"¿Y ahora qué?"

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Ya ha pasado una semana desde que le dije a Nate que estaba embarazaba, también le contamos a mi mamá, se enojo mucho y me regaño bastantes veces por no haber pensado bien las cosas pero ahora esta muy emocionada y no para de comprar cosas para bebés. Decidí contarles a mis amigas y están emocionadas pero no dejan de reclamar me que ya no podre ir a las fiestas y borracheras.
Nate y yo estamos buscando departamentos para vivir, hemos estado visitando algunos pero hasta él momento ninguno nos convence pues son muy caros o bastante simples.
Hoy es mi primer ultrasonido y estoy algo nerviosa, pero Nate dice que no me preocupe.
-Emmy, es hora de irnos o vas a llegar tarde a la consulta.- Dice Nate desde la sala. Salgo de mi cuarto y bajo, él ya esta en la puerta esperándome.
-Ya, tranquilo aún queda tiempo.
-Más vale que lleguemos temprano.
-Esta bien gruñón, vamos.- Le doy un beso y salgo directo al carro.
En el trayecto noto que esta nervioso igual que yo, pero decido no preguntar y continuamos nuestro camino en silencio. Cuando llegamos al hospital, me registro y la enfermera me dice que espere unos minutos en lo que baja la enfermera por mi. Después de esperar aproximadamente, una doctora me llama.
-¿Señorita Emily?.- Pregunta la doctora, se ve de mediana edad, es güera de ojos verdes y lleva su cabello rubio amarrado en una coleta alta, su complexión es algo gordita, pero sólo un poco.
-Sí, soy yo.- Respondo poniéndome de pie y acercándome a ella, Nate me sigue.
-Pase por aquí, por favor.- Señala el elevador y entro primero seguido de Nate y la doctora. Ella aprieta el botón para subir al piso 5.- Soy la doctora Cameron y estaré con ustedes en todo el embarazo para aclarar dudas y ver el avance de su bebé cada mes.- Nos tiende la mano para saludar, acepto yo primero y después Nate. El elevador se abre y seguimos a la doctora por el pasillo hasta su consultorio, tomamos asiento y la doctora comienza a hacerme preguntas.
-Bueno Emily, primero que nada me gustaría saber si ya has sentido algunos síntomas, ya sea vómito, nauseas, si te cansas más rápido, si duermes o comes más de lo normal y cualquier cosa relacionada con el embarazo. Lo pregunto porque hay muchas mujeres que no presentan ninguno de estos síntomas. 
-Pues, la verdad es que si tuve esos síntomas y fue por eso que decidí hacerme la prueba de embarazo.
-¿Hace cuanto fue la última ves que tuvieron relaciones?.- Yo no tengo ni idea, volteo a ver a Nate para ver si capta que no sé.
-Dos meses, mas o menos.- Responde por mi.
-Muy bien, entonces ya no falta mucho para que te empiece a crecer la panzita. Debieron haber venido hace más de un mes.- La doctora nos sigue regañando, haciendo preguntas extrañas y me explicando todo lo que pasara a lo largo del embarazo. Cuando las preguntas acaban, me dice que pase a la camita para el ultrasonido. Me descubro la panza y me pide que desabroche el pantalón.
-El líquido que te voy a poner esta muy frío.- Me advierte la doctora antes de untarlo por todo mi vientre. Efectivamente es demasiado frío.- Bien Emily, esto te dolerá un poco.- La doctora pone él aparato y comienza a moverlo pero este aprieta mi panza cada que ella lo mueve. La verdad duele más que un poco.
-Mira Emily, ¿ves ese diminuto círculo?.
-Sinceramente no.
-Yo si lo veo.- Interviene Nate.
-Bueno, ese círculo es su bebé y según veo, tiene él tamaño correcto y dejen escuchar su corazón.- La doctora de pone él estetoscopio y por pone en él centro de mi abdomen. Se queda escuchándolo como un minuto.- Se escucha todo bien así que todo va en orden, ya puedes bajarte la playera.-
Después de que la doctora nos de él archivo y fotos del bebé, damos por terminada la consulta, le pagamos y nos vamos.
-¿Quieres ir a comer?.- Pregunta Nate una vez que estamos en él carro.
-Claro, ¿a dónde vamos a ir?.
-Hay un restaurante de comida mexicana cerca de aquí, ¿se te antoja o prefieres algo más?.
-Ese lugar suena bien, se me antojo un pozole.- Nate sonríe y me toma de la mano mientras conduce al restaurante.
-¿Tu viste al bebé?.
-Sí, ¿tú no?.
-No, no distinguía nada, no se como la doctora entiende eso.- Nate suelta una risita.
-Tal vez cuando tengas nueve meses puedas verlo.- Pongo los ojos en blanco.
-Ja ja ja ja, que gracioso eres.-Sigue riendo.
-Sabes que no es cierto.
-Esta bien. Oye cambiando de tema, ¿encontraste algún otro departamento?.
-Sí, de hecho estaba pensando ir después de comer, es muy carca de aquí.
-¿No pensabas decirme?.
-Iba a ser una sorpresa cariño.- Suelto una pequeña risa nerviosa.
-Lamento haberla arruinado.- Unos tres minutos después llegamos al restaurante, pedimos mesa y ordenamos; yo ordeno mi pozole mediano y él ordena enmoladas.
Comemos platicando de como le pondremos a nuestro bebé. A la mera hora no decidimos ninguno porque aún no sabemos si sera niña o niño, pero llegamos a la conclusión de que él pondrá un nombre y yo otro.
Al terminar de comer y pagar la cuenta, insisto para que Nate me diga dónde es el departamento que iremos a ver, pero no quiere hacerlo, dice que la sorpresa aún no acaba, no conozco la rato pero definitivamente es muy cerca de donde comimos, llegamos como en cinco minutos.
Al llegar la verdad que me sorprendo, son edificio muy elegantes, con decorados de piedras beige, al parecer se conforman por plazas y en cada plaza ahí un jardín rodeado de cercas blancas que se ve están muy cuidadas y una fuente en el centro. Entramos al edifico E-5 también es demasiado elegante, una alfombra roja recorre el suelo de cada piso incluyendo las escaleras, en cada piso ahí cuatro departamentos. Nate y yo subimos por el elevador al piso 6 de 10 y cuando llegamos lo sigo hasta la puerta 560, él saca unas llaves del departamento y eso me sorprende porque se supone que el dueño tiene que ser el que abra la puerta.
-¿Qué no se supone que el dueño tiene que venir a abrirnos?.- Preguntó bastante intrigada mientras el abre la puerta.
-Si, se supone, pero no lo hará.
-Eres muy misterioso.- Termina de abrir la puerta y al entrar abro los ojos como platos ante lo que estoy viendo: el suelo es negro y liso pero tiene diseño de diferentes flores blancas dentro de el, las paredes están combinas entre beige y negro, el departamento está divido por tres escalones que están hechos de piedra como la fachada que son para subir al la sala que está en el fondo, es bastante grande y de piel color chocolate, una mesa de centro de cristal, un librero donde también está la televisión, el estéreo, las bocinas y el DVD. En el centro, bajando los escalones se encuentra la mesa que es de cristal con sillas forradas de piel del mismo color chocolate. Del lado derecho ahí un pasillo que lleva a la cocina que tiene otra mesa más pequeña y de madera con sillas igual de madera del mismo color, la cocina ya está equipada con estantes, una alacena y todo lo necesario en una cocina y es de color negra con un poco de gris, en la cocina ahí una puerta que lleva a una pequeña terraza que parece jardín donde está el cuarto de lavado. Al otro extremo de la cocina se encuentran las tes recámaras que igual que todo lo demás ya tienen muebles color chocolate,modas las paredes de las recámaras son beige y tiene bonitos adornos, la recámara principal cuanta con un balcón y un baño bastante amplio que tiene jacuzzi, todas la demás igual tiene baño solo que más pequeño. El baño que podemos compartir todos se encuentran a lado de la recámara principal y es bastante amplio.
Sinceramente me he quedado helada con este departamento, me pregunto ¿qué tan caro estará? Es obvio que esto rebasa nuestro presupuesto y por mucho.
-¿Te gusta princesa?.- Pregunta cuando termine de observas y asombrarme.
-Demasiado pero no creo que podamos comprar este departamento, es demasiado lujoso y además ¿cómo es que ya está amueblado y decorado si se supone que lo venden?.- Lo observó y alzo una ceja cuando sonríe, se acerca a mi oído y dice en voz baja.
-Esa es la sorpresa cariño, ya no hay que comprarlo.- Me aparto de él y abro los ojos como platos.
-¡¿QUÉ?!
-Ya es nuestro amor, lo compre hace unas semanas.
-¿Hace unas semanas?.-Esto no me está gustando, se ve que costó demasiado.- Así que por eso rechazabas cualquier otro precio por qué según "tu presupuesto era menor".
-Si, lamentó eso es que quería que fuera una sorpresa.
-Debiste haberme dicho, esto es demasiado caro.
-En realidad no, un amigo de mi padre lo vendía y por ser el hijo de mi padre me hizo una oferta muy generosa y además me lo vendió tal cual está.
-¿Cómo? ¿Ya estaba decorado?.
-Así es.- Nate toma mi mano y hace que me siente en la sala.- Es hora de la otra sorpresa.
-¿Otra sorpresa? Nate...- Me interrumpe antes de que termine poniéndome un dedo en medio de mis labios.
-Shh... Prometo que esta fue menos cara.- Pongo los ojos en blanco.- Cierra los ojos cariño, por favor.- Hago lo que me pide y sus manos tocan las mías.- Ábrelos.
Al abrir mis ojos nuevamente me quedo perpleja, él está arrodillado sosteniendo un anillo de plata con un corazón que parece de diamante en medio. Instintivamente llevó mis manos a mi boca.
-Emily Sheccid Lee Anderson, ¿quieres casarte conmigo?.
-Por supuesto que sí, Nathan Johnson Smith.- Me abalanzó contra el abrazándolo y dándole un enorme beso.

¿Dónde dejamos el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora