El Resurgir De Los Guardianes (Jelsa; Eugenzel; Hiccastrid)

Cap 34: enfrentamiento 1/3

Con el plan casi terminado y la ubicación de Carrie más que clara, el equipo partió hasta la ciudad de New York alertando a los demás directores semi-guardianes por su ida.
Steve Miró preocupado la pantalla que los había estado observando desde hace rato, viendo a Chelsa sabiendo que significaba que ese equipo hiciera aquello. Si ellos peleaban, iban a exponer a toda la raza al mundo. Iba a hacer un camino que no tenía marcha atrás.

Mientras en la ciudad, Laila estaba llegando al edificio que tanto escándalo hacían en la televisión, con su espada lista y su miedo bien en lo profundo de su ser. Se preguntaba a veces si podría ser una digna rival de Carrie, pero aunque se convencía de que lo era una parte suya estaba temerosa de si podría lograrlo.
Apenas pudo llegar, noto que las sombras estaban custodiando el Fire Spay desde la tierra y el cielo. Gruño algo molesta hasta recordar una pequeña lección de vuelo sigiloso que había tenido en sus clases, logrando ingeniárselas para acercarse a la torre donde una extraña máquina estaba en fase de comenzar a funcionar pareciéndole raro.

Se acercó a esta mirándola con algo de duda, notando las runas y pinturas extrañas que tenía en algunos lados, con una especie de libro de encantamientos en la base. Lo que captó su atención más que nada fue aquella luz del centro, aquel rayo reconociéndolo al instante. ¿Se había atrevido a robar la llave del mundo de las aves sombra de los de rayo? Eso tenía sentido, era la única forma en la que Carrie tuviera la oportunidad siquiera de abrir la jaula. Se apresuró encendiendo una chispa con la intención de quemar el libro, pero un látigo se enredó en su mano en ese momento lanzándola hacia el lado contrario, quejándose por la brusquedad.

Al levantar la vista se encontró nada más ni nada menos con Bunny, sonriendo con su típico látigo de cuero en su mano. A comparación de la última vez, se notaba a este menos corrupto que antes, habiendo recuperado parte de su pelaje marrón, pero sus ojos aún eran los de la magia de Carrie sabiendo que aún estaba bajo su influencia lo que significaba que nunca fue un traidor como los guardianes decían. Otra mentira más que agregar a la lista.

La demonio no tenía tiempo para ese intento de espíritu, levantándose con rapidez, gruñéndole. - no lo repetiré dos veces...apaga eso- dijo creando su espada de fuego para apuntarle. - no tienes idea de lo que Carrie va a provocar si deja salir a los sombra y las ilusiones...lo destruirán todo...-.

El Conejo levantó las manos entre risas por aquello-...no puedo, ya no puedo, nada puede hacerlo...está lista para encenderse, ya no hay nada que se pueda hacer...- dijo hablando como si estuviera repitiendo una frase que le inculcaron una y otra vez.

Frunció el ceño por ello, debía ser práctica- Bunny, si aún queda algo del espíritu del día de la marmota espero que sepas que esto destruirá el mundo que conocemos...y luego Carrie se desatará de ti-.

- dominare el mundo al lado de mi maestra, no espero que una pequeña guardiana de 4 niños lo entienda...- dejó salir su látigo, preparándose.

Ladeó la cabeza molesta, sabía que el no se haría para atrás, y no tenía ni el tiempo ni la paciencia para esperar. - te lo advertí...- con eso bajo su espada y estiró su mano disparando una bola de llamas anaranjadas pero en vez de llegar a Bunny, este tan solo se digno a esquivar el ataque a propósito, haciendo que la llamarada rebotara hacia sus lados no tan solo haciendo que ella retrocediera varios metros desequilibrándola, sino que a la vez hizo que Bunny saliera volando de la plataforma cayendo al balcón del piso inferior desmayado por el gran golpe. Aunque, no había sido más que a propósito.

Debió de haberlo imaginado, con esas runas y la llave ahí debió haber sabido que no se destruiría, pero su objetivo jamás había sido ese de no ser por Bunny.
Bufo molesta, volteando la mirada logrando  captar a Carrie Black en un ventanal sonriendo, como si le divirtiera su situación, sosteniendo en su mano un cayado de hielo que podría reconocer donde fuera ¿era el de Winter? No debía ser una farsa porque Winter para darle sus poderes debió...no no podía ser verdad. Gruño molesta ya no teniendo ganas de hacerse la buenita, furiosa pensando en lo que le había hecho a su hermana.
Voló directamente hacía ella, veloz, sin intenciones de de detenerse, alzando su espada flamigera hacia el vidrio para romper este con facilidad, atacando a la mujer pero está bloqueó el ataque muy fácilmente gracias a la potenciación de los poderes de Winter, lanzando a la demonio al otro lado de la habitación.