El Resurgir De Los Guardianes (Jelsa; Eugenzel; Hiccastrid)

Epilogo

Luego de la batalla, una gran bienvenida recibió a los grandes héroes en el campamento semi guardián. Todos aclamando el nombre de la peliblanca y su equipo, estando maravillados de por fin conocer a los Guardianes en persona.
Entre todo ese montón de gentío, Elsa se abrió camino junto a Hiccup y Merida hasta llegar a sus hijos, sonriendo al verles para luego los tres correr hacia ellos.

Zephyr y Nuffink fueron recibidos por un cálido abrazo por parte de su padre, correspondiéndolo ambos, hasta incluso el dragon blanca Spyro envolvió a los tres en su ala estando más que feliz.
Merida hizo lo mismo, dándole un pequeño zape en la cabeza a su hijo mayor para luego abrazarle de igual manera, al igual que a su pequeña heroina Melani recibiendo muchos besos y lágrimas de su parte.

Elsa por su parte fue hasta sus hijos observándolos, sonriéndoles. - ¿y donde está mi abrazo?- preguntó abriendo sus brazos listo para recibirlo.

Los 4 chicos fueron hasta su madre para abrazarlo con fuerza, jamás creyendo que volverían a hacerlo, disfrutando aquella cercanía. La platinada miro a su hija Laila haciéndole una seña para que se uniera, emocionando a la chica que fue hacia ellos envolviendo a su familia con sus alas sintiéndose nuevamente en casa.
Luego, Elsa se separó de ellos caminando hacia Jack, terminado por tomarlo de la sudadera y besarle muy feliz de verle a salvo, haciendo reír a los jóvenes incluso Laila les tapo los ojos a Jacob y Myra por ser los menores.

Derek pues, el estaba con su madre detras, riendo al ver la cercanía que tenían Jack y Elsa a pesar de los años que pasaron separados dándole ternura eso, mirando de reojo a Winter pensando que así algún día podrían ser ellos, apoyándose y dándose amor tanto como ellos dos.

- Winter Frost!- bramó una voz femenina.

Los jóvenes cambiaron su faceta a seriedad al ver a Chelsa y Steve viniendo hacia ellos, serios y hasta podría decirse que parecían molestos. Se puso a algunos pasos de Winter con el ceño fruncido, empezando unos intensos momentos de miradas fijas, como una lucha psicológica entre hielo y fuego, que fue interrumpida cuando Chelsa extendió su mano hacia ella.

- lo que hiciste nos expuso al mundo...pero de igual forma, nos has salvado Winter...no espera, todos ustedes han salvado al mundo de Carrie Black...a pesar de todo lo que hicimos para evitar que ustedes se vayan, fueron igual y admiro eso...por favor, acepten mi disculpa en el nombre de todos los jefes del campamento y nunca olviden que son bienvenidos aquí- dijo haciendo incluso un tipo de reverencia.

Winter sonrío terminando por estrechar la mano de Chelsa con cariño, aceptación más bien-...Gracias Chelsa, agradezco todo...incluso que nos acogieran aquí- agradeció siendo más cordial que otra cosa.

- y ¿que van a hacer ahora?- preguntó-...lo que sea, dilo-.

Winter alzo una ceja mirando a sus hermanos, acercándose Myra al ver esa seña con picardía.
- quizas, nos haría bien un transporte de ida a casa...tenemos un reino por reconstruir...y a un rey que destronar- dijo sacudiendo sus manos por la emoción que tenía de saber que derrocarían a Edgar.

- considérenlo hecho- dijo Chelsa.

(...)

Como bien Chelsa prometió, les entrego a los jóvenes un gran navío que los llevaría bien rápido a su hogar sin retrasos, siendo el viento el que llenaba la vela mágica duplicando la velocidad de su viaje. Cada uno iría a su hogar para ser recibidos su familia, pero lo más importante era en otro lado.
Justamente, en Arendelle, la gente se acercó al muelle al ver aquel barco acercándose, empezando a festejar al reconocer a la reina Elsa y a los príncipes, gritando de tanta felicidad de verlos.

Los príncipes miraban aquel lugar encantador, felices de poder volver a su hogar dulce hogar, fascinados por como habían arreglado todos los daños pasados en el ataque al castillo esa noche. Winter adoraba como se sentía la brisa del fiordo en su piel, en su cabello, sintiéndose viva otra vez al estar yendo a su hogar dulce hogar, no encontrando mayor felicidad que esa: Volver a casa con sus hermanos, su madre y su padre que les acompañaba está vez. Claro que nunca imagino que ahora el reino contaría con la presencia de dos dragones más siendo ahora las ¿mascotas reales? No sabría como sería eso pero sería muy gracioso ver la cara de Edgar por verlos.