me mire completamente y volví a ella-...claro, dile que bajo en un minuto...- para el 1 año-...y veré qué quiere-.

- se lo comunicaré enseguida...- hizo una reverencia-...adiós majestad- con decir eso, ella se dio vuelta y comenzó a caminar por el pasillo.

Cerré la puerta y me despeiné el pelo con mis manos pensando que tenía que ver a ese tipo hoy. Esa no es la manera con la que quiero empezar el día, ver a ese hombre me pone la escarcha demasiado activa por tanto que lo odio.