Luz, Rossi y Seto llegaron al pueblo que estaba detrás de la montaña.
-las nueve colas- leyó Luz en el letrero de la entrada al pueblo.
-se dice que en este lugar ha existido un zorro con nueve colas y lo han exterminado hace diez años- explicó Seto.
-pues entremos, no hay que olvidar que tengo que entrenar y a lo mejor me encuentro con el espíritu de este rondando por ahí- dijo Luz con voz firme.
-pues se supone que debería estar ese espíritu porque nos topamos con un pueblo fantasma- expresó Rossi afirmando la idea de la princesa.
-cierto no hay nadie- dijo Seto.
-vamos- dijo Luz, empezando a caminar.
Rossi y Seto siguieron a la chica y juntos se adentraron al pueblo.
Era un lugar escalofriante para una persona común, pero no para Luz... era una chica sobrenatural. Se podía sentir el frío aire y un silencio incómodo.
-¿sienten eso?- preguntó Rossi interrumpiendo el silencio.
-si, al parecer es una presencia muy fuerte- asintió Seto.
-¡por ahí!- gritó Rossi.
-es hora de actuar- dijo Luz.
La heredera se concentró un rato con los ojos cerrados, mientras sus dos acompañantes estaban en posición de defensa. Luz pudo localizar la posición del monstruo y lanzó unas llamas hacia el sitio donde se escondía. Rápidamente una mujer saltó de allí.
-forasteros en mi territorio- dijo el espíritu con media sonrisa dibujada en su cara.
-yo me encargo de ella- aclaró Luz, sacando su espada.
Con un ágil movimiento se acercó a la mujer-zorra y agitó su herramienta, pero su enemiga lo esquivó fácilmente. Volvió a atacarla, sin embargo todo fue inútil. Decidió alejarse unos pasos del espíritu y lanzarle un ataque de llamas desde su posición, pero tampoco funcionó.
-tienes muy buena potencial, querida... lástima que me cansé de jugar con tigo... ahora absorberé tus poderes, después de ti, seguirán aquellos- dijo la mujer.
El monstruo hizo algo con la mano y demostró sus nueve colas que se dirigieron hacia Luz y la atraparon enseguida.
-¡Luz!- gritaron sus amigos, dirigiéndose a ella.
-no vengan- murmuró la princesa, lo que hizo detener a los dos.
La zorra acercó su mano, que puede absorber la energía, a la cara de la chica. Esta no se dejó llevar por el agarre de la mujer y creo llamas alrededor de su cuerpo que envolvió las colas de la zorra, las cuales rápidamente se separaron de ella.
-no te resistas... No podrás derrotarme- dijo el espíritu.
-¿eso crees?- expresó Luz.
La mujer-zorra sintió un calor en su espalda y giró la cabeza y pudo notar que parte de su cola sigue envuelto en llamas.
-sólo es un poco de fuego- dijo el monstruo, agitando su cola, al ver que seguía incendiado cambió su cara- ¿qué pasa?- dijo con tono preocupante.
-no puedes apagar mis llamas- dijo Luz con una sonrisa.
La princesa se convirtió en el ave fénix e hizo el último ataque que provocó que gastara más energía de lo normal, pero pudo derrotar a la zorra de las nueve colas, convirtiéndola en cenizas que se dispersaron con el viento.
-esto fue agotador- dijo Luz después de convertirse en humana.
-pero lo hiciste muy bien- felicitó Rossi.
-bueno, vamos- dijo Seto.
Él empezó a caminar y las chicas asintieron y lo siguieron.